Loreto: abejas sin aguijón amazónica, una oportunidad sostenible de bionegocio

Imagen: IIAP

  • Iniciativa desde el IIAP plantea la protección de esta especie bajo el aprovechamiento sostenible de su miel. Esto impacta de manera positiva en los bosques amazónicos.

Por Mario Ramos / mramos@spda.org.pe

 

Las abejas figuran entre los insectos más importantes del mundo porque son claves para la preservación de los ecosistemas y la producción de alimentos. Tres cuartos de las plantas del planeta son polinizados por animales, y un cuarto de los alimentos consumidos en el mundo dependen de los polinizadores; y, dentro de ellos, las abejas contribuyen con el 85 % de la polinización. Este insecto se caracteriza principalmente por su miel y juega un papel importante en la conservación.

Entre las diversas especies de abejas, existe una que ha sido ignorada durante décadas, pese a que guarda enormes secretos muy poco estudiados. Nos referimos a las abejas sin aguijón amazónica, una especie que está camino a ser revalorada gracias a un proyecto del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP).

En conversación con Actualidad Ambiental, César Delgado del IIAP, explica que este proyecto nació en el 2017, con la finalidad de mejorar el proceso productivo y artesanal de la crianza de abejas nativas en comunidades indígenas y rurales. Para ese entonces, la producción de miel de abeja en la Amazonía era de forma artesanal. Al pasar de los años, el proyecto además fue adquiriendo un enfoque de sostenibilidad.

En la actualidad, en el Perú se viene criando abejas sin aguijón de forma tecnificada en 14 departamentos como San Martín, Cusco, Amazonas, Madre de Dios, Loreto, etc., especialmente en comunidades rurales e indígenas de las etnias awuajún, asháninkas, ticunas y kukama kukamiria.

Proceso de extracción sostenible

Tradicionalmente el poblador amazónico solía cortar el árbol para extraer la miel, y algunos otros recuperaban y trasladaban el nido de las abejas junto al tronco hasta las partes bajas del piso o por debajo del techo de sus casas donde, tras cumplir un año, el nido finalmente daba su primera producción de miel. Sin embargo, tras investigaciones del IIAP, esta técnica se ha mejorado.

César Delgado comenta que el IIAP va hacia las comunidades y realiza la recuperación del nido (nidos deteriorados, abandonados en el bosque, o antes de la quema de una chacra), y posteriormente -a través de una técnica especial- son divididos y trasladados hacia las cajas racionales que han sido previamente adaptadas para esta especie. Estas cajas están hechas de maderas sin olor ni sabor como el tornillo y capirona, debido a que otro tipo de madera o material no permitiría que esta especie desarrolle su nido.

“El IIAP ha desarrollado una técnica de división de nidos. Con esta técnica se puede obtener, en un año, con los todos los cuidados necesarios, hasta 16 nidos de uno solo, y ya no tienes que ir al bosque en busca de más nidos ni talar más árboles para obtenerlos. Hay muchos casos exitosos en el que algunos meliponicultores han logrado tener de un solo nido hasta 100 nidos”, afirma el especialista.

En la forma de crianza artesanal, en pedazos de tronco, las abejas suelen producir la miel hasta en un año. Sin embargo, gracias a las técnicas del IIAP, más el cuidado de los meliponicultores, la primera producción suele darse a los 7 meses; posterior a esta primera producción, el ciclo regular de la cosecha de la miel se da cada 3 meses.

Al inicio se tenía dudas sobre si la calidad de la miel producida en 3 meses tendría los mismos componentes que la miel producida un año de forma natural. Tras las investigaciones del IIAP, se concluyó que ambas compartían las mismas propiedades, a excepción de pequeñas variaciones, pero la miel ya estaba lista para ser cosechada.

Con estos estudios científicos, en un año se puede lograr hasta 4 cosechas de 1800 mililitros a 2 litros por caja racional cada 3 meses, lo que antes solía hacerse en un año en su hábitat natural. De esta forma se aprovecha al máximo este recurso, evitando la deforestación de bosques.

Por la capacidad de polinización que tienen las abejas sin aguijón, ayudan a proteger los bosques, en la restauración de ecosistemas y recuperación de áreas degradadas, lo cual contribuye a la captura del CO2; además, mejoran la oferta de alimentos en cantidad y calidad en los sistemas agrícolas.

Desde estas perspectivas, la crianza de abejas nativas sin aguijón (meliponicultura) practicada de forma tradicional por las comunidades indígenas, y ahora de forma tecnificada, se han convertido en actividades importantes de mitigación y adaptación de las comunidades al cambio climático.

