¿Por qué es importante que los gigantes amazónicos Brasil y Perú ratifiquen el Acuerdo de Escazú?

Foto: Diego Pérez/SPDA

  • El Acuerdo regional de Escazú brinda una importante oportunidad para marcar una diferencia en los derechos de los defensores ambientales en América Latina y el Caribe.

Escribe: UICN Países Bajos

Es un momento crucial para la selva amazónica. Las comunidades que han sido parte de la región amazónica durante generaciones están tratando de defender su bosque contra actividades (ilegales) dañinas, como la minería, la ganadería y la tala. La deforestación de la Amazonía es amenaza su forma de vida, disminuye la biodiversidad y aumenta el cambio climático. El Acuerdo de Escazú brinda una importante oportunidad para marcar una diferencia en los derechos de los defensores ambientales en América Latina y el Caribe. Pero Brasil y Perú, que juntos cubren el 73 % del territorio amazónico, aún no han ratificado el tratado.

El Acuerdo de Escazú

El Acuerdo de Escazú es un tratado político vinculante en América Latina y el Caribe para mejorar el acceso a la información, la participación en la toma de decisiones y el acceso a la justicia en materia ambiental. Es el primer acuerdo ambiental en América Latina y el Caribe, y también es único a nivel mundial. Como primer tratado vinculante del mundo con disposiciones sobre activistas ambientales y de derechos humanos, es un instrumento innovador para la protección de la naturaleza y los derechos humanos.

El tratado entró en vigor en 2021 y hasta el momento lo han firmado 25 gobiernos. De ellos, 15 Estados han ratificado el texto: Antigua y Barbuda, Argentina, Belice, Bolivia, Chile, Ecuador, Guyana, México, Nicaragua, Panamá, San Vicente y las Granadinas, Saint Kitts y Nevis, Santa Lucía, Uruguay, y Granda[1]. En estos países, las obligaciones del tratado son exigibles a nivel nacional. Brasil y Perú firmaron el acuerdo, pero aún no ratificaron el texto.

Foto: Diego Pérez / SPDA

Perú y Brasil: gigantes amazónicos

La mayor parte de la selva amazónica se encuentra en Brasil: el 62 %. Perú es el segundo país con mayor extensión de Amazonía, aunque se trata de un fragmento mucho menor: 11 %. Juntos, estos países cubren el 73 % del territorio amazónico[2].

La deforestación en la Amazonia brasileña ha ido disminuyendo significativamente, con una impresionante caída de más del 60 % el año pasado[3]. Sin embargo, las comunidades de la región todavía experimentan las consecuencias de actividades humanas extractivas como la minería (ilegal), la ganadería y la tala. En Perú, todavía no hay señales de una caída en las tasas de deforestación[4].

Es importante que estos países ratifiquen el Acuerdo de Esazú, comparte Carolina Valladares, experta en Justicia Ambiental de UICN NL. “Es una oportunidad para que los gobiernos de Perú y Brasil puedan frenar la alarmante tendencia de destrucción acelerada de la selva tropical más grande que queda en el mundo y violencia contra sus habitantes”.

Defensores ambientales en Perú y Brasil

Los desafíos que enfrentan los defensores ambientales en Perú y Brasil son enormes. Además de la presión económica y política, enfrentan intimidación, violencia y, en algunos casos, son asesinados. Perú es uno de los países más peligrosos del mundo para los defensores del medio ambiente, ocupando el noveno lugar en el informe Global Witness 2021[5]. Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, 15 defensores ambientales han sido asesinados en Perú, dos de ellos en Madre de Dios.

En Brasil, 34 defensores perdieron la vida en 2022, frente a 26 en 2021[6]. A pesar de la disminución de la tasa de deforestación, los riesgos para las personas que defienden sus tierras todavía no parecen haber llegado a un punto de inflexión. Las políticas del expresidente Jair Bolsonaro “han socavado las instituciones ambientales y han impulsado invasiones ilegales de tierras indígenas”, según Global Witness (2023).

El actual presidente del país, Luiz Inácio Lula da Silva, tiene planes ambientales ambiciosos, incluida la mejora de la protección de los derechos ambientales, pero el Congreso brasileño no siempre se alinea con su política ambiental, lo que complica su implementación[7]. En mayo de este año, el presidente Lula envió el tratado al Congreso brasileño para su ratificación[8], pero hasta el momento esto no ha sucedido.

En ambos países amazónicos, grupos de la sociedad civil participan en plataformas para informar a las personas, promover su participación en las reuniones de la COP del Acuerdo de Ecsazú y abogar entre sus gobiernos para que ratifiquen el acuerdo[9] [10].

Foto: Diego Pérez / SPDA

Garantizar los derechos ambientales a nivel regional

Para proteger el trabajo de los defensores de los derechos humanos ambientales es esencial una política nacional eficaz que garantice sus derechos. Al mismo tiempo, las amenazas que enfrentan son a menudo transfronterizas, impulsadas por la creciente demanda global de productos básicos y causadas por empresas que operan internacionalmente y grupos de crimen organizado.

El Acuerdo de Escazú es uno de los primeros acuerdos que vincula directamente el medio ambiente con los derechos humanos. Entre otras cosas, el tratado contiene una cláusula específica que obliga a los estados a garantizar y facilitar la participación segura de los defensores de los derechos humanos ambientales en la toma de decisiones políticas y a prevenir amenazas y violencia.

“Al ratificar el Acuerdo de Escazú, los gobiernos de Perú y Brasil enviarán una importante señal al mundo de su compromiso de garantizar los derechos de los pueblos indígenas y los defensores del medio ambiente, y de proteger la Amazonía”, afirma Carolina Valladares.

Según Mongabay, expertos y abogados peruanos consideran el Acuerdo de Escazú una herramienta esencial para promover el acceso a la justicia en materia ambiental en su país[11]. La plataforma de noticias ambientales señala que durante la última década, denunciar violaciones de sus derechos territoriales se ha vuelto cada vez más riesgoso para los pueblos indígenas.

El poder del Acuerdo de Escazú reside en su enfoque regional. Mientras los dos gigantes amazónicos no estén obligados a implementar el tratado, los países más pequeños del Amazonas se quedarán en paz.

 

 

 

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[1] UNTC. (Updated October 2023). Regional Agreement on Access to Information, Public Participation and Justice in Environmental Matters in Latin America and the Caribbean.
[2] Statista. (2020). Distribution of the Amazon land area as of 2020, by country.
[3] The Guardian. (2023). Amazon deforestation falls over 60 % compared with last July, says Brazilian minister.
[4] Mongabay. (2023). Forest conservation efforts in Peru are failing across the board, study says.
[5] Global Witness. (2021). Last line of defence.
[6] Global Witness. (2023). Standing firm.
[7] Mongabay. (2023). The counterstrike: Brazilian Congress moves to block Lula’s environmental agenda.
[8] Swissinfo. (2023). Ministro del Brasil anuncia envío del Acuerdo de Escazú al Parlamento para ser ratificado.
[9] Escazú Ahora Peru.
[10] Movimento Escazú Brasil.
[11] Mongabay. (2022). “Aquí falta Perú”: organizaciones civiles e indígenas peruanos exigen ratificación del Acuerdo de Escazú en primera COP

 

 

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