Pedro Solano: “El patrimonio natural es nuestro mayor potencial para el futuro”
- Conversamos con el autor de La esperanza es verde, libro que narra, con un estilo particular, la historia de nuestras áreas naturales protegidas.
martes
22 de julio, 2025

Foto: Jaime Tranca / Actualidad Ambiental
Por Jaime Tranca / jtranca@spda.org.pe
En el 2005, Pedro Solano, reconocido abogado ambientalista y músico, publicó La esperanza es verde, un libro que narra la historia de las áreas naturales protegidas del Perú desde una mirada personal, considerando el contexto político, deportivo y cultural de las décadas pasadas.
Veinte años después, Solano acaba de presentar la segunda edición del libro. Esta vez, por supuesto, incluye los cambios más significativos respecto a nuestro patrimonio natural, siempre con su estilo particular no solo de especialista del derecho ambiental sino también de alguien que ha recorrido de cerca las áreas protegidas en sus más de 35 años de trabajo a favor de la biodiversidad.
Conversamos con el autor para conocer un poco más de esta nueva publicación, y también de su visión del presente y futuro de las áreas protegidas.
Pedro, ¿por qué la esperanza es verde?
La esperanza es mirar con optimismo el futuro. Si queremos tener un futuro, debemos tener esperanza. Y yo creo que la esperanza es verde, porque el verde para mí representa la diversidad biológica de este país, la diversidad cultural. Representa este patrimonio natural tan grande que tenemos en el país y que creo que es nuestro mayor potencial para ese futuro con esperanza.
¿Cuál es el cambio más significativo respecto a nuestras áreas protegidas en los últimos veinte años?
El punto de quiebre ha sido la creación del Ministerio del Ambiente y del Sernanp (Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado), porque a partir de eso se tuvo una mayor institucionalidad, basada además en presupuesto, en capacidades, pero también en espacio político. O sea, se ganó en su momento un espacio político donde por primera vez teníamos a un ministro que representaba a la causa, que estaba sentado con los demás ministros que ven los temas de desarrollo del país. Entonces, creo que ese fue un momento de quiebre.
Yo sostengo en el libro que las áreas naturales protegidas deben ser la política de Estado más estable, más efectiva, más exitosa y más resiliente que debe haber en la historia del Perú. ¿Y por qué lo digo? No ha habido un solo presidente en 65 años que no haya establecido por lo menos un área protegida. No ha habido un solo periodo de gobierno, sea de gobiernos militares, de factos, democráticos, de izquierda, derecha, los más o menos corruptos, los menos corruptos… no ha habido uno solo que no haya avanzado en el tema de gestión de las áreas, de creación de las áreas, de ir mejorando el cuerpo de guardaparques, de ir mejorando las normas que favorezcan actividades sostenibles como el turismo, etcétera.
¿Qué ha cambiado en la percepción que se tenía antes y ahora sobre las áreas protegidas?
Creo que ha sido un concepto en evolución, porque a nivel internacional también ha pasado eso. Ojo, las áreas naturales protegidas surgen en el mundo como espacios primero de recreación. Luego como espacios para guardar patrimonio para el futuro. Entonces, tú decías: “Este sitio es tan bello que yo no puedo ser tan egoísta de pensar que solamente lo vi yo y no lo voy a dejar para las futuras generaciones”. Ese asunto de las futuras generaciones ha estado muy inoculado en el ADN de las áreas protegidas. Y después comienza a hablarse del tema de diversidad biológica, de servicios ecosistémicos y ahora del tema de cambio climático también, donde las áreas protegidas sin duda juegan un rol importante.
Entonces, ese rol en evolución ha estado presente en la historia misma de las áreas protegidas a nivel global. Y creo que después el Perú sintonizó mucho con lo que venía pasando a nivel internacional, y cuando empezaron a salir entonces toda esa información de que no solamente éramos un país que tenía costa, sierra y selva, sino que éramos un país megadiverso, ese valor tenía que servir para algo. Y creo que eso lo entendieron los gobernantes cuando sus ministros o los técnicos empezaron a llevarles estas propuestas de áreas protegidas. […] Ojo, el sistema de áreas protegidas del Perú es del tamaño de Ecuador completo. Es un sistema grande, pero es un sistema bien gestionado, un sistema que está cumpliendo sus objetivos.

Imagen: WCS
Tu libro mira con optimismo a las áreas protegidas. ¿Cómo ser optimista cuando las actividades como la minería ilegal y el narcotráfico han ganado bastante terreno?
