- Pescadores artesanales aseguran que una nueva Ley General de Pesca debe apuntar a detener la pesca indiscriminada por parte de embarcaciones que se hacen pasar por pesca de menor escala.
Por Anthony Quispe Oré
Para los pescadores artesanales, la conservación y protección de las cinco millas marinas es importante porque la seguridad alimentaria de ellos y sus familias depende de ello. La protección de este espacio es un pedido que realizan hace ya varios años, y sobre todo ahora, en el contexto donde se busca la aprobación de una nueva Ley General de Pesca.
“Estamos exigiendo la intangibilidad de las cinco millas, donde solo se pesque con aparejos selectivos, amigables con el medioambiente”, explica, Juan Moina, secretario general de la Asociación de Pescadores Artesanales de Vila Vila y Anexos (Tacna), en conversación con Actualidad Ambiental.
Si bien muchos realizan sus faenas de pesca de manera sostenible, usando en muchos casos métodos ancestrales, existen otros que extraen recursos del mar con embarcaciones y artes que perjudican el futuro abastecimiento de las especies y, por ende, a los pescadores artesanales.
Esto se debe a que la Ley General de Pesca, que rige desde 1993, permite que ciertas embarcaciones, cuyas características no corresponden a la pesca artesanal, operen con impunidad.
“Hay algo que está mal en la ley anterior, clasifica a las embarcaciones grandes con 32.6 metros cúbicos, dentro del rubro de pescadores artesanales. (…) Se disfrazan como pescadores artesanales porque así lo permite la antigua ley, entran pescando anchoveta y se lo dan a las grandes empresas, como harina de pescado y lo venden”, asevera Moina.
Por su parte, Jaime Bojorge, secretario general del Sindicato Único de Pescadores Artesanales y Buzos Civiles del Puerto de Ilo (Arequipa), detalla que estas embarcaciones habrían tergiversado la norma y por ello piden “que se haga una reclasificación de la flota y vuelva a ser como antes: a pesca industrial, pesca de consumo humano y pesca artesanal. Esta última tenía una capacidad de 10 a 12 toneladas, era netamente manual y predominaba la pesca selectiva, pesca de red o cordel”.
Para Wilmer Rodríguez, la diferencia es sencilla, “el pescador artesanal emplea diversas redes para pescar cada especie. Por ejemplo, si voy a pescar bonito uso redes claras para no matar las crías. En cambio, el boliche de cerco tiene una sola red para todas las especies, que es la red de cuatro pulgadas, la más menuda, la red anchovetera. Con esa red matan todo, no clasifican”, explica.
Este tipo de embarcación, agrega Moina, podría perjudicar los ecosistemas marinos, por ello “tenemos que aprender a respetar espacios, dentro de las cinco millas se generan los espacios reproductivos de todas las especies hidrobiológicas, y si vamos a permitir que embarcaciones de cerco trabajen a diestra y siniestra, entonces vamos a matar toda la biomasa. Se convertiría en un crimen ecológico”.
En la misma línea de los pescadores, Fabio Castagnino, asesor en recursos marino costeros de Gobernanza Marina de la SPDA, considera necesaria una nueva Ley General de Pesca para implementar cambios necesarios y urgentes que aseguren la protección de las cinco millas.
“La aprobación de una nueva Ley General de Pesca es la oportunidad perfecta para implementar cambios urgentes que el Estado ha venido postergando por años. La falta de ordenamiento, en especial dentro de las cinco millas, ha causado la disminución de los recursos y el empobrecimiento de los pescadores artesanales, especialmente de aquellos que utilizan artes de pesca selectivos y amigables con el ambiente”, explica.
Exigen mayor control
Para detener la depredación de las especies dentro de las cinco millas, Jaime Bojorge exige al Estado un mayor control en la construcción y navegación de nuevas embarcaciones. “Esas flotas grandes están creciendo mucho más, por Ley está prohibido, pero aun así construyen más, porque generan plata. Muchos pescadores dicen: ‘hay mucha más lancha que pescado’”, señala el dirigente.
“No sé si se habrán dado cuenta los congresistas, que prácticamente nos están obligando a hacer un paro en el sur, un paro Macrorregional Sur. Ya tuvimos una reunión, vamos a informar a nuestras bases lo que está pasando. Creo que lo más probable es que nos vayamos a un paro indefinido”, advierte finalmente, Milward Rodríguez, presidente de la Asociación de Armadores Artesanales de Matarani-Mollendo.
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