- Mineros no tienen permiso para operar en el distrito de Balsas (Amazonas) y Fiscalía investiga el caso.
- Uso de dragas para la minería artesanal está prohibido por ley, debido al impacto que causan sobre los ecosistemas.
Escribe: Jimmy Leonardo
En las últimas semanas, una de las orillas del río Marañón, que limita entre Cajamarca y Amazonas, fue ocupada por ciudadanos de origen vietnamita que instalaron una draga —instrumento prohibido según la legislación peruana— para extraer oro, sin consultar previamente a los habitantes del distrito de Balsas y sin contar con la documentación pertinente. Además, autoridades del Gobierno Regional de Amazonas informaron a Actualidad Ambiental que ninguna empresa extractora de oro se encuentra formalizada en la región.
“Es la serpiente de oro, pero vinieron los ‘chinos’ a poner su draga”, lamenta Alex Tirado Cortez, ciudadano de Balsas, distrito ribereño del Marañón al que se llega después de seis horas manejando desde Cajamarca. El Marañón es llamado así por la novela de Ciro Alegría, en la que se alude a la forma serpenteante del río y al color dorado brillante que reflejan sus aguas al atardecer. El río en el que Alex nada desde pequeño es uno de los principales conectores de los Andes con la Amazonía, germina en la cordillera de Huayhuash y culmina en la región Loreto, donde el Marañón se une con el Ucayali y forman el río Amazonas. Sus aguas vienen cargadas de nutrientes y de peces que son parte fundamental de la economía de las poblaciones a lo largo de su recorrido.
“En las temporadas de cosecha se gana bien, pero luego las ganancias son bajas”, cuenta Tirado Cortez, quien al igual que todos los habitantes de Balsas se sorprendió por la aparición de la draga. “Ellos [mineros ilegales] querían manipular a la gente. Si ofrecen trabajo y van a pagar bien, mucha gente puede aceptar, porque la situación está jodida. Dijeron que no iban a contaminar, pero es mentira”, afirma el agricultor.
El balseño conoce las consecuencias de la minería ilegal porque, cuando era joven, trabajó para mineros artesanales a las orillas del Marañón. “Fue hace unos quince años”, recuerda. Alex Tirado se encontraba pescando cerca al río cuando fue abordado por dos personas que le preguntaron si quería trabajar, le ofrecieron veinticinco soles diarios, comida y una carpa. “Era bastante plata, no sabía ni lo que iba a hacer”, narra. Durante tres meses, el joven tuvo que separar el material residual del oro haciendo uso de mercurio sin ningún tipo de protección. Sin embargo, dejó el trabajo cuando su abuelo le dijo que los peces estaban muriendo por un líquido viscoso que había en el río. “Se aprovecharon de mí, era joven”, confiesa.
Tirado Cortez afirma que vio en la historia de WhatsApp de uno de sus vecinos un video de una draga y fue a confrontarlo. Su vecino le dijo que el “barco ya iba quedando”, él enfatizó que eso no era un barco sino una draga y que era ilícita. “Business son business” le respondió el hombre cuya identidad Alex Tirado no quiso revelar. “Empezaron a dividir a la gente [los mineros ilegales]. Algunos [de sus vecinos] me decían que no opinara, porque esto traería desarrollo. El desarrollo de la comunidad es bienvenido, pero la forma no fue la adecuada”, cuestiona el agricultor.
Al igual que Alex Soto, Clarisa Tirado, ciudadana de Balsas, mostró su disconformidad con la instalación de la draga en su distrito. “Le dije al señor ‘Benjamín’ que el agua del Marañón la usamos para todas nuestras actividades, desde ahí no me vieron muy bien [los mineros ilegales]”. Clarisa cuenta que los mineros ilegales intentaron contactarla cuando se percataron de que tomó una postura en contra, la “invitaron” a trabajar con ella, pero los rechazó. “Yo sé algo de minería y sé que esas máquinas van a traer contaminación. Me llamaron un par de veces, pero no contesté más. Sabía que eran ilegales”, narra Tirado mientras muestra su celular con las llamadas perdidas de ‘Benjamín’.
