- Comunidades indígenas se encuentran alejadas. Además, la destrucción de las carreteras y la falta de red de telefonía e internet dificultan la comunicación.
Más de 2400 personas damnificadas y más de 3000 afectadas ha dejado el terremoto que remeció el nororiente de la Amazonía peruana el pasado 28 de noviembre. El epicentro, según ubicó el Centro Sismológico Nacional, tuvo lugar a 98 kilómetros al Este de Santa María de Nieva, en el departamento de Amazonas, territorio habitado por los pueblos indígenas awajún y wampis (16% de la población) en el que la pobreza alcanza al 30% de hogares y solo el 1.4% de cuenta con conexión a internet.
Esta falta de conectividad dificulta el conocer la totalidad de daños de forma rápida. “La comunidad más lejana está a dos días a pie” y sin carreteras para ir se vuelve imposible saber con rapidez la situación de las comunidades que no tienen conexión por telefonía”, comentó Carlos Alberto Yankikat, alcalde del distrito de El Cenepa, en una entrevista para RPP.
El sismo de magnitud 7.5 grados se registró a las 5:50 de la mañana del domingo y pasaron horas para empezar a tener noticias de los daños ocurridos en Amazonas. Una de las primeras imágenes en dar cuenta del impacto del sismo mostraba la torre de la iglesia de Jalca Grande, patrimonio histórico del Perú que data del siglo XVI, en la provincia de Chachapoyas, desplomada.
A más de 24 horas de ocurrido el sismo, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) ha reportado daños en la infraestructura de 32 establecimientos de salud y el colapso de uno de estos. También fueron afectados 13 locales comunales, 24 templos, 10 oficinas públicas, tres locales comerciales y dos miradores turísticos en Amazonas.
A ello se suma el daño en carreteras a causa de deslizamientos de rocas y tierras que iniciaron con el movimiento telúrico. Esto agudiza más los problemas de conexión en estas zonas. Se estiman hasta el momento 5 kilómetros de carreteras afectadas, de los cuales 1.5 km se encuentran totalmente destruidos.
Piden política de prevención y atención intercultural
Aunque hasta el momento se desconoce el impacto del terremoto en todas las comunidades nativas, la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Amazonía Peruana (Aidesep) se pronunció a través de sus redes sociales pidiendo al Gobierno priorice la atención a los ciudadanos indígenas awajún y wampis.
Asimismo, desde esta organización indígena proponen la implementación de una “política de prevención y atención intercultural para estar preparados ante este tipo desastres naturales, y otros como aluviones e inundaciones”, señala Segundo Chuquipiondo, asesor de prensa y comunicaciones de Aidesep.
“En el caso agrícola, el Estado peruano tiene una política de atención de un seguro agrario. En el caso de los pueblos indígenas cuando pierden sus sembríos o sus casas, ¿cómo les devuelven o de qué manera el Estado les apoya para que recuperen lo perdido en un desastre natural? Eso no está claro y es parte de la exigencia de Aidesep para que se genere una política de prevención y atención a los pueblos indígenas frente a estos desastres naturales”, explica el comunicador indígena.
“Vamos a ver de qué manera levantamos esas casas”
El presidente Pedro Castillo llegó hoy en la mañana al distrito de Jalca Grande, en Chachapoyas, considerada hasta ahora como la provincia con más daños ya que el 70% de la población en esta zona sufrió daños materiales, además de las otras provincias de Amazonas. El mandatario, en compañía de los ministros de Vivienda, Transporte y Comunicaciones, y los jefes de Indeci y el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, se comprometió a garantizar ayuda humanitaria y la reconstrucción del distrito y las otras zonas afectadas.
“Vamos a ver de qué manera levantamos esas casas que están caídas”, manifestó y pidió a los damnificados no regresar a sus casas para evitar tragedias ante posibles réplicas. Además, adelantó que trabajarán en la construcción de puentes para que, durante la época de lluvias, las comunidades no quedan aisladas.
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