Crianza de abejas en la comunidad Ashanika de Marontuari – Cuzco. Foto: IIAP

Propiedades medicinales

A nivel mundial, la miel más consumida es aquella producida por las abejas melíferas, una especie invasiva introducida desde África y que se ha extendido por toda Sudamérica. La diferencia de esta especie, en comparación con las abejas sin aguijón amazónicas, se encuentra en la calidad de la miel.

La miel de la abeja sin aguijón amazónica es más ligera y menos espesa, con un cierto toque cítrico. Durante muchos años esta ha sido utilizada por diversas comunidades indígenas para tratar y curar distintas enfermedades, por su alto contenido de nutrientes, vitaminas y minerales. Incluso, comunidades de las etnias awuajún y ticuna mencionan que utilizan la miel cuando los niños se encuentran débiles o bajos en energía; además, muchos de estos grupos étnicos indican que la usan hasta para curar la impotencia sexual.

¿Pero de dónde obtiene la abeja nativa estas propiedades? La respuesta está en que esta especie recolecta el néctar de una gran diversidad de plantas, y este néctar es depositado en potes (recipientes) construidos con las resinas y aceites que obtienen del bosque, que tradicionalmente son usados por las comunidades en la medicina. En el caso de la abeja Melipona eburnea, esta recolecta el néctar de más de 100 especies de plantas, y resinas de más de ocho especies medicinales, entre ellas la sangre de grado, copaiba, copal, achiote, etc.

“Las comunidades nativas como los ashánincas mencionan que curan y tratan 15 tipos de enfermedades tan solo con miel de abeja amazónica, mezclándolo con plantas medicinales. Respecto a esta afirmación, el IIAP, en conjunto con Amazon Research International, ha investigado los metabolitos de esta miel, teniendo como resultado en promedio 140 metabolitos secundarios en la miel de abejas nativas de la Amazonía sin aguijón, entre antinflamatorios, bactericidas y antioxidantes, incluso se ha llegado a encontrar moléculas anticancerígenas y también para tratar el VIH. Ahora nos encontramos en la segunda etapa de esta investigación, y lo que vamos a hacer es probar en laboratorio todos estos efectos”, afirma el investigador.

Crianza de abejas nativas sin aguijón en caja racional dentro de uns sistema agroforestal de camu camu. Foto: IIAP

Casos de éxito

Cerca a Nauta existe una pequeña comunidad llamada San Francisco, perteneciente a la etnia kukama, ubicada a orillas de río Marañón. En ella vive Heriberto Vela, quien hasta la fecha, con la asistencia del IIAP, ha logrado reproducir hasta 80 nidos de abejas. Gracias a que por la zona transitan muchos cruceros de lujo, y en coordinación con operadores turísticos, han logrado que estos barcos realicen paradas en dicha comunidad para realizar tours en donde conocen la diversidad de abejas sin aguijón y el proceso de producción de la miel. Ahora los turistas no solo consumen la miel de abeja, sino también pueden adquirir distintas artesanías que el pueblo produce, lo cual genera una economía sostenible. Esta experiencia busca ser replicada en otras comunidades de la región Loreto y del país.

Datos:

  • Según el último estudio del IIAP, de 10 mil soles que gana un productor por hectárea de camu camu, se ha determinado que cuatro 4500 de esa cantidad se lo deben a las abejas. En conclusión, el camu camu depende en un 45 % de las abejas.
  • El precio de la miel de abeja sin aguijón ha incrementado gracias a los últimos descubrimientos. En Loreto, la botella solía costar 15 soles, pero ahora vale 70 soles. En Tingo María la botella suele llegar a costar hasta 200 soles.
  • El IIAP preside el grupo nacional de polinizadores del Perú, que busca la aprobación de la propuesta de ley sobre las abejas nativas sin aguijon, la cual es una ley que modifica a la actual ley que promocionaba la producción de miel con la especie de Apis mellifera. Dicha propuesta fue aprobada en la Comisión de Agricultura y ahora está a la espera que el proyecto pase al pleno y pueda ser aprobada.
  • El IIAP junto a las ONG y entidades como BIOAMAZ, IWIRATI-MAMA, AMAZON FOREVER, RACOL, BIOCORREDOR MARTIN SAGRADO y CEDE, hacen esfuerzos para difundir la crianza de las abejas amazónicas sin aguijón.

 



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