La llegada de ‘Benjamín’
‘Benjamín’ se hospedó el 31 de agosto de 2022 en Balsas, de acuerdo al registro del hotel Casa Blanca, y estuvo alojado hasta el 28 de septiembre. “Acá se han hospedado, son muy buenas personas. Solo ‘Benjamín’ hablaba español, el resto se comunicaba mediante su celular”, cuenta Yobana Hernández Muñoz, propietaria de Casa Blanca.
‘Benjamín’ le contó a la arrendadora que le “pusieron” ese nombre en Perú porque el suyo es muy complicado de pronunciar. El ciudadano vietnamita llegó junto a cinco compatriotas suyos y un ciudadano peruano. “El peruano era su chofer, de los otros: uno era su socio y los demás se encargaban de instalar la draga”, afirma Yobana Hernández.
Hernández Muñoz asegura que gran parte de los habitantes de Balsas “estaban encantados con Benjamín”, porque siempre preguntaba qué necesitaba el distrito e incluso ofreció ayudar con la iglesia en Chacanto que fue demolida. “También el esposo de una chica se accidentó y él sin conocerla la ayudó. Fue con ella y le dio 900 soles”, narra.
Clarisa Tirado y Romel Oyarce confirman lo dicho por Hernández Muñoz sobre los ofrecimientos de los mineros ilegales. “Dijeron que conforme sacaban el material iban a darnos una mensualidad de 15 mil soles para el pueblo. Así como construir la iglesia”, afirma Romel Oyarce Rojas, dueño de un complejo campestre en Chacanto, quien estuvo presente junto a Clarisa Tirado en una de las reuniones que ‘Benjamín’ realizó con la población de Chacanto, Limón, Balsas y Mendan.
Al respecto, el abogado de la organización Namati, Rubén Ninahuanca Rivas, declaró que los mineros ilegales suelen operar dividiendo a los habitantes de un poblado, comunidad nativa o campesina. “Persuaden a la gente ofreciéndoles trabajo o aportando dinero a la comunidad, obviamente algunos pobladores no están de acuerdo. Es ahí donde todo implosiona porque familiares o amigos están con los mineros. El conflicto se crea y ellos lo aprovechan”, afirmó el abogado especialista en derechos humanos vinculado a los pueblos indígenas de la Amazonía del Perú.
Al igual que Ninahuanca Rivas, el abogado de la Sociedad de Derecho Ambiental (SPDA), Jean Pierre Araujo, asevera que los mineros ilegales buscan tener la venia de la ciudadanía para recibir respaldo ante cualquier actividad de fiscalización o de control que puedan realizar las autoridades.
Romel Oyarce afirma que las reuniones surgieron porque ciudadanos de Balsas se percataron de la instalación de la draga en el Marañón. “Al principio no hubo conversación con nosotros, fuimos a pedir explicaciones y dijeron que venían a sacar oro y que iban a trabajar en las islas y no en el río”, declara el habitante de Balsas.
Oyarce acota que los vietnamitas se comprometieron a que se haga un análisis de agua antes, durante y después de su trabajo. “Nos convencieron de que no iba a haber contaminación [en el río], dijeron que a través de la tecnología no se contamina. La población se dividió: algunos estaban a favor, otros en contra”, afirma.
Sin embargo, estas actividades sí impactan sobre el ambiente, y así lo confirmó el ingeniero José Herrera Laurencio, miembro de la Dirección Regional de Energía y Minas (DREM) del Gobierno Regional de Amazonas. En conversación con Actualidad Ambiental, el especialista explicó que el uso de dragas está prohibido en Perú porque afectan a los ecosistemas donde habitan flora y fauna. “En el proceso de extracción del oro se utiliza mercurio, metal tóxico y perjudicial para el ambiente y la salud de los seres vivos. No solo contamina el agua y el fondo de los ríos, sino que puede llegar a las personas a través del consumo de los peces, que lo acumulan en su organismo”, enfatizó el funcionario.
