¿Cómo Madre de Dios se convirtió en un lugar tan inseguro para los defensores ambientales?

Alfredo Vracko y Roberto Pacheco, fueron asesinados en el 2015 y 2020 respectivamente, luego de recibir amenazas.

  • El incremento de la minería ilegal en Madre de Dios trajo consigo otros delitos como la trata de personas, el crimen organizado y los asesinatos a personas que se han opuesto a esta actividad que depreda los bosques.
  • Esta realidad es conocida por las autoridades, pero hasta hoy no hay una respuesta clara ante este escenario de crimen e impunidad. ¿Por qué? 

 

Actualmente se percibe a Madre de Dios como un lugar donde mafias relacionadas con la tala y minería ilegales han ido progresivamente ganando un amplio terreno, sobre todo ante un Estado ausente, lejano y con procesos lentos y burocráticos. ¿Cómo llegamos a este punto?

A continuación, presentamos un pequeño inventario para ordenar, de forma cronológica y temática, cómo esta región amazónica, considerada la “Capital de la Biodiversidad del Perú”, se convirtió en una de las más peligrosas para los defensores ambientales en el país.

1. Empezando por el final: asesinatos que pudieron evitarse

El 11 de setiembre de 2020, Roberto Pacheco, de 34 años, fue asesinado de dos balazos en las proximidades de la concesión forestal que manejaba con su padre, Demetrio Pacheco, reconocido defensor ambiental de Madre de Dios y vicepresidente del Comité de Gestión de la Reserva Nacional Tambopata. Invasores se habían instalado en parte de la concesión desde el 2012 y buscaban que abandonen ese bosque. Antes del asesinato hubo amenazas, agresiones, garantías para la vida solicitadas y negadas por la Prefectura de Puerto Maldonado y múltiples denuncias ambientales ante la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA) por la invasión de la concesión. Ocho denuncias desde el 2012. En octubre de ese mismo año fueron detenidos tres presuntos implicados en el asesinato e identificado el presunto autor intelectual. Días después, fueron liberados antes de la audiencia de pedido de prisión preventiva. A la fecha, se encuentran libres, llevando el proceso con comparecencia simple por la buena fe de la justicia (es decir, ya podrían estar fuera de Madre de Dios o del país). Los ilegales que invadieron la concesión forestal continúan en el lugar invadido.

Cinco años antes, en noviembre de 2015, el reforestador Alfredo Vracko fue asesinado de tres balazos en su predio, ubicado a la altura del kilómetro 95 de la Carretera Interoceánica, en la zona conocida como “La Pampa”. Vracko había denunciado en varias oportunidades a mineros ilegales que habían invadido la zona. Las invasiones empezaron en el 2007 y el patrón fue similar al de Roberto Pacheco: primero invasión, luego amenazas y finalmente un ataque mortal. Alfredo Vracko era un reconocido defensor de los bosques y contaba con una concesión para forestación o reforestación en Madre de Dios. Tenía 59 años cuando lo mataron y, a la fecha, ocho años después, el caso sigue sin sanción para los culpables, pese a las pruebas y testigos.

En la actualidad, Víctor Zambrano es el defensor ambiental más visible de Madre de Dios y presidente del Comité de Gestión de la Reserva Nacional Tambopata. Ha sido reconocido con el Premio National Geographic de Liderazgo en Conservación, considerado “Héroe de la Conservación” por el Congreso Mundial de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y lleva más de 40 años defendiendo el ambiente en Madre de Dios. El 25 de marzo de 2022, cuando regresaba a su área de conservación privada K’erenda Homet, no se dio cuenta de que dos personas en una moto lo habían seguido. Cuando bajó del auto, uno de los que iba en la moto se aproximó a él sosteniendo un arma con silenciador. Una vecina vio lo que sucedía y gritó advirtiendo. Eso hizo que los delincuentes huyeran.

“Soy el más antiguo que ha recibido amenazas junto con Demetrio y otros coordinadores del Comité de Gestión de la Reserva Nacional Tambopata. Los más cercanos estamos permanentemente bajo presión, pero ¿qué puedo hacer?, ¿esconderme?, ¿desaparecer?, ¿renunciar al Comité de Gestión? Eso sería indigno, sería destruir mis principios. Tengo una línea de vida y es invariable. No voy a claudicar en principios y esto lo comparto con un grupo de hermanos que están decididos a enfrentarse, y no vamos a bajar la guardia, suceda lo que suceda”, dijo a Actualidad Ambiental en el 2020, luego del asesinato del hijo de Demetrio Pacheco.