Creo que justamente hay que ser optimista mirando esos pequeños focos de luz que tiene el país. La mejor forma en que vamos a poder enfrentar todos estos problemas que tú mencionas es convenciéndonos de que sí existen cosas que funcionan bien. Entonces, a los que me hablan de ilegalidad, yo les digo: hay todavía, felizmente, iniciativas legales que funcionan, que andan, que caminan, que generan bienestar, que generan sonrisas y que generan abrazos. Y eso es lo que necesitamos en el país. La esperanza no la podemos perder, porque somos un país maravilloso que ha enfrentado a lo largo de los años problemas de los más diversos.
Yo no sé si este es el peor escenario. No creo. La época del terrorismo, para mi generación, fue muy dura. Y antes de la época del terrorismo, la época del gobierno militar, que para otra gente pudo haber sido más dura. Y antes de eso, en los 40, 50, seguramente hubo periodos duros. Pero yo creo que siempre, en el país, tuvimos un grupo de peruanos y un grupo de experiencias y un patrimonio tan sólido basado en nuestra historia que nos permitió salir de las crisis y seguir adelante. Y es lo que nos toca ahora.
En estos últimos años, ¿ha mejorado la relación entre los sectores extractivistas con el sector ambiental? Lo menciono porque áreas como la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau, por ejemplo, demoraron precisamente porque el sector de hidrocarburos manifestó su voz en contra.
Esa es una pugna que ha existido siempre, porque así como es de interés público proteger el patrimonio natural y las áreas protegidas, también es de interés público tener una economía sólida, extraer los minerales —que es un activo importante que tiene el país—, los hidrocarburos, hacer pesca… todos esos son también temas de interés público. Lo que tenemos que ver es cómo compatibilizamos esas actividades en el territorio y cómo hacemos una gestión sostenible del territorio.
Creo que ha mejorado, claro que ha mejorado. Mira tú ahora la campaña contra la minería ilegal: ¿quién la está llevando a cabo? Los mineros formales, que por años estuvieron desentendidos de ese tema, y qué bueno que estén ahora muy conscientes de que es un tema que no solamente los afecta a ellos, sino afecta nuestra viabilidad como país, como Estado. Entonces esas pugnas son saludables. Y si los procesos demoran un mes, un año o diez años, el proceso demora lo que tenga que demorar. El Mar Tropical de Grau, me hubiera gustado que salga mucho antes, pero no es el área que más se haya demorado en el Perú. Sierra del Divisor demoró también un montón. Lo bueno es que una vez que se establecen las áreas protegidas, son para siempre. Entonces no es una decisión que haya que tomar a la ligera.
La primera edición de La esperanza es verde fue publicada hace veinte años. ¿Desde entonces siempre has mantenido la esperanza o en algún momento sentiste que la perdías?
Sin duda uno se bajonea cuando ve que caminos que ya empezaban a ser claros se vuelven nuevamente oscuros. Uno se bajonea, naturalmente. Pero a mí me ha servido mucho hacer esta actualización del libro, y tuve que seguir investigando y metiéndome en lo que pasó y recordarlo. Y el libro me ha fortalecido en este concepto: no somos el sector débil del Estado. Siempre estamos pensando que somos el sector débil, y que por eso es que nos atacan, y que por eso es que ningunean el cambio climático, la naturaleza, o el establecimiento del área protegida tal.
¿Cómo podemos ser el sector débil si somos el sector que maneja 22 millones de hectáreas en el país? El sector donde no ha habido nunca un retroceso en 65 años. Ningún área fue desafectada en el país. El sector que más bien ha ido aumentando presupuesto constantemente, que tiene un cuerpo de guardaparques que debe ser una de las instituciones con más mística y solidez que existe en el país. El que menos cambios políticos sufrió en el periodo de más altos cambios políticos en toda la historia del Perú.
¿Cómo podemos pensar que somos el sector débil? Cuando tú le preguntas a cualquier persona: “¿Le gusta el Parque Nacional Huascarán, Machupicchu, Paracas, Pacaya Samiria? ¿No quiere usted ayudar a que eso exista para siempre?”. Responderán: “¿Dónde firmo?”. Pregunta eso mismo en otros sectores del país, el que sea, y no vas a tener ese nivel de respaldo. Entonces, tenemos que fortalecernos y reaprender que somos un sector muy fuerte, muy sólido, que está metido en el ADN de los peruanos y que somos la esperanza para el país.
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