Al escuchar lo dicho por el miembro de la DREM, Romel Oyarce dijo que la población solo aceptó la propuesta de los vietnamitas porque supuestamente no se iba a contaminar y se iban a retirar si se probaba que contaminaban. “Ellos dijeron que no usarían mercurio”, enfatiza.
Las promesas de ‘Benjamín’ quedaron constatadas en actas firmadas por él y habitantes de la zona que estuvieron en dichas reuniones, pero los entrevistados para este reportaje no quisieron compartir dichos documentos. No obstante, una fuente cuya identidad se mantendrá en reserva compartió una página de un acta realizada el 10 de setiembre, en donde se puede identificar el verdadero nombre de ‘Benjamín’: Ngo Van Duc, gerente general de Amazone Verde S. A. C.
Paso fugaz
Clarisa Tirado y Romel Oyarce cuentan que los mineros ilegales se reunieron primero con la Policía y autoridades locales. “Si el Estado no hace nada, nosotros qué podemos hacer. Si no estamos de acuerdo con los mineros nos pueden matar y arrojar al Marañón”, enfatiza Oyarce Rojas.
Actualidad Ambiental consultó a Pablo Maza Sánchez, alcalde distrital de Balsas, sobre este encuentro. El funcionario indicó que Ngo Van Duc se acercó a su oficina para invitarlo a una cena, junto con el comisario y la subprefecta Liz Antonia. “Le preguntamos en la cena lo que querían. Benjamín dijo que habían venido con la intención de sacar oro y mostraron documentación que dijeron era oportuna”, afirma el alcalde.
Durante semanas el alcalde no tuvo contacto con Ngo Van Duc, hasta que llegaron los comentarios sobre la instalación de un “barco de dos pisos”. “Fuimos a ver lo que sucedía junto a las rondas de Limón, pero solo me mostraban un documento en su celular. Luego distintos vecinos me dijeron que los vietnamitas se reunieron con gente de distintos poblados”, contó el burgomaestre.
Días después, el ciudadano vietnamita se acercó a la oficina del alcalde Pablo Maza para informarle que realizaría una reunión con las autoridades de Balsas y los otros poblados el 22 de septiembre. Maza Sánchez decidió llamar a la DREM de Amazonas, la Autoridad Local del Agua de Cajamarca y la Autoridad Regional Ambiental de Amazonas a fin de que comprueben la legalidad de la documentación presentada por los ciudadanos vietnamitas.
El 22 de septiembre, representantes de Amazone Verde S. A. C., encabezados por Ngo Van Duc, fueron abordados por funcionarios de la DREM de Amazonas, y verificaron el desarrollo del proyecto minero entre los distritos de Balsas (Amazonas) y Utco (Cajamarca). Asimismo, hicieron de conocimiento a los asistentes sobre la inviabilidad del uso de dragas porque, según el artículo 5 del Decreto Legislativo 1100, su uso está prohibido en la pequeña minería o minería artesanal en todos los puntos de aguas, ríos, lagunas, lagos, cochas y aguajales.
La noticia dividió aún más a los ciudadanos de Balsas. Clarisa Tirado y Romer Oyarce cuentan que, luego de la reunión del 22 de septiembre, los habitantes empezaron a acusarse de estar a favor de los vietnamitas o de ser mineros artesanales. “Se aprovecharon de nosotros”, reconoce Tirado.
Cabe resaltar que la instalación de la draga no fue la única ilegalidad que Amazone Verde S. A. C. cometió. Actualidad Ambiental pudo corroborar que la empresa que representa Ngo Van Duc se constituyó apenas el 1 de mayo de 2021, no cuenta con el Instrumento de Gestión Ambiental para la Formalización de las Actividades de Pequeña Minería y Minería Artesanal (Igafom) y tampoco se encuentra en el Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo).