Foto: SPDA

2. Al principio fue la Interoceánica

Madre de Dios, el tercer departamento más extenso del país, fue creado en 1912, a partir de territorios de Puno y Cuzco. Actualmente es el menos densamente poblado del Perú y cuenta con algunas de las regiones de mayor biodiversidad del mundo. Antes de su reconocimiento formal como departamento fue territorio de diez pueblos indígenas (amarakaeri, arasaeri, kishambaeri, pukirieri, sapiteri, toyoeri, wachipaeri, arawak, machiguenga y mashko-piros) y a lo largo del siglo XX fue ocupado, además, por caucheros, madereros y diversas olas de mineros que llegaron a trabajar y normalmente terminaban instalándose a vivir en la región. Un patrón parecido al actual. Sin embargo, cualquier escala de referencia queda fuera de proporción si tratamos de entender a Madre de Dios luego de la carretera Interoceánica.

La construcción del tercer tramo de esta carretera partía desde el puente Inambari (muy próximo a la frontera con Cusco) hasta Iñapari (en la frontera con Brasil), atravesando todo el departamento de Madre de Dios a lo largo de más de 400 kilómetros. Los trabajos empezaron en el 2004 y culminaron en el 2010. La idea de “superar” la muralla verde de la Amazonía a través de carreteras que se articulen desde Brasil fue originada en ese país desde los años 70 del siglo XX, y se retomó a fines del siglo XX, luego de superar crisis económicas en ambos países, señala Francisco Durand en la publicación Odebrecht. La empresa que capturaba gobiernos.

Los argumentos para construir la carretera fueron buscar la integración entre Brasil y Perú, y generar una ruta comercial para que los productos exportables de Brasil tuvieran una salida directa a Oceanía y Asia, y los productos peruanos llegaran hacia Europa y África. Los años demostraron claramente que estos argumentos quedaron muy cortos porque la carretera fue muy poco utilizada para el comercio internacional entre Perú y Brasil. Además, quedaba claro que no se justificaba la enorme inversión para tan poco beneficio, hasta que, años después, el escándalo de la millonaria red de sobornos a cambio de obras, que llegaban hasta las más altas instancias políticas del Perú y Brasil, explicó mejor el sentido de la carretera.

En la actualidad, movilizarse de Puerto Maldonado a Cusco toma entre 7 a 10 horas por tierra, o se puede llegar desde Puerto Maldonado a la frontera con Brasil (Assis Brasil, en Acre) en menos de 4 horas. Con la carretera llegó todo lo que le hacía falta a una ciudad en crecimiento como Puerto Maldonado. También llegaron, mucho más baratos, los insumos para hacer minería: tractores, motores, mangueras, mercurio, etc., además de trabajadores provenientes de zonas pobres en Cusco o Puno, que fueron a Madre de Dios buscando oportunidades.

Antes de “La Pampa” estuvieron Guacamayo y Huepetuhe, con escenarios similares, aunque en escala distinta. Sin embargo, la tercera “fiebre del oro” en Madre de Dios se generó por un contexto muy particular: un incremento sin precedentes del precio internacional del oro y la carretera Interoceánica operativa. Esto rompió ese equilibrio que existía en Madre de Dios, donde dentro de todo convivían la minería, tala, agricultura y los bosques.

Sobre el rol de la carretera Interoceánica como vector de deforestación en Madre de Dios, Las rutas del oro ilegal. Estudio de caso en cinco países amazónicos, una publicación de la SPDA, indica lo siguiente: “Esta carretera no solo conectó zonas que antes eran prácticamente inaccesibles, sino que además abarató los costos del transporte de maquinarias para la minería aurífera, lo que a su vez generó un cambio tecnológico radical que intensificó su frecuencia, velocidad y nivel de impacto. Este escenario, combinado con la apertura de rutas de penetración de la carretera hacia el río Malinowski, influyó en el incremento de la actividad minera, facilitando el ingreso hacia la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata. Además, la carretera Interoceánica propició un flujo extraordinario de mano de obra desde el sur andino”.

