Aprueban por insistencia la Ley de Guardaparques: un respaldo a la labor de los custodios de la biodiversidad

Foto: Diego Pérez / SPDA

  • Por unanimidad, el Congreso de la República aprobó por insistencia la Ley de Guardaparques del Perú, norma que reconoce los derechos laborales de más de 800 mujeres y hombres que cuidan las áreas naturales protegidas del Perú.

Los responsables de cuidar las áreas naturales protegidas (ANP) ya cuentan con el reconocimiento laboral que amerita el cargo que desempeñan. Con la votación por unanimidad de los 106 congresistas que asistieron al pleno del 13 de marzo, se aprobó por insistencia la Ley de Guardaparques del Perú. La aprobación de esta ley reconoce sus derechos laborales (14 remuneraciones al año, compensación por tiempo de servicio, etc.) y regula la jornada laboral atípica que desarrollan en zonas alejadas y, en algunos casos, de conflicto.

El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) destacó la aprobación de la ley que “reconoce y profesionaliza la ardua labor que día a día cumplen los y las guardaparques encargados de la conservación de 76 Áreas Naturales Protegidas del país.”

Cabe recordar que los parlamentarios votaron por el dictamen recaído en los proyectos de ley 5755/2023-CR y 6275/2023-CR el pasado 14 de diciembre. Sin embargo, el Ejecutivo observó, el 25 de enero, la autógrafa argumentando aspectos relacionados con la Autoridad Nacional del Servicio Civil (Servir), los cuales no mencionaban las particularidades de las jornadas laborales de los guardaparques.

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En el documento, firmado por la Presidenta de la República, Dina Boluarte, y el entonces primer ministro, Alberto Otarola, se hizo una comparación con otros servidores públicos que trabajan 48 horas a la semana, mientras que algunos guardaparques pueden seguir un esquema de trabajo de 22 días en su puesto de control y área asignada, con 8 días de descanso al mes. Tampoco se tomó en cuenta las zonas en las cuales trabajan los custodios de la biodiversidad: de difícil acceso y de alto riesgo.

“Los guardaparques son la primera línea de custodia y protección de nuestro patrimonio natural. Ellos educan, están en todo nuestro país realizando monitoreo y supervisión, en zonas de alto riesgo. Esto genera particularidad y excepcionalidad en su labor. No hablamos de personas que tienen un horario o una función específica de gabinete, sino de personas con condiciones y en situaciones diferentes. La jornada laboral demostró que necesitaban un régimen diferente,” destacó Silvana Baldovino, directora del Programa de Biodiversidad y Pueblos Indígenas de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA).

Por su parte, la congresista Ruth Luque, presidenta de la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, Ambiente y Ecología, recordó que para el desarrollo de la ley se llevaron a cabo reuniones de trabajo en la comisión que preside y la de Trabajo y Seguridad Social. “En ellas participó el Ministerio del Ambiente (Minam) con su equipo técnico, el sindicato (de guardaparques), y también Servir,” comentó la congresista a Actualidad Ambiental. 

“El Minam desde el inicio expresó la importancia de esta iniciativa y su conformidad en la creación de un cuerpo de guardaparques, y con precisiones propias del trabajo que hacen los guardaparques”, agregó la parlamentaria, quien en su alocución en el último pleno, resaltó la presencia de población indígena que trabaja como guardaparque.

Reconocimiento

Son casi 30 millones de hectáreas que los 808 guardaparques del Sernanp deben custodiar, entre el mar, montañas, desiertos, árboles milenarios y aguajales de la Amazonía peruana, donde habitan miles de seres vivos. Su presencia en cada uno de estos espacios de diversidad biológica es indispensable para su conservación: patrullan, informan actividades que causen o puedan causar impacto en las ANP, controlan el ingreso de visitantes, entre otras actividades.

“Un guardaparques es una autoridad”, sostuvo Víctor Zambrano, presidente del Comité de Gestión de la Reserva Nacional Tambopata, quien desde los diferentes espacios en que participa viene “buscando esas alternativas que permitan que el guardaparque asuma su responsabilidad, pero con todos los derechos, como autoridad”.

“Para nosotros es vital reconocer los derechos de un guardaparque porque va a garantizar en el tiempo la seguridad de que esa área natural protegida se va a mantener y no se va a destruir”, añadió.

Incentivo

Diferentes testimonios de guardaparques señalan que muchas de las personas que ingresaban a trabajar en las ANP se mantenían por poco tiempo. Las condiciones laborales no eran atractivas y al encontrar una mejor propuesta de trabajo optaban por renunciar. A pesar de los conocimientos aprendidos manejando equipos de GPS, dron, cámaras trampa, etc., la remuneración no era lo suficientemente atractiva para quedarse.

Con la Ley de Guardaparques del Perú, que contiene veintidós artículos, cuatro disposiciones complementarias finales y una disposición complementaria modificatoria, se espera que esta situación cambie, pues además reconoce una asignación por servicio en zona de frontera o zonas de difícil acceso o alto riesgo, además de subsidio por sepelio y luto en caso de fallecimiento en cumplimiento de sus funciones.

En esa línea, Silvana Baldovino concluyó que “el reconocimiento de derechos laborales de los guardaparques mejorará la gestión y monitoreo de las ANP. Además incentivará a más personas a vincularse a esta carrera profesional”.

Tareas pendientes

A través de un pedido de Acceso a la Información Pública, la SPDA pudo conocer que hasta febrero de 2024 laboraban 808 guardaparques en todo el Perú. Además, existen cuatro ANP que no tienen ningún guardaparque. Con la reciente ley inicia una nueva etapa en la protección de la biodiversidad del Perú.

 



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