De acuerdo con la Ley 31388, los mineros tienen plazo para formalizarse hasta el 31 de diciembre de 2024. En ese periodo pueden trabajar y operar los recursos sin pagar impuestos al Estado. Para acogerse a este sistema de adecuación, las mineras informales deben contar con el Igafom y encontrarse en el Reinfo, circunstancias que les permiten desarrollar actividades mineras. Deben, además, comprometerse a culminar el Proceso de Formalización Minera Integral.
“Nos sorprendió que la empresa Amazone Verde presente el proyecto cuando no tiene documentación alguna. Pretendía desarrollar el proyecto minero en el área autorizada a Constructora Pirámide E. I. R. L., cuya representante legal es Karina Agurto, que sí cuenta con el Reinfo”, afirma el director regional de Energía y Minas de Amazonas, Otto Díaz. Asimismo, la DREM de Amazonas comprobó que la draga solo fue instalada más no usada. “La empresa informó que la draga estaba en etapa de instalación, junto a mi equipo fiscalizamos el área donde se encontró el instrumento y pudimos corroborar lo dicho por el representante legal de la empresa”, aseguró José Herrera.
Según el portal del Ministerio de Energía y Minas (Minem), Constructora Pirámide E. I. R. L. puede desarrollar proyectos mineros en Las Lomas (Piura) y Chuquibamba (Amazonas). Sin embargo, esta empresa y Amazone Verde S. A. C. pretendían hacer el uso del Reinfo en Utco (Cajamarca), zona en la que no tienen permitido realizar actividad minera alguna.
“No pueden hacerlo en otra área, de realizarlo sería una actividad minera ilegal y es causal de exclusión del proceso de formalización. Suele pasar que algunas empresas o personas se inscriben, pero dan este documento a terceros para que se beneficien”, acotó el miembro de la DREM, José Herrera.
Al respecto, Jean Pierre Araujo indicó que la actividad realizada por ambas empresas sería totalmente ilegal. “Lo hecho por ambas empresas puede ser considerado como delitos ambientales que tiene una pena de 4 a 6 años. Mientras que la minería ilegal tiene una pena que va de 4 a 8 años”, afirmó el especialista. Asimismo, el letrado indicó que a la Constructora Pirámide E. I. R. L. se le podría iniciar un proceso administrativo que los excluya del proceso de formalización de manera definitiva. “También pueden ser encausados por facilitar o promover la minería ilegal”, finalizó.
Al ser consultado, la DREM de Amazonas indicó que el informe de fiscalización fue enviado a la DREM de Cajamarca, a la Fiscalía en Materia Ambiental (FEMA) de Chachapoyas y Cajamarca, así como a la Autoridad Nacional del Agua para que tomen las medidas correspondientes de acuerdo a ley. La FEMA de Cajamarca respondió a este portal que se abrió una investigación sobre el “uso de draga en el cauce del río Marañón” y que la misma se encuentra reservada.
Mientras tanto, los habitantes de Balsas todavía continúan consternados por el actuar de ‘Benjamín’ luego de la reunión del 22 de septiembre. “Tengo conocimiento que [Ngo Van Duc] había dicho que si la población no quería [la explotación de oro], iban a traer al Ejército y trabajar sí o sí. Pero no quería llegar a eso”, afirma Romel Oyarce.
Se tenía prevista una reunión el 20 de octubre en la que Amazone Verde S. A. C. presentaría otro plan de trabajo pero, el 27 de septiembre, Ngo Van Duc ordenó que la draga fuera desensamblada y dejó un documento a la subprefecta de Balsas dejando constancia del hecho. Un día después, el ciudadano vietnamita partió junto a sus demás trabajadores y no se despidió de ninguno de los habitantes a los que saludó diariamente durante su estadía. “Dijeron que se fueron. No se despidieron, solo se aprovecharon de nosotros”, lamenta Clarisa Tirado.
Actualidad Ambiental intentó comunicarse con Ngo Van Duc para obtener sus descargos sobre los hechos expuestos en este reportaje, pero hasta el cierre del mismo no recibió respuesta alguna.
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