3. El precio del oro

En abril de 2023, el precio internacional del oro es el más alto de los últimos 50 años (o desde que se lleva registro en Gold Price). Un kilo de oro cuesta actualmente poco menos de 65 mil dólares. A inicios de 2000, costaba poco menos de 10 mil dólares. Esto, claramente es un incentivo para que los ilegales se dediquen completamente a la minería, atropellando derechos o sin respetar la vida o los bosques en Madre de Dios.

Respecto a cómo se vincula la fiebre del oro, la deforestación, la trata de personas y contaminación por mercurio en Madre de Dios, el sociólogo Lenin Valencia señalaba lo siguiente en el 2016: “Hasta la década de 1990, Madre de Dios fue una de las áreas de la Amazonía peruana mejor conservadas. Sin embargo, el crecimiento acelerado de minería aurífera desde la década pasada ha cambiado este panorama. El desarrollo de una tercera fiebre de oro entre 2006 y 2015 ha hecho de esta región el segundo punto más importante de deforestación por minería aurífera en bosques tropicales húmedos de América del Sur (Álvarez y Aide 2015). Además, esta tercera fiebre ha agravado los problemas sociales y ambientales asociados a esta actividad, por ejemplo, incrementando los casos de trata de personas y la emisión de mercurio sobre el ambiente”.

Foto: Ojo Público

4. El mercurio

Entre 2013 y 2015, los reportes sobre la cantidad de mercurio en Madre de Dios contaminando ríos, peces, el ambiente y a las personas eran una constante. Usado para procesar el oro, el mercurio es altamente tóxico y puede afectar el sistema nervioso, inmunológico y órganos como los riñones o el hígado. En el 2013, el Instituto Carnegie de Mercurio para el Ecosistema Amazónico reportaba que cerca del 80 % de adultos en Madre de Dios presentaba niveles de mercurio por encima de los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Incluso se señalaba que algunos indígenas que habitaban en zonas cercanas a la explotación minera, cuya dieta incluía peces de río, presentaban hasta ocho veces el límite máximo permisible. En el 2015, el Ministerio del Ambiente (Minam) mencionó que solo en Madre de Dios se había vertido al ambiente 650 toneladas de mercurio (entre 1992 y 2015). En el 2018, un estudio de la ONG canadiense Artisanal Gold Council estimó que unas 181 toneladas se arrojaban por año al suelo, aire y agua de Madre de Dios.

Sin embargo, con los años, del mercurio en Madre de Dios se fue hablando menos y de forma menos frecuente, como si por haber dejado de ser una novedad hubiera dejado de ser importante.

Según Mariano Castro, exviceministro del Ambiente, el mercurio ingresa en grandes cantidades al país a través de Bolivia. Al año, se estima que ingresa de 400 a 700 toneladas, y su destino es la minería ilegal. En noviembre del año pasado, un reportaje de Ojo Público reveló una parte importante de este metal llega a Bolivia desde México.

Entre 2014 y 2022, según el portal de investigación, Bolivia importó más de 1100 toneladas del insumo valorizado en más de 41 millones de dólares. “Más de la mitad de esta cantidad (55.5 %) fue enviada desde México y el 44.5 % restante desde Rusia, India, Vietnam, Tayikistán y otros países”, indica el reportaje.

El ingreso del mercurio al Perú se da por la falta de control en varios puntos de la frontera donde se comercializan diversos productos durante todo el año.

Luis Otsuka, actual gobernador regional de Madre de Dios. Foto: Fedemin

5. Las autoridades políticas

En diciembre de 2014, Luis Otsuka Salazar fue elegido, por primera vez, gobernador regional de Madre de Dios por el partido Democracia Directa. Otsuka había sido presidente de la Federación Minera de Madre de Dios (Fedemin). El anuncio de su elección fue tomado con desconfianza por muchos sectores de la ciudadanía porque se trataba de un defensor de la minería en Madre de Dios y un opositor a las medidas contra la minería ilegal que encabezaba en ese momento el Minam. Asumió el cargo el 1 de enero del 2015. Como autoridad, fue un claro opositor al proceso de formalización minera. En el 2022, Otsuka fue elegido nuevamente como gobernador regional para el periodo 2023-2026.

Luis Hidalgo Okimura fue elegido presidente regional para el periodo 2019-2022. Se trataba de un médico cirujano con una larga experiencia en la práctica de la medicina. En octubre del 2021, fue señalado por presuntamente encabezar una organización criminal dedicada al tráfico ilegal de madera, donde participaron varios funcionarios de su gestión. La Fiscalía solicitó 36 meses de prisión preventiva por los delitos de organización criminal, cohecho pasivo propio, cohecho activo genérico, colusión agravada y tráfico de influencias en el caso “Los Hostiles de la Amazonía”. En febrero de 2022, recibió 36 meses de prisión preventiva por el presunto delito contra la administración pública y actualmente se encuentra en el penal San Francisco de Asís, de Tambopata.

Amado Romero, apodado el “comeoro”, fue elegido congresista por Madre de Dios para el periodo 2011-2016. Antes de llegar al Congreso de la República fue dirigente de la Fedemin y titular de varias concesiones mineras. En diciembre de 2011 fue sancionado por el Congreso con 120 días de suspensión por haber infringido el Código de Ética Parlamentaria al ejercer actividades mineras ilegales en Madre de Dios. En otro momento, la Fiscalía Provincial Especializada de Madre de Dios denunció ante el Poder Judicial al congresista por un presunto delito ambiental al ser titular de dragas, cuyo funcionamiento se encontraba prohibido. Durante su gestión, el congresista Romero fue autor de un proyecto de ley que buscaba eliminar el Decreto de Urgencia 012-2010, que prohibía el uso de dragas.

Modesto Figueroa, también conocido como “cigarrito”, fue elegido congresista para el periodo 2016-2019. Este legislador tenía denuncias por facilitar combustible para la minería ilegal en los campamentos de “La Pampa”, en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata. Los delitos por los que era investigado iban desde el financiamiento para la minería ilegal hasta el comercio clandestino en la región. La Segunda Fiscalía de Lavado de Activos lo investigaba desde el 2014. Según una investigación de El Comercio, entre el 2009 y 2014, el congresista Figueroa realizó transacciones bancarias por más de 45 millones de soles.

Los casos de los congresistas Alexander Lozano (2020-2021) y Eduardo Salhuana (2021-2026) resultan menos llamativos y ruidosos. Salhuana fue asesor legal de Fedemin, exministro de Justicia en el Gobierno de Alejandro Toledo y congresista por Madre de Dios entre el 2001 y 2006. En el 2015 fue gerente general en el Gobierno Regional de Madre de Dios, bajo la gestión de Luis Otsuka, y fue el principal promotor de la derogación de las normas que regulaban la actividad minera, además organizó los paros más prolongados en la historia de Madre de Dios.

“La Pampa”, foco principal de la minería ilegal en Madre de Dios. Foto: Andina

6. “La Pampa”: el corazón de la minería ilegal en Madre de Dios

Entre los kilómetros 98 y 115 de la carretera Interoceánica, en la provincia de Tambopata, en medio de un paisaje donde antes hubo bosques y ahora hay desierto, se encuentra “La Pampa”: el foco de la metástasis que contamina Madre de Dios. Allí conviven negocios para la actividad minera (repuestos, mantenimiento de motores, mangueras, etc.), restaurantes, bares, prostíbulos, entre otros. Este lugar se encuentra en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata, uno de los lugares más biodiversos del mundo.

El fenómeno de “La Pampa” como asentamiento minero no resulta nuevo en Madre de Dios. Sucedió antes en Huepetuhe y luego en Guacamayo. Lo que resulta fuera de toda escala son sus proporciones, directamente relacionadas con la carretera Interoceánica y el incremento del precio internacional del oro.

Debido a la “La Pampa”, Madre de Dios resaltó por sus llamativos indicadores respecto a trata de personas, explotación, extorsión, corrupción, violencia, grupos armados y asesinatos, deforestación, contaminación, entre otros.

Foto: SPDA

7. La Reserva Nacional Tambopata

La Reserva Nacional Tambopata es una de las áreas naturales protegidas más conocidas del país. Fue creada en el 2000, con una extensión de 272 690 hectáreas, y se ubica en los distritos de Tambopata e Inambari, en la provincia de Tambopata. Con 108 especies de mamíferos, 648 de aves, 103 de reptiles, 93 de anfibios, 323 de peces, 1200 de mariposas, 1713 de flora registrados, presenta uno de los mayores índices de diversidad biológica del mundo.

La riqueza de la Reserva Nacional Tambopata no se limita a la riqueza biológica, pues en este lugar también hay oro, un mineral apetecible para los mineros ilegales. La invasión a esta área protegida se produjo a fines del 2015. En noviembre de ese año ya se reportaban 8 hectáreas deforestadas dentro de la reserva. Un campamento minero se había instalado muy cerca del área protegida. Allí se habían juntado, señaló el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), alrededor de cinco mil personas entre mineros ilegales y proveedores para sus actividades. Desde entonces, la deforestación en el lugar no hizo más que aumentar: 20 hectáreas a inicios del 2016, 130 en abril, 350 en agosto y 450 hectáreas en octubre del mismo año. Para mayo de 2017, se estimaba en 550 hectáreas las deforestadas dentro de la reserva. Esto obligó a una respuesta del Estado que creó puestos de control con militares de la Marina (Dicapi, a mediados del 2016), que con idas y vueltas (por quedarse sin presupuesto), fueron desalojando a los ilegales a través de interdicciones. En junio de 2017, Sernanp anunció que el 90 % del área invadida dentro de la reserva había sido recuperada.

Foto: La República

8. La violencia institucionalizada: trata de personas, homicidios y sicariato

Homicidios

Entre el 2012 y el 2020, Madre de Dios se ubicó entre los departamentos de todo el país donde se cometieron más homicidios por cada 100 mil habitantes. Hasta el 2016 siempre estaba en segundo lugar, hasta que en el 2017 logró superar a Tumbes y pasó a ser el departamento con la mayor tasa de homicidios a nivel nacional. Desde entonces no dejó ese primer lugar, hasta el 2020, último año de medición de los reportes del INEI.

Tambopata, por su parte, es también desde el 2017 la provincia donde se reporta la mayor tasa de homicidios a nivel nacional, repitiendo ese reconocimiento cada año hasta el 2020.

Trata de personas

En el 2022 se reportó que, con 753 denuncias por trata de personas de un total nacional de 8842 que abarcan los últimos siete años, Madre de Dios era la segunda región con más denuncias a nivel nacional. Esa cantidad de denuncias representa el 8.5 % del total. Considerando que por ser un escenario donde las personas son virtualmente secuestradas y retenidas contra su voluntad por mafias, las denuncias representan un porcentaje bastante menor del total de casos.

En 2019, en una nota de Ojo Público, se indicaba que por campamento minero en Madre de Dios se podía llegar hasta un máximo de 1500 mujeres trabajando en “clubes nocturnos”. El fiscal especializado en trata de personas de Madre de Dios, Luis Sánchez, explica que en promedio cada campamento alberga a unos 4 mil mineros y atrae a 60 clubes nocturnos de fachada. “En cada local que intervenimos encontramos de 12 a 25 mujeres, por lo que hablamos de miles que están en esta situación, y muchas de ellas no se reconocen como víctimas de explotación”, se menciona en el portal.

Ya en el 2015, la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) señalaba sobre a la trata de personas como un delito que se derivaba de la práctica de la minería ilegal en Madre de Dios: “En Madre de Dios, la fiebre del oro trajo consigo la llegada de miles de personas en busca de trabajo, pero también reforzó el desarrollo de redes de trata de personas que operan a nivel nacional. En dicha región, la trata de personas existe con la finalidad de explotar a las víctimas laboral o sexualmente. Hacia octubre de 2011, la Asociación Huarayo estimaba que alrededor de 400 adolescentes y 1200 adultos se encontraban capturados dentro de las redes de trata de personas con fines sexuales en Madre de Dios. En 2012, CHS Alternativo estimó que eran alrededor de 4500 personas las que se estarían siendo sexualmente explotadas en la región. Se calcula que el 78 % de estas víctimas serían menores de edad, 90 % tendrían entre 16 y 17 años, y 52 % de las víctimas provendrían de Cusco. La mayoría de los traficantes serían mujeres de entre 30 y 40 años”.

