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• “Nuestros principales pedidos son el cambio del Oleoducto Norperuano, una Comisión de la Verdad y la remediación de los daños producto de la actividad petrolera. Son demandas antiguas, pero que no se cumplen. Queremos algo concreto ya”, explica el dirigente indígena James Pérez.

Los conflictos en el circuito petrolero amazónico no son una novedad. La madrugada del 9 de agosto del 2020 -coincidentemente el Día Internacional de los Pueblos Indígenas- las instalaciones del Lote 95, ubicado en Bretaña (Loreto) fueron el escenario de un enfrentamiento entre ciudadanos indígenas y policías que dejó 3 fallecidos y más de una decena de heridos.

Los indígenas se encontraban protestando desde días antes exigiendo que se ejecute el plan de cierre de brechas, una deuda histórica con estos pueblos. Más de un año después de este trágico episodio, aún la investigación preparatoria no concluye y las demandas de los pueblos indígenas afectados por más de 50 años de actividad petrolera siguen sin ser atendidas de manera concreta.

Desde el 1 de octubre, el Lote 95 ha vuelto a ser escenario de protestas. Como parte del llamado “paro amazónico” en el circuito petrolero las comunidades nativas han tomado los Lotes 8, 67, 95 y 192, para impedir el paso del petróleo en un intento por obtener la atención de las autoridades del Gobierno central.

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Estas protestas abarcan tres provincias hasta ahora: Datem del Marañón, Requena y Loreto, con la participación de varias centenas de ciudadanos indígenas. “El paro es indefinido hasta que el Gobierno nos atienda y finiquitemos todo lo que hemos venido demandando desde hace años. Que las demandas aterricen ya en algo concreto. Por ejemplo, que se cree el fideicomiso indígena”, señala James Pérez, dirigente indígena de Bretaña en conversación con Actualidad Ambiental.

¿Cuáles son las demandas que motivan el paro amazónico?

El paro convocado por la plataforma indígena “Pueblos afectados por las actividades petroleras extractivas”, busca que el Gobierno priorice la atención a las demandas de las comunidades miembros de la mencionada plataforma. Estas demandas se centran en “el cambio del Oleoducto Norperuano, una Comisión de la Verdad y la remediación de los daños producto de la actividad petrolera”, además plantean la creación de un fideicomiso indígena que facilite la ejecución de sus pedidos sin “tanta burocracia”.

El apu James Pérez explica que se requiere un presupuesto de al menos 6 mil 200 millones de soles para ejecutar la reparación de daños producto de la actividad petrolera y brindar mejor calidad de vida a las comunidades afectadas. Este monto permitiría proyectos en salud, educación, seguridad alimentaria y otros servicios básicos.

“El Gobierno ya aprobó ese presupuesto, recomendado en el diagnóstico que se realizó previamente, pero lo están llevando a un plan multianual, que haría (por las trabas burocráticas) que recién en 30 o 50 años se ejecute todo ese presupuesto. Por eso, lo que queremos es que se cree un fideicomiso indígena para ese monto”, explica el dirigente.

Además, “hay agendas específicas, como la del Lote 95, el que estamos reclamando la redistribución del canon petrolero, para que quede el 30% en el distrito productor y 20% en la provincia. Esas son nuestras exigencias, y lo que hemos dicho es que no vamos a permitir más actividad petrolera si es que el Estado sigue pasando por agua tibia nuestras demandas. Si continua así no permitiremos que salga ni una gota de petróleo, porque ya no vamos a permitir el atropello que se da desde hace muchos años”, concluye James Pérez.

Por su parte, Jorge Pérez, presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), también se ha pronunciado sobre este paro a través de un video en redes sociales. El presidente de Aidesep llama al presidente Pedro Castillo y al ministro de Energía y Minas a “viajar a la zona, conversar y llegar a un acuerdo con los hermanos. Y un acuerdo que no tenga las características que tuvieron los Gobiernos anteriores de incumplimiento y de mecidas, queremos acuerdos que se vayan concretando en función a un calendario y presupuesto especifico. Son luchas justas que todos conocen”.

Los dirigentes indígenas señalan que el paro amazónico en el circuito petrolero en la Amazonía continuará de forma indefinida si no obtienen la respuesta que buscan de parte del Gobierno central, y piden a las autoridades “no encaminar ningún tipo de represión”.