La COP20 de Lima entra en su fase final aún sin visos claros de acuerdo. Hoy debería ser su clausura y, según la agenda, deberíamos contar con una Decisión de los países que avance hacia mayores compromisos climáticos globales. Sin embargo, aún hay muchos temas en discusión dentro de la propuesta de Decisión. Por ello, es muy probable que las discusiones continúen toda la noche e incluso parte del fin de semana.
Mientras contienen la respiración, aquí les explicamos cinco de los temas más discutidos en la COP20:
Escribe: Pablo Peña / SPDA
1. Producir un documento con las opciones para el eventual nuevo Acuerdo de París:
¿Qué es esto? En la COP 17 en Durban, los países decidieron que deberían acordar un nuevo tratado internacional de cambio climático basado en la Convención durante la COP 21 que se celebrará en París en el 2015. La idea es que este eventual Nuevo Acuerdo de París entre en vigencia en el año 2020. Buscar llegar a este consenso es el mandato principal del Grupo Ad-Hoc de la Plataforma de Durban para la Acción Reforzada (ADP, por sus acrónimos en inglés), que tiene dos co-presidentes que están liderando la discusión, facilitada por la Presidencia peruana de la COP 20. En Lima debería aprobarse un esquema consensuado borrador con los elementos básicos del acuerdo que permita avanzar en las negociaciones en todo el año 2015 que Perú seguirá presidiéndolas.
En debate: Esta es la prioridad mayor de la COP 20 en Lima pero una de las más difíciles de acordar. Los países buscan que el eventual Acuerdo de París sea legalmente vinculante (obligatorio), que esté basado en la Convención y que deba respetar sus principios, como el de Responsabilidades Comunes pero Diferenciadas. Justamente, este es uno de los puntos más álgidos de debate, donde los países desarrollados buscan ajustar el principio para permitir más aportes de los países en vías de desarrollo. En esto, se apoyan en un sistema de Contribuciones Nacionales Determinadas que sea obligatorio para todos (responsabilidad común) pero que cada país determine cómo lo hará (responsabilidad diferenciada y soberanía nacional), con un sistema de monitoreo uniforme internacional, y algún tipo de revisión frecuente cada 5 o cada 10 años. Por otro lado, uno de los grandes temas también en debate es cómo hacer para que los países no esperen a la entrada en vigencia en el 2020 del eventual Acuerdo de París para comenzar con acciones aceleradas de mitigación al cambio climático.
La idea es salir de Lima con una decisión que ponga los elementos claros sobre los que se discutirá en la COP 21 un eventual Acuerdo de París, incluyendo los elementos relacionados con financiamiento, Contribuciones Nacionales Determinadas, el Mecanismo de Pérdidas y Daños, entre otros.
2. Viabilizar las Contribuciones Nacionales Determinadas:
¿Qué es esto? Los países decidieron en la COP 19 de Varsovia que, en adelante y antes de la COP 21 en Paris, todos los miembros de la Convención debían definir y hacer públicas sus contribuciones nacionales para mitigar el cambio climático.
Un país miembro de la Convención puede incluir diferentes temas en un sus Contribuciones Nacionales Determinadas (o INDC por sus acrónimos en inglés). Por ejemplo, un país puede comprometerse a alcanzar una meta de reducción de emisiones en un período determinado, así como a desviarse de sus actuales tendencias de emisiones y salir de su escenario de “business as usual”. Todo esto debería ir acompañado de información complementaria como el año que se utiliza como base, los sectores productivos que se cubrirán, una metodología para hacer los inventarios de gases de efecto invernadero, entre otras.
En debate: Se espera que las Contribuciones Nacionales Determinadas formen uno de los pilares del nuevo Acuerdo de París, amarrado a un buen sistema para monitorearlos de alguna forma. Por eso, dos temas principales en la COP 20 de Lima sobre los INDC son: si debe haber mayor guía de la Convención sobre cómo elaborarlos y qué deben contener, y si debe haber y cómo un sistema para supervisarlos o evaluarlos. Esto se relaciona íntimamente con el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas que se consagró en la Convención y sobre el cual muchos países en vías de desarrollo se apoyan para insistir en que sus compromisos en los INDC estén supeditados a la disponibilidad financiera y técnica que les brinden los países desarrollados.
Además, muchos países, particularmente aquellos en vías de desarrollo, quieren que las contribuciones nacionales determinadas no sólo abarquen acciones de mitigación, sino también aquellas de adaptación al cambio climático.
3. Aclarar el financiamiento climático
¿Qué es esto? El Fondo Verde del Clima, formalmente establecido en la COP 16 de Cancún, está pensado en ser el centro global del financiamiento para actividades climáticas. A este se le suma un fondo enfocado en las acciones de adaptación.
Hasta la fecha, el Fondo Verde del Clima ha podido comprometer un poco más de 10 mil millones de dólares de diversos países, incluido recientemente el Perú y Colombia con 6 millones cada uno y México con 10 millones. Esto, sin embargo, está aún lejos de la meta propuesta por los técnicos (informal) de 100 mil millones de dólares al año. La idea es que el Fondo Verde del Clima sea una pieza clave en el componente de apoyo de los países desarrollados a los países en vías de desarrollo, financiando las actividades de mitigación y, eventualmente, adaptación de estos últimos.
