Roger Alvarado, un guardaparque que trabaja con pasión, empatía y resiliencia

Foto: Sernanp

  • Líder ambiental protege al Reserva Nacional Allpahuayo Mishana y desarrolla proyectos de educación ambiental para dejar la conservación de nuestra biodiversidad en manos de las futuras generaciones.

 

Inició como guardaparque en el 2016, cuando fue voluntario en la Reserva Nacional Payaca Samiria (Loreto), una de las áreas naturales protegidas más emblemáticas de la Amazonía peruana. Allí lideró un proyecto sobre quelonios acuáticos que tenía como base la educación ambiental; la idea era realizar talleres en escuelas primarias y secundarias para transmitirles el valor de proteger y salvar a las taricayas en los bosques inundables de la región.

Con este llamativo antecedente, Roger Alvarado Isla llegó a ser guardaparque oficial en la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana, en donde además de proteger este patrimonio natural, continúa con las actividades de educación, cultura y ciudadanía ambiental, y con ello está logrando que la protección de la biodiversidad amazónica esté asegurada en manos de las nuevas generaciones.

Roger Alvarado, quien recientemente fue ganador del Premio para la Conservación Carlos Ponce del Prado, es bachiller en Ingeniería en Gestión Ambiental y un gestor que está dejando una huella necesaria para la protección de los bosques, la fauna silvestre y las áreas naturales protegidas.

Cuando el pasado 5 de setiembre recibió el Carlos Ponce, en la categoría “Guardaparque Destacado”, se lo dedicó a sus más de 700 colegas y evocó las enseñanzas de su padre, quien le enseñó a trabajar con pasión, empatía y a tener resiliencia.

Actualidad Ambiental conversó con este líder ambiental, quien además es fundador del Grupo Ambiental Nueva Amazonía (GANA), con el cuál él y sus compañeros han logrado concretar diversos proyectos sobre educación ambiental y participación activa de la ciudadanía. Gracias a estas iniciativas recibieron diversos premios, entre ellos el Premio Nacional Ambiental Antonio Brack.

[Ver además►“Soy capaz de cualquier cosa para proteger a mi comunidad y el territorio”]

Roger Alvarado recibió el Premio para la Conservación Carlos Ponce del Prado en la categoría “Guardaparque Destacado”. Foto: Profonanpe

¿Cómo te sentiste al recibir el premio Carlos Ponce?

Para mí es todo un orgullo recibir el premio Carlos Ponce para la conservación porque nos inspira a los guaedaparques a seguir trabajando por el bien de la conservación de las áreas naturales protegidas, en este caso la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana, en donde venimos contribuyendo en las actividades de vigilancia y control, educación ambiental, en el tema de turismo, manejo de los recursos naturales y en el tema de comunicaciones, que es fundamental para lograr los objetivos que nos trazamos.

¿Cuáles fueron tus inicios en esta labor?

Empecé como guardaparque voluntario en la Reserva Nacional Pacaya Samiria a través de un trabajo de manejo de quelonios acuáticos, con énfasis en la educación ambiental. Luego ya me hice guardaparque oficial en Allpahuayo Mishana donde he contribuido en las actividades de educación, cultura y ciudadanía ambiental, enmarcado en un proyecto llamado “Conociendo Allpahuayo Mishana”, donde destacábamos la importancia de la reserva como un atractivo turístico cerca de Iquitos.

¿Qué es lo más te gusta de ser guardaparque? 

Principalmente nosotros buscamos trabajar en bien de la conservación, ya sea a través de la educación ambiental y la promoción turística, revalorando la fauna amazónica, enfocándonos en una especie endémica como es la Perlita de Iquitos, y en otras actividades.

¿Cuáles han sido las limitaciones o dificultades que has tenido en esta labor?

Las limitaciones van más ligadas al tema de la difusión porque, al estar alejados de Lima, por ejemplo, nos cuesta más difundir los atractivos turísticos. Entonces, ante ello estamos trabajando más en las redes sociales donde llegamos a los visitantes turísticos que van a poder conocer de cerca la reserva.

¿Cuál es el mensaje que le darías a quienes quieren seguir tus pasos?

Les diría que trabajar en favor de las áreas naturales protegidas es muy importante para las generaciones futuras porque depende de nosotros cómo podemos enmarcar esto hacia una labor efectiva de conservación de la fauna silvestre, de conservación de los recursos naturales y, sobre todo, y muy importante, de revalorar la cultura amazónica.

 

 



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