- Hombres y mujeres de la comunidad Seis Hermanos, en Alto Nanay, se han organizado bajo el liderazgo de la defensora Marcelina Angulo para resguardar sus ríos del incremento de dragas dedicadas a la extracción ilegal de oro.
Por Angela Rodriguez / arodriguez@spda.org.pe
Cada día y noche, con sol y lluvia, resguardados solo con mosquiteros, carpas y plásticos, un grupo de hombres y mujeres de los seis anexos que tiene la comunidad Seis Hermanos -ubicada en la cuenca del Pintuyacu a más de cuatro horas de viaje fluvial desde la ciudad de Iquitos- se turnan para vigilar el paso de embarcaciones a fin de detectar aquellas que transportan insumos destinados a abastecer a la minería ilegal. Su propósito es impedir el avance de las dragas en las cuencas del Chambira y Pintuyacu, para evitar que los mineros ilegales se apoderen de estas como ya lo han hecho con el Nanay, aseguran.
“Nosotros estamos organizados para hacer nuestra vigilancia por el cuidado que debemos tener frente a esta nueva amenaza que es la minería ilegal. Para cuidar nuestro recurso maderable, la fauna y el agua. Porque si nosotros no cuidamos esa agua, entonces ¿cómo vamos a vivir?”, explica Marcelina Angulo, defensora ambiental que lidera un grupo de 68 vigilantes comunales.
Es con este objetivo en común de proteger su fuente de agua, bosques y recursos naturales, que los vigilantes comunales resguardan todos los días la cuenca del Pintuyacu para evitar que las dragas se apoderen de esta y del Chambira, cuenca que alimenta con sus aguas a la primera. Hasta la fecha se estima la presencia de cinco dragas en el Pintuyacu y tres en el Chambira, según un reporte del Grupo Técnico Contra la Minería Ilegal de Loreto.
“Casi todos los de la comunidad somos vigilantes, varones y mujeres. Las veinticuatro horas hacemos la vigilancia, vemos cada bote que pasa por aquí para identificar los que trasladen materiales para la minería y detenerlos. Solo vamos a dejar de hacer eso cuando nuestra cuenca se limpie de la minería, porque si no ¿qué agua le dejaríamos a nuestros niños?”, explica uno de los vigilantes comunales de Seis Hermanos cuya identidad pide mantener anónima por temor a represarías de parte de los mineros ilegales que ya han amenazado de muerte en varias oportunidades a al menos 28 vigilantes.
Vigilantes resisten la violencia de la minería ilegal
Marcelina y los vigilantes comunales del Pintuyacu resisten el violento avance de la minería ilegal en Alto Nanay a pesar de haber sido atacados hasta en cuatro ocasiones y de haber recibido múltiples amenazas de muerte. “Sé dónde vives, sé que vives en la esquina de una quebrada, sé cuánta familia tienes ahí, te voy a dar donde más te duele”, es una de las amenazas en mensaje de voz que ha recibido Marcelina Angulo, quien teme por su vida.
“Desde el primer momento en que nosotros hemos intervenido embarcaciones con esas cosas ilegales, han empezado las amenazas contra los vigilantes, contra mí”, asegura.
Aumentan las dragas en Alto Nanay
Como se recuerda, desde mediados de 2019 se reportaron denuncias del incrementó de dragas -embarcaciones equipadas para extraer oro del lecho del río mediante el vertido de mercurio- en la cuenca del Nanay, la cual es fuente de agua de más de medio millón de personas que viven a lo largo de su ribera, incluidos los habitantes de Iquitos. Con el paso de los años estas dragas se han apoderado del Nanay y hoy se extienden con fuerza hacia los ríos Pintuyacu y Chambira.
Solo en el Nanay se identificaron 22 puntos con balsas mineras en enero de este año, según un último informe del Proyecto Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP). Todos estos hallazgos se ubican dentro del área de conservación regional Alto Nanay Pintuyacu Chambira. La situación en esta cuenca es tan grave que el paso hacia la parte alta -donde se encuentran las dragas- está restringido. “Si te ven que no eres de la zona y quieres pasar: te disparan”, advierte la defensora Marcelina Angulo.
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