Pava aliblanca: emblema del norte peruano que mueve esfuerzos de conservación

  • Se trata de un ave endémica del territorio peruano. Actualmente está catalogada como “En Peligro Crítico” por la UICN.

lunes

22 de septiembre, 2025

Foto: Shirley Freyre

 

En los bosques secos del noroeste del país, habita una ave única en el mundo que se encuentra gravemente amenazada por la caza ilegal, la deforestación y la fragmentación de su hábitat. Se trata de la pava aliblanca (Penelope albipennis), un ave endémica del territorio peruano. 

La historia de esta especie es sorprendente, ya que fue descrita originalmente en 1876, pero tras casi un siglo sin registros, la comunidad científica la consideró extinta. Sin embargo, en 1977 fue redescubierta en la quebrada San Isidro, ubicada en Olmos (Lambayeque), lo que implicó un hito en su conservación. Pese a ello, en la actualidad, esta ave emblemática del norte del país aún corre el riesgo de desaparecer, ya que está catalogada como “En Peligro Crítico” por la UICN

Ante esta situación, el Ministerio del Ambiente (Minam) viene impulsando su conservación a través de un proyecto de inversión pública denominado Alas que Siembran, Pava Aliblanca”, que busca rescatar y conservar la especie en la provincia de Chota (Cajamarca), las provincias de Ferreñafe, Lambayeque y Chiclayo (Lambayeque) y las provincias de Morropón y Huancabamba (Piura).

Gracias a la implementación del proyecto, se realizó por primera vez un estudio poblacional (2023–2024), el cual evidenció que la población de pava aliblanca es de 858 individuos en vida silvestre aproximadamente. Esta cifra implica un aumento significativo frente a los 553 registrados en 2017. Además se confirmó que la distribución de la especie creció en 46 922 hectáreas, alcanzando un total de 185 921.9 hectáreas en los tres departamentos: Cajamarca (15.8 %), Lambayeque (39.6 %) y Piura (44.6 %).

“Estamos frente a un avance histórico que refleja el esfuerzo conjunto del Estado, investigadores, comunidades locales y organismos internacionales. La pava aliblanca es un símbolo de nuestra biodiversidad y su recuperación demuestra que la conservación sí es posible”, destacó Marco Antonio Arenas, director general de Diversidad Biológica del Minam en conversación con Agencia Andina.

Foto: Gerlinde Taurer.

Características y comportamientos 

De acuerdo con información de BioANP, la pava aliblanca mide entre 70 a 80 cm y pesa aproximadamente 1.6 kg. Su rasgo más característico y por el cual lleva su nombre es el color blanco de las plumas primarias de sus alas, visibles especialmente cuando levanta vuelo. El resto de su plumaje es marrón oscuro o negro. Tiene un papada distintiva de color rojo intenso y piel gutural que cuelga de su garganta hasta la parte superior del cuello. 

Sobre su comportamiento, esta especie suele descansar en los árboles de bosque seco. Comienza sus actividades muy temprano por la mañana y suele estar activas también antes de la caída del sol. Su rol ecológico como dispersora de semillas es clave, ya que contribuye a la regeneración natural. De acuerdo con información del Minam, su dieta abarca 98 especies de plantas, entre frutos, flores, hojas y semillas, por esta razón, su conservación resulta fundamental para favorecer a múltiples especies vinculadas a este ecosistema.

En cuanto a su reproducción, estas aves tienen una madurez sexual tardía y son monógamas. Las parejas se mantienen unidas durante toda la temporada reproductiva, de octubre a enero, e incluso por varios años consecutivos. Sus vínculos se fortalecen mediante conductas como el acicalamiento mutuo y la emisión de llamadas sincronizadas. Además, su nidada es pequeña, con tan solo uno a tres huevos por pareja. Esta serie de características biológicas, sumadas a su conducta evasiva sensible al estrés, incrementan su vulnerabilidad frente a amenazas externas, como indica el Libro Rojo de la Fauna Silvestre Amenazada del Perú de Serfor. 

Foto: Heinz Plenge Pardo / Andina

Acciones para su conservación: ecoturismo y educación ambiental

Como parte del proyecto de inversión pública, el Minam ha propuesto una ruta turística innovadora que une la conservación, la cultura y el turismo sostenible. Esta iniciativa busca visibilizar los lugares principales ligados a la historia y la identidad del ave más emblemática del norte peruano. Al mismo tiempo, se fomenta la participación de comunidades rurales a través de actividades productivas compatibles con la conservación.

A lo largo de la ruta, los visitantes pueden encontrar zonas de avistamiento y monitoreo en bosques secos, zoocriaderos y centros de rescate que realizan programas de reproducción y educación, comunidades rurales que promueven prácticas sostenibles, y espacios culturales e históricos, como la quebrada San Isidro en Olmos, lugar de redescubrimiento de la especie. 

Foto: Minