[Infografía] Perú perdió el 51% de sus glaciares en los últimos 50 años

Nevado Pastoruri en Áncash. Foto: Jaime Tranca / SPDA

  • La cordillera Blanca, ubicada en Áncash, registra un retroceso anual de 19 metros. En el caso del glaciar Pastoruri, este ha retrocedido poco más de 650 metros entre 1980 y 2019.

 

El año pasado, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) informó que, debido a los efectos del cambio climático, el Perú perdió el 51% de su superficie glaciar en los últimos 50 años.

También detalló que, en las últimas décadas, el Perú ha perdido 2 cordilleras (Barroso y Volcánica). En la actualidad se registran 18 cordilleras nevadas: Blanca, Huallanca, Huayhuash, Raura, Huagoruncho, La Viuda, Central, Huaytapallana, Chonta, Ampato, Urubamba, Vilcabamba, Huanzo, Chila, La Raya, Vilcanota, Carabaya y Apolobamba.

No obstante, cinco de estas cordilleras corren peligro (Chila, La Raya, Huanzo, Chonta y La Vida) y tendrían la misma suerte de extinción debido a que han perdido el 90% de su superficie glaciar en las últimas décadas.

La cordillera Blanca registra un retroceso anual de 19 metros. En el caso del glaciar Pastoruri, ubicado en Áncash, este ha retrocedido poco más de 650 metros entre 1980 y 2019, al punto de formar una laguna que podría extenderse más.

Lo mismo sucede con los glaciares Uruashraju (Huaraz) y Yanamarey (Recuay), que han retrocedido en promedio un kilómetro desde 1948, aportando agua a las microcuencas. En Huaylas, el glaciar Artesonraju generó 6 millones de metros cúbicos (MMC) de agua entre 2018 y 2019.

En la cordillera Central, el glaciar Chuecón (Huarochirí) también ha retrocedido 216 metros entre 2014 y 2016, creando una nueva laguna que al mantener contacto con este acelera su derretimiento.

En la cordillera Vilcanota, la ANA evaluó el glaciar Quisoquipina, que entre 2011 y 2019 ha retrocedido 100 metros, aunque con un aporte líquido menor a las microcuencas.

En total son 13 los glaciares a los que la ANA les realiza un seguimiento y que están ubicados en el centro y sur del país, dentro de la Red de Glaciares Monitoreados en Latinoamérica, lo que permite recabar información sobre las reservas de agua y las lagunas de origen glaciar a fin de gestionar mejor este recurso y evitar desastres.

Estos trabajos están a cargo del Área de Evaluación de Glaciares y Lagunas (ex Unidad de Glaciología), que forma parte de la ANA, entidad que inició sus labores en 1941 en Perú y desde 2018 en la Antártida.

Revisa y descarga la infografía sobre este tema:



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