Desglaciación amenaza la seguridad hídrica y podría causar desborde de lagunas
- Según Inaigem, la crisis climática y la actividad humana aceleran el derretimiento de glaciares y los procesos naturales que permiten el suministro de agua, poniendo en riesgo a más del 65 % de la población peruana que depende de los recursos hídricos en su vida diaria.
El retroceso de los glaciares y la degradación de los ecosistemas amenazan no solo la seguridad hídrica, sino también aumentan la probabilidad de ocurrencia de eventos vinculados al desborde de lagunas glaciares, incrementando la vulnerabilidad de las poblaciones locales, alertó el Instituto Nacional de Investigación en Glaciares (Inaigem).
Frente a esta situación, agregó el organismo adscrito al Ministerio del Ambiente (Minam), se han presentado nuevos trabajos de investigación y metodologías de trabajo que ayudan a entender mejor los potenciales impactos del cambio climático en las montañas del Perú.
«En este contexto, es fundamental conocer los avances de la investigación, pero también involucrar a los tomadores de decisión y fortalecer nuestras capacidades para implementar medidas que permitan enfrentar los escenarios que trae el cambio climático para las zonas de montaña y para el país», comentó Beatriz Fuentealba, presidenta ejecutiva del Inaigem.
Fuentealba resaltó además el evento “Las Montañas Nuestro Futuro” (MONFU), un simposio que contó con amplia participación de estudiantes e investigadores de universidades peruanas, así como representantes a nivel nacional de instituciones públicas y privadas.
Un llamado a la acción
Tras la presentación de estudios y experiencias, en el evento se presentaron cuatro conclusiones centrales. La primera tiene que ver con la seguridad hídrica, donde la implementación de soluciones basadas en naturaleza, e infraestructura natural, es una opción para ayudar a la recuperación de los ecosistemas de montaña. “Es una estrategia prioritaria para fortalecer la seguridad hídrica del país. Aunque se cuentan con avances en este sentido, se requiere el monitoreo y evaluación de la efectividad de estas medidas, no solo en los propios ecosistemas y el recurso hídrico, sino en el beneficio para las poblaciones locales”, indicó Inaigem.
Otro punto importante es la protección contra desastres naturales. Ante ello, explica el organismo, se debe promover una cultura preventiva en la gestión de riesgos en el país, no solo reactiva. “Para ello se requiere fortalecer las capacidades específicas locales para implementar evaluaciones y medidas que reduzcan el potencial impacto de los diferentes peligros a los que están sujetos las zonas de montaña del Perú. Asimismo, se deben incluir acciones que permitan dar mantenimiento y sostenibilidad a estas intervenciones, para darles continuidad”, apuntó.
Otro punto clave es generar ciencia para la acción. Las investigaciones generan información útil para entender la problemática y brindar soluciones vinculadas a la seguridad hídrica y adecuada gestión de riesgos, pero esta información aún no está al alcance de los tomadores de decisión ni de los responsables de implementar las acciones. Por ello, Inaigem hizo un llamado a articular mejor entre los organismos, incorporando el reconocimiento de las principales barreras que impone la gestión pública a la implementación de estas propuestas de solución.
Finalmente, Inaigem recomendó sensibilizar e incorporar a la sociedad, incluidos los diferentes niveles de gobierno, respecto a la importancia que tiene la implementación de acciones hacia la seguridad hídrica y la gestión de riesgos. Para ello, señaló el organismo, es importante generar más información desde la percepción local y sobre el impacto actual que genera el cambio climático en las poblaciones, para mostrar evidencias sobre la relevancia que tiene priorizar inversiones e intervenciones ahora, para evitar catástrofes futuras.
Sobre el MONFU
El simposio “Las Montañas, Nuestro Futuro” se desarrolló del 23 al 26 de octubre en la ciudad de Huaraz, organizado por el Inaigem, como parte de la celebración de sus diez años de creación, con el apoyo del Proyecto Infraestructura Natural para la Seguridad Hídrica (NIWS) de USAID, el Gobierno de Canadá y Forest Trends junto a sus socios Condesan, SPDA, el Imperial College de Londres, y el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo. Este evento tuvo como ejes temáticos la evaluación de los impactos del cambio climático en la seguridad hídrica y el incremento de peligros de origen glaciar, así como la identificación de potenciales estrategias de respuesta a esta situación.
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