Permiso de pesca artesanal de merluza: una norma que aún no se implementa
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Foto: Walter H. Wust

  • Más de 500 dueños de embarcaciones pesqueras artesanales de Tumbes y Piura habilitados a pescar merluza siguen a la espera de la implementación del decreto supremo que permitiría concretar su formalización. 
  • Ha transcurrido más de un año y medio desde la emisión del Decreto Supremo 006-2022-PRODUCE, norma que reconoce la pesca artesanal en la extracción de merluza, pero aún no se inicia el proceso de adecuación de sus permisos, situación que los limita a vender sus productos a la industria.  

 

Marcelino González, pescador artesanal de Los Órganos (Piura), recuerda el 26 de mayo del 2022 como un día de victoria. Él estaba en su vivienda cuando se enteró de que el Ministerio de la Producción (Produce) emitió el decreto supremo que tiene como fin regular la pesca de merluza en embarcaciones artesanales, a través del establecimiento de un régimen especial provisional, tras 20 años de ser excluidos, ya que esta pesca estaba autorizada solo para el sector industrial.

Sin embargo, ha transcurrido más de un año y medio después de aquel día y aún las 570 embarcaciones artesanales pesqueras de Tumbes y Piura, que están en el régimen especial provisional para las actividades extractivas del recurso merluza, no han iniciado el proceso de adecuación de sus permisos de pesca donde se reconozca que pueden pescar merluza, porque el decreto supremo no ha sido implementado.

“Podemos pescar porque estamos dentro del régimen especial provisional, lo cual nos autoriza mientras se cumpla el proceso de formalización, pero nuestro producto solo puede ir a los mercados locales. Las plantas procesadoras temen comprarnos el pescado porque no tenemos licencia”, explica Marcelino González, presidente del Gremio de Pescadores Artesanales de la Comunidad Pesquera El Ñuro en Piura. 

Los pescadores comercializan un kilo de merluza extraída con artes de pesca selectivas de S/ 2.5 a S/ 3 en los mercados locales, mientras que las fábricas procesadoras de merluza compran el producto solo a embarcaciones industriales. En un día de buena pesca pueden alcanzar hasta 400 kilos de merluza por embarcación artesanal, como también hay días en los que no hay pesca. 

El Decreto Supremo 006-2022-PRODUCE cuenta con una disposición transitoria que permitiría a las 570 embarcaciones artesanales listadas en la Resolución Ministerial 238-2022-PRODUCE, adecuar su permiso de pesca para reconocer que tienen acceso a la extracción del recurso merluza, pero aún no se implementa. 

“En la región Piura tenemos que modificar el permiso de 370 embarcaciones que están dentro del régimen especial provisional para la extracción de merluza. Estamos en coordinación con el Ministerio de Producción para que aceleren la reglamentación de la norma y tengamos la competencia de modificar sus permisos”, señala Segundo Juan Alzamora Encalada, director regional de la Producción de Piura. 

El funcionario precisó que en su región hay 1300 pescadores que se dedican a la pesca de merluza. “Al no poder vender sus productos a nuevos mercados porque no tienen permiso de pesca formal, se ven perjudicados y venden sus productos a un precio menor del que ofrece el mercado local. Es preocupación de la Dirección Regional de la Producción que en el plazo más corto se les entregue sus permisos de pesca adecuados y puedan ellos ampliar su mercado de venta”, agrega.

Una pesca amigable

La merluza (merluccius gayi peruanus) es un pez que se distribuye en Perú desde la frontera con Ecuador hasta Huarmey (Áncash), entre los 50 y 500 metros de profundidad del mar. La pesca comercial de esta especie se registra desde la década de los 50 en el norte del país: Paita, Piura. 

“Por su abundancia y el desarrollo de un lucrativo mercado de exportación, la merluza peruana se convirtió en el principal recurso objetivo de la pesca industrial de arrastre de fondo”, señala un informe del 2021 de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) sobre el ordenamiento de la pesquería de esta especie. 

La sobreexplotación de la merluza hizo que el Gobierno la declarara como recurso “plenamente explotado” en su Plan de Ordenamiento Pesquero de 1997. Esto significa que ha alcanzado el máximo rendimiento sostenible de explotación del recurso y se debe detener su pesca. 

En el 2008 se habilitaron los “regímenes provisionales” que autorizaba la extracción de la flota industrial, prohibiendo a las plantas procesadoras-exportadoras recibir merluza capturada por la flota artesanal. Y, once años después, el Produce inició el estudio de la pesca exploratoria de la merluza para conocer el impacto de la pesca artesanal sobre la población de esta especie. 

La conclusión del Instituto del Mar del Perú (Imarpe), institución científica del sector pesquería que realiza investigación en el mar y vigila la calidad del ambiente marino y encargada del estudio, fue “que la flota artesanal que opera actualmente sobre la merluza no representa un impacto significativo sobre la población de este recurso”. 

“La pesca artesanal es amigable con el medio ambiente. Las artes que usan los pescadores de merluza: redes de cortinas de fondo, espineles de fondo y otros, no generan graves daños en el ecosistema marino. Caso contrario es con la pesca de redes de arrastre de fondo”, comenta por su parte Alzamora Encalada, director de la Producción de Piura.

El líder pesquero Marcelino González también cuestionó que los pescadores de merluza no puedan iniciar con el proceso de formalización hasta ahora. “Sin el permiso no podemos entrar a fábricas o nuevos mercados pese a que nuestra forma ancestral no contamina el mar y conseguimos especies más grandes y no están maltratadas”.

La flota de embarcaciones artesanales en las regiones de Piura y Tumbes reconocidas por el Produce alcanzan una capacidad de bodega entre 0.5 a 12 toneladas por embarcación. Utilizan espineles de fondo, cordeles con anzuelo o redes de cortina, consideradas artes de pesca mucho más selectivos y amigables con los fondos, en comparación con las redes de arrastre. 

“Pedimos que aceleren con la reglamentación de la norma porque la formalización nos va permitir trabajar con tranquilidad y podremos llevar el producto a fábricas para realizar la exportación”, concluye Marcelino González, pescador y líder histórico de la zona.

 

 

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