En debate: el tema del financiamiento es probablemente el segundo tema más importante en discusión en la COP 20 de Lima. Muchos de los países demandan más claridad sobre dos puntos principales: predictibilidad de los aportes al fondo y una guía más clara sobre cómo acceder a ellos y qué actividades financiará. Sobre esto, el staff del Fondo Verde del Clima explicó en un evento paralelo, que ya se encuentra en funcionamiento y que ya están trabajando en procedimientos para permitir que los actores puedan acceder a ellos. Además, precisaron que ya tienen un sistema para financiar acciones de preparación para REDD+ basado en resultados (carbono que comprobadamente se dejó de emitir).
4. Fortalecer el Mecanismo de Pérdidas y Daños
¿Qué es esto? Este mecanismo, creado en la COP 19 de Varsovia, busca hacer frente a las pérdidas y los daños que ocurren en países en vías de desarrollo por impactos del cambio climático, como los eventos extremos y aquellos que se desarrollan más lentamente pero que son igual de graves. Este mecanismo parte de la lógica que hay límites a la adaptación y que habrán muchas circunstancias en las cuales los países y sus ciudadanos no podrán evitar muchos daños por causa del cambio climático.
Como fue concebido, el mecanismo de pérdidas y daños tiene 3 funciones. La primera es ayudar a entender cuáles son las mejores formas de gestión de riesgos. La segunda función es fortalecer el diálogo y la coordinación entre diferentes actores sobre la implementación de acciones para hacer frente a los daños y pérdidas asociados a los impactos del cambio climático. Y, finalmente, la tercera función de este mecanismo es mejorar la acción, así como el apoyo financiero, tecnológico y de capacidades para hacer frente a estos impactos.
En debate: Un primer tema discutido en la COP 20 en Lima fue determinar un plan de trabajo y un comité ejecutivo que aceleren el trabajo de este mecanismo de pérdidas y daños. Sobre esto se dice que ya las partes habrían podido avanzar hacia un consenso. Sin embargo, los países en vías de desarrollo están insistiendo en colocar el Mecanismo de Pérdidas y Daños como un tema expreso dentro del eventual Acuerdo de París, a lo que varios países desarrollados se oponen.
Otro tema es el financiamiento para este mecanismo. Sobre esto, muchos países, principalmente aquellos en vías de desarrollo, insisten en que los fondos para este mecanismo sean claramente distintos a aquellos destinados a la adaptación al cambio climático. Justamente, una de las demandas de estos países, y en particular los países insulares que son los más vulnerables al cambio climático, es que haya ya mismo una forma de acceder a financiamiento y apoyo técnico para acciones rápidas relacionadas con daños a los que no se puedan adaptar.
5. Salvaguardas y sistemas diferentes al mercado para el mecanismo de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación – REDD+:
¿Qué es esto? Este mecanismo nació como una propuesta de Costa Rica y Papúa Nueva Guinea en el 2005 para incluir la lucha contra la deforestación en países en vías de desarrollo dentro del marco de las acciones de la Convención. La idea era bastante simple: si la deforestación emite grandes cantidades de gases de efecto invernadero, entonces detenerla sería una forma eficiente de mitigar los efectos del cambio climático.
REDD+ ha avanzado mucho desde que apareció en las COP. REDD+ adquirió reconocimiento formal en la COP 13 dentro del llamado Plan de Acción de Bali y las subsecuentes COP ampliaron el concepto para incluir la conservación y manejo sostenible de los bosques, como quedó establecido en la COP 16 a través de los llamados Acuerdos de Cancún. Es en esta última que hace su ingreso formal un llamado para que, al implementar REDD+, los países eviten perjudicar los ecosistemas o los derechos de poblaciones locales—las salvaguardas—y que comuniquen los sistemas que usarán para cumplir con estas precauciones. Finalmente, en la COP 19 los países adoptaron detalles técnicos para hacer operativo REDD+ dentro del llamado Marco para REDD de Varsovia.
En debate: Esta COP 20 debía avanzar principalmente en dos temas sobre REDD+: salvaguardas y mecanismos diferentes al mercado.
En relación con las salvaguardas sociales y ambientales para REDD+ las partes debaten si la COP debería dar una guía más clara para implementar sistemas de salvaguardas o si es suficiente con lo que ya hay descrito y cada país determinará.
En relación con mecanismos diferentes al mercado para REDD+, Bolivia insiste con que REDD+ no esté basado en un mercado de carbono porque los bosques producen una serie de servicios ecosistémicos más allá del sólo almacenamiento de CO2 y para no hacer de la naturaleza un “commodity”. Otras partes argumentan que lo óptimo sería impulsar una lógica de mercado pero que nada obsta para que Bolivia u otro país, si así lo quiere, implementen nacionalmente una forma de REDD+ no centrada en mercado.
En ninguno de estos dos temas se ha podido llegar a un acuerdo y la discusión se ha empujado para el próximo año. Muchos consideran esto un fracaso porque evita tener todas las herramientas claras para implementar de forma completa REDD+.
Debe estar conectado para enviar un comentario.