Extorsión y asesinatos en La Pampa

En setiembre de 2021 se publicó, en el portal Inforegión, una investigación que daba cuenta de grupos armados que funcionaban como “seguridad” de mineros ilegales en la zona de “La Pampa”.

La historia empieza con un grupo de delincuentes comunes que se dedicaba al robo de mineros ilegales en la zona de “La Pampa”. En un momento cambian de rumbo y deciden dar “seguridad” a asociaciones de mototaxistas que ingresan a la zona de combustibles y otros insumos necesarios para la minería, y luego a los mineros ilegales, a cambio de un pago. Sin embargo, luego decidieron dejar de ser empleados y empezaron a cobrar cupos por la seguridad a los negocios de “La Pampa”, a los mineros ilegales y a los mototaxistas. Además, controlaban las trochas de acceso que llevan a esta zona minera.

En la práctica se trataba de un ejército paramilitar de alrededor de 30 personas, con armas de corto y largo alcance. En algún momento, luego de ser descubiertos por un enfrentamiento incidental con la Policía, el grupo se divide, pero meses después regresa el líder que inició las actividades delictivas y se inicia un enfrentamiento con el grupo anterior por el control de la “seguridad” en la zona. En el medio, se reportó alrededor de 30 personas asesinadas, quemadas y cuyos restos fueron enterrados solo entre el 2019 y 2021. Entre los asesinados se reportaron tres agricultores que defendían sus predios agrícolas de la minería ilegal, un minero con concesión minera en proceso de formalización y un defensor ambiental, detalla la publicación de Inforegión.

Los cuatro integrantes del grupo denominado “Los sanguinarios de la trocha”, detenidos en el enfrentamiento con la Policía, fueron procesados y condenados a cadena perpetua. Se supo luego que eran licenciados del Ejército y habían servido en el Vraem.

Los invasores a concesiones forman asociaciones de agricultores como parte de su estrategia para ocupar territorios. Foto: SPDA

9. Las invasiones a las concesiones, el tráfico de tierras

Entre 2013 y 2018, la plataforma Alerta Ambiental procesó más de cien denuncias ambientales en Madre de Dios. Una de las principales conclusiones de esta plataforma es que, por ejemplo, en el caso de la invasión de una concesión forestal por mineros ilegales, el camino para quien realizaba la denuncia era totalmente cuesta arriba y quienes prácticamente tenían todas las de ganar eran los ilegales porque las denuncias en la Fiscalía podía tomar años hasta que se formalizara y que el caso pasara a ser visto por el Poder Judicial. Además, la actuación de la Policía no resultaba disuasiva porque las concesiones se encontraban relativamente lejos de Puerto Maldonado y porque los ilegales solían contar con “información privilegiada” que los alertaba cuando iban a llegar policías y fiscales.

Entre los casos analizados fue apareciendo de forma recurrente una figura que usaban (y usan) los ilegales para “validarse” en sus invasiones: formar asociaciones de agricultores, que solicitaban y obtenían de forma sorprendentemente rápida permisos o validaciones de entidades del gobierno regional (como la Dirección de Agricultura). Llegado a ese punto, “oponían” el documento que le acreditaba al titular de la concesión forestal con su documento que los “reconocía” como agricultores trabajando un bosque “no utilizado por el Estado”. En el camino, parcelaban el terreno, llevaban a las concesiones grupos grandes de personas e incluso realizaban denuncias contra los titulares de las concesiones (denuncias que a veces se movían más rápido que las presentadas contra los ilegales). El proceso podía tomar años, mientras se realizaba la actividad minera en la concesión.

En 2015, la Oficina de la Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) señaló en un informe que el parque Bahuaja Sonene era el área protegida que poseía la mayor superficie cultivada con coca ilegal: 118 hectáreas. Mapa: UNODC 2017 / MAAP 2015.

