¿Quiénes son los guardias indígenas de Colombia que encontraron a los niños perdidos?

Nicolás Ordóñez fue el primero en ver a los niños, quienes pasaron 40 días perdidos en la selva. Créditos: Nathalia Angarita

  • Los integrantes de la Guardía Indígena no llevan el uniforme del ejército colombiano, pero protegen amplias franjas de territorio indígena de la violencia y la destrucción del medioambiente producto del conflicto interno del país.

 

La historia de los niños que sobrevivieron cuarenta días perdidos en la selva de Colombia, tras un accidente aéreo, y su posterior rescate llamó la atención mundial. Nicolás Ordóñez (27 años) fue quien escuchó un chillido bajito y luego pudo distinguir a una niña con un bebé en brazos. Se trataba de dos de los cuatros hermanos, del grupo indígena huitoto.

Ordóñez, junto con otros tres hombres -Eliecer Muñoz, Dairo Kumariteke y Edwin Manchola- fueron los que encontraron a los cuatro niños que sobrevivieron a la selva colombiana. Al momento del hallazgo, estos rescatistas no llevaban el uniforme del ejército colombiano ni de ninguna otra organización similar. Ellos pertenecen a la guardia Indígena, una confederación de grupos de defensa que han tratado de proteger amplias franjas de territorio ancestral de la violencia y la destrucción medioambiental vinculadas al largo conflicto interno del país.

“Se visibilizó lo que somos nosotros, los guardias indígenas”, dijo Luis Acosta, quien coordina los múltiples grupos conocidos colectivamente como la Guardia Indígena. “Yo creo que esto de pronto gana respeto y gana reconocimiento”.

Con los años, los guardias indígenas de Colombia han resistido las incursiones de la guerrilla de izquierda, los paramilitares de derecha, las compañías petroleras e incluso las fuerzas de seguridad colombianas.

Ordóñez en su casa en Colombia. Créditos: Nathalia Angarita

Luego de que los niños fueran rescatados con vida el 9 de junio, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, celebró la unión de fuerzas entre la Guardia Indígena y el ejército como símbolo de una “nueva Colombia”.

La historia de Ordoñez, Muñoz, Kumariteke y Manchola, todos de Puerto Leguízamo, está marcada por el narcotráfico y los grupos armados. 

La actual Guardia Indígena es un subproducto del conflicto colombiano, cuya historia moderna muchos remontan a la creación de las FARC, que prometieron derrocar al gobierno y redistribuir la tierra y la riqueza.

“La Guardia Indígena actual se creó hace unos 20 años para proteger a las comunidades de los grupos armados”, explicó Acosta, el coordinador.

A veces los guardias trabajan juntos, marchando por Bogotá, la capital, para protestar contra la violencia. Otras veces trabajan por separado, patrullando sus territorios.

En total, las guardias del país tienen decenas de miles de miembros. Pueden incorporarse hombres, mujeres y niños a partir de los 13 años. Además, los miembros aprenden primeros auxilios y reciben lecciones de historia y política.

Encuentra el informe completo del New York Times, en este enlace.

Eliecer Muñoz, a la izquierda, y Dairo Kumariteke, dos de los guardias que encontraron a los niños. Créditos: Federico Rios



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