Temporada de avistamiento de ballenas: 10 consejos para un turismo responsable
- De julio a octubre, el norte del Perú nos regala un maravilloso espectáculo natural: la llegada de las ballenas. En este artículo te compartimos 10 consejos para seguir disfrutando de esta experiencia única de manera sostenible.
viernes
25 de julio, 2025

Fotografía: Silvia Pérez
Por: Cristel Cordero (ccordero@spda.org.pe) y Juan Carranza (jcarranza@spda.org.pe) / Programa Gobernanza Marina – SPDA
Cada invierno austral, cientos de ballenas recorren miles de kilómetros desde las frías aguas de la Antártida –donde se alimentan principalmente de krill– hacia la región tropical del Pacífico Este para su reproducción y descanso, y el mar peruano es uno de los protagonistas de su ruta migratoria.
Entre los meses de julio y octubre, la costa norte del Perú se transforma en uno de los escenarios más privilegiados del continente para el avistamiento de especies como las ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae). Estas gigantes se acercan a las costas de Piura y Tumbes en busca de aguas cálidas y tranquilas para dar a luz, convirtiendo esta zona en un área importante para el nacimiento y la crianza de nuevas generaciones.
El avistamiento de ballenas es una actividad que año a año congrega a miles de turistas y que genera importantes ingresos económicos a nivel local y nacional. Según el Ministerio del Ambiente (Minam), en la última temporada se generó alrededor de 18 millones de soles.
Sin embargo, para asegurar que esta actividad perdure para las futuras generaciones y que no cause un impacto negativo en las ballenas y su ecosistema, es fundamental practicar un turismo responsable y sostenible.
A continuación, te compartimos 10 medidas basadas en la normativa vigente y en el Manual de buenas prácticas de gestión de servicio turístico para la actividad de observación de fauna marina para un avistamiento responsable:
1. Elige operadores certificados y responsables
Investiga y selecciona empresas turísticas formales que cuenten con licencias y certificaciones de turismo sostenible, ya que muchas promuevan buenas prácticas. Estas empresas suelen contar con guías capacitados y utilizan embarcaciones adecuadas para minimizar el impacto.
2. Respeta las distancias mínimas
Según la normativa peruana, la distancia adecuada es entre 100 y 300 metros. En el caso de otros cetáceos como delfines, la distancia es entre 50 y 150 metros. En caso sean cetáceos con crías, la distancia mínima es de 300 metros. Respetar esta distancia asegura la seguridad de las ballenas y de los observadores.
3. Velocidad de aproximación
Exige a tu operador turístico que la velocidad de la embarcación sea menor a la del cetáceo observado. Asimismo, se debe evitar acelerar, perseguir o interponerse en la ruta del animal.
4. Evitar ruidos
El silencio y la calma son esenciales para esta experiencia. Sonidos como aceleración del motor, parlantes, golpes, gritos, entre otros, pueden estresar o asustar a estos animales.
5. No alimentar ni tocar a las ballenas o delfines
No arrojar basura, líquidos ni alimentos al mar, asimismo, no intentar nadar o tocar a las ballenas y delfines.
6. Experiencia de observación
Debe haber un máximo de 3 embarcaciones por individuo observado, asimismo, el avistamiento no debe exceder los 30 minutos.
7. En caso de encontrar a un cetáceo herido o víctima de un enmallamiento
No intervengas directamente y repórtalo inmediatamente a la Dirección General de Capitanías y Guardacostas (Dicapi) e Imarpe.
8. Sigue siempre las instrucciones del guía
El guía es el experto a bordo y conoce las normativas. Atienda sus indicaciones sobre cómo comportarse, cuándo observar y qué hacer en todo momento.
9. Reporta comportamientos irresponsables
Si observas a otras embarcaciones o turistas actuando de manera irresponsable, repórtalo a tu operador o a las autoridades competentes (como Dicapi o el Sernanp).
10. Disfruta de la experiencia
Recuerda que estas viviendo una experiencia única. Sigue los consejos de seguridad (como el uso permanente del chaleco) y disfruta con paciencia y calma.

Foto: Saraí Cortez
¿Por qué es importante contribuir al avistamiento responsable?
Las ballenas, especialmente durante sus temporadas de migración y reproducción, son muy vulnerables. El acercamiento para esta actividad puede impactar negativamente a estos cetáceos cuando no se lleva a cabo de forma responsable, perturbando su comportamiento natural. El acercamiento excesivo, el ruido de las embarcaciones, los cambios bruscos de dirección y la interacción inadecuada pueden causarles estrés, alterar sus patrones de comportamiento (alimentación, reproducción, crianza) y, en casos extremos, provocarles lesiones o la separación de sus crías. Un avistamiento irresponsable no solo daña a estos animales, sino también la calidad de la experiencia para todos y pone en riesgo la sostenibilidad de esta actividad turística tan valiosa para el Perú.
Por estas razones, el avistamiento de ballenas en el Perú requiere que se apliquen medidas que busquen asegurar que esta interacción se mantenga dentro de parámetros sostenibles y compatibles con la conservación del ecosistema marino. Esta actividad que debe realizarse bajo un marco de corresponsabilidad entre operadores turísticos, tripulaciones, autoridades y visitantes.
Las ballenas y delfines cuentan con protección legal en el Perú
Los cetáceos están legalmente protegidos por el Estado peruano, tanto las ballenas con el Decreto Supremo 026-2001-PE, así como los delfines y marsopas, según la Ley 26585. Asimismo, la actividad del avistamiento se encuentra regulada a través de la Resolución Ministerial 451-2019-PRODUCE, que define distancias mínimas obligatorias de aproximación.
El objetivo de estas medidas es evitar perturbaciones en los patrones naturales de conducta de los cetáceos, prevenir colisiones y reducir el estrés inducido por la presencia de embarcaciones, asegurando el bienestar del animal observado, privilegiando su espacio vital y minimizando la interferencia humana.
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