10. El narcotráfico

Hace algunos años se detectó que en Madre de Dios se cultiva y procesa hoja de coca para el narcotráfico, en las áreas próximas a Cusco, Puno y Bolivia. Un reporte de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) indicó que, en el 2021, la superficie cultivada con arbustos de hoja de coca fue de 315 hectáreas. Puede resultar una cantidad poco significativa comparada con los reportes de ese mismo año para los departamentos vecinos como Cusco (13 642 ha), Puno (10 670 ha) o Ucayali (10 151 ha), pero si vemos ese dato en perspectiva podemos claramente dar cuenta del avance. Desde el 2017, el área cultivada con hoja de coca ha ido aumentado de 29 ese año a 36 ha el 2018, 42 el 2019 y 57 el 2020. Entre el 2020 y el 2021 el área prácticamente se multiplicó por 6. Más allá del área cultivada, de momento, un gran riesgo es que se está extendiendo a Madre de Dios prácticas que se realizan en el Vraem como controlar el territorio, obligar a los campesinos o personas locales que cambien sus cosechas y produzcan para ellos, y establecer un sistema de amenazas, coacciones y violencia contra las personas que no se alinean a sus intereses.

En 2018, Mongabay Latam reportó la existencia de pistas clandestinas de aterrizaje dentro del Parque Nacional Bahuaja Sonene, ubicado en las provincias de Tambopata (Madre de Dios) y Carabaya y Sandia (Puno). Estas pistas serían utilizadas por narcotraficantes del Vraem para transportar droga procesada en laboratorios dentro del mismo parque nacional. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) indicó que había 118 hectáreas de cultivo de coca ilegal dentro del parque, convirtiéndose en el área protegida con la mayor superficie cultivada con coca ilegal. Autoridades de Sernanp señalaron que eran 473 las hectáreas deforestadas. Esto ya había sido denunciado por el mismo Sernanp en 2015. La droga cultivada llegaría por avionetas hasta Bolivia.

En 2021, fueron condenados cinco sujetos por tráfico de 81 kilos de cocaína en Madre de Dios, quienes habían sido detenidos en la Interoceánica sur, sector de San Bernardo, provincia de Tambopata (aunque los condenados se encontraban como no habidos al momento de la sentencia, según reportó Andina.

En agosto del 2022, el diario La República dio cuenta de un operativo en Laberinto (Tambopata) donde fueron detenidas personas con media tonelada de marihuana y en Huepetuhe (Manu) otras ocho personas con pozas de maceración para elaborar cocaína. Parecen pocos casos para cerca de cinco años, pero habría que considerar que cada intervención o detención representa solamente la punta del iceberg.

Demetrio Pacheco ha denunciado en reiteradas ocasiones la invasión a su concesión forestal y amenazas contra su vida. En el 2020, su hijo fue asesinado. Foto: SPDA

11. Un escenario de impunidad

Corresponde al Estado y a la sociedad civil generar una respuesta que asegure la protección de los defensores ambientales en Madre de Dios y que permita, también, conservar los bosques y la biodiversidad de esta región.

¿Madre de Dios presenta un entorno cada vez más hostil para los defensores en los últimos años? Luisa Ríos, Coordinadora Regional de la SPDA en Madre de Dios, responde: “Sí, por cuestiones que tienen que ver directamente con casos de defensores asesinados y cuyas familias no han encontrado justicia alguna. No me refiero ni siquiera a reparación sino justicia respecto a la investigación del caso directamente y al efecto que eso tiene sobre la población en general y sobre quienes están detrás de los crímenes”.

Para la especialista de la SPDA, esta impunidad ante los crímenes implica “que pueden seguir haciéndolo y que no va a pasar nada. Eso es algo que menciono en particular para el caso de defensores”. Según Luisa Ríos, esta realidad “está como institucionalizada en la población, en la región en general, para todo lo que está en torno a los delitos ambientales y los crímenes asociados”.

Ríos recuerda que Madre de Dios está entre las regiones con más denuncias por trata de personas, delitos contra la integridad y la salud, y contaminación, y sin embargo las autoridades no han mostrado un especial interés en reducir estos indicadores.

“Es como que si en torno a los efectos de estos crímenes no hay nadie haciendo algo en específico por detenerlos. La sensación que se respira es que puedes seguir cometiendo delitos ambientales, talando, haciendo minería ilegal, matando defensores, invadiendo áreas y no va a pasar nada al respecto, no va a haber una sanción ni un efecto negativo sobre quien lo promueve. Más bien lo que ocurre, contra cualquier lógica, es que podría ocurrir un efecto negativo contra quienes se defienden contra esos crímenes”, concluye.



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