Foto: Waldir Giraldo / SPDA

  • Según reportaje de Salud con Lupa, debido al cambio climático, el nevado emblemático de la Cordillera Blanca ha retrocedido 461 metros en los últimos 40 años.
  • La Autoridad Nacional del Agua (ANA) proyectó que este año desaparecerá un sector del glaciar que abarca los 8797 metros cuadrados.

 

El cambio climático está acelerando el derretimiento del nevado Pastoruri, uno de los más emblemáticos de la Cordillera Blanca. Según un reportaje de Salud con Lupa, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) reveló en su último reporte que este glaciar retrocedió 651 metros en cuatro décadas y con más velocidad entre 1980 y 2019, con una pérdida de 23 metros por año.

Hace años, Pastoruri dejó de ser un escenario de competencias de esquí y snowboard a más de 5000 metros sobre el nivel del mar, pero hoy se ha convertido en una ruta turística y educativa diseñada para sensibilizar a los visitantes sobre la urgencia de actuar frente al cambio climático.

“Los visitantes llegan hoy a ver cómo se extingue el Pastoruri. Fue por mucho tiempo el glaciar más accesible de la Cordillera Blanca, recibió muchas visitas para escaladas en hielo, pero sin visión de conservación”, dice Beto Pintado, integrante de la Asociación de Guías Oficiales de Montaña del Perú, a Salup con Lupa.

De acuerdo a un estudio elaborado por el Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (Inaigem), el 71 % de los glaciares tropicales del mundo se encuentra en Perú, y “estos ecosistemas frágiles prestan valiosos servicios ambientales: ayudan a regular el clima y actúan como una reserva clave de agua dulce. Sin embargo, entre 1962 y 2016, nuestro país perdió 1284 km2 de superficie glaciar, lo cual equivale a un 53.56 % del área total”. La Cordillera Blanca, donde se ubican 722 glaciares, perdió el 38.20 % (277.45 km2) de su superficie glaciar en ese periodo.

Entre los glaciares de la Cordillera Blanca, el Pastoruri está entre los que más rápido se derritió: solo entre 1995 y 2016, perdió el 60 % de su superficie glaciar, según datos de la ANA.

Colage: ANA

Derretimiento genera acidez

En 2017, el especialista en hidrología y glaciología Alexzander Santiago Martel hizo un estudio sobre la reducción del espesor del hielo del Pastoruri: tres metros en solo un mes ese año. Otra investigación del ingeniero ambiental Enver Melgarejo Romero, de la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo de Áncash, muestra una cifra similar, un retroceso de tres a cuatro metros durante los meses de septiembre y noviembre de 2019.

La Unidad de Glaciología y Recursos Hídricos de la ANA ha ido documentando en los últimos veinte años un partimiento del Pastoruri en cuatro bloques. Además, a inicios del 2000, registró la desaparición de la cueva de hielo que se convirtió en una laguna. Asimismo, indicó que se ha proyectado que en 2024 desaparezca un sector del nevado que abarca los 8.797 metros cuadrados.

El reportaje también reveló que el problema de la desglaciación del Pastoruri no solo es el retroceso de la nieve, sino también la contaminación del agua que este proceso genera. Cuando se derrite el hielo y la roca de montaña queda expuesta a la intemperie, se produce un fenómeno conocido como drenaje ácido de roca (DAR). Allí empieza la oxidación y eliminación de minerales que contaminan cuerpos de agua que se alimentan del glaciar. “Los procesos naturales de drenaje ácido de roca afectan la calidad del agua, del suelo y de los ecosistemas donde se desarrolla, pudiendo llegar estos impactos aguas abajo”, explica una investigación del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet).

Este estudio, que analizó el agua de 12 manantiales y 22 lagunas, encontró que la disolución del mineral pirita presente en las formaciones rocosas del nevado produjo dióxido de silicio, hierro, aluminio, magnesio, manganeso, zinc, cobalto y níquel, los cuales se encuentran en el agua que finalmente es usada por la población.

“Todos estos cuerpos de agua son drenajes de agua ácida porque todo el sistema glaciar se encuentra sobre una superficie geológica mineralizada”, explica la Unidad de Glaciología y Recursos Hídricos de la ANA.

Foto: Waldir Giraldo / SPDA

Reducción del impacto

Ante el rápido derretimiento de los glaciares, que resulta en una disminución de la cantidad de agua que estos almacenan, los geólogos Julio Gonzales, Jesús Vizcarra y Wilmer Sánchez plantean la posibilidad de construir presas en los valles donde antes se ubicaban para mitigar los efectos de la reducción de la reserva hídrica.

La deglaciación del Pastoruri ha dado lugar a la formación de una laguna en la parte baja de la montaña. “Esta fuente de agua alimenta los ríos que bajan de la Cordillera Blanca y tendría que estudiarse cómo reducir su acidez y contenido de metales pesados para que las comunidades de Áncash puedan usarla tanto para consumo humano, como en su ganado y riego de cultivos”, explican los autores.

El Pastoruri es un glaciar de montaña que en sus faldas convive con la comunidad campesina de Cátac, en la provincia de Recuay, a 35 kilómetros al sur de Huaraz. Por muchos años, fue el sitio turístico más popular del Parque Nacional Huascarán. Ahora es el punto principal de uno de los circuitos creados por el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernanp), la Municipalidad de Cátac y la comunidad. Una parada para que los visitantes se detengan a pensar en el impacto creciente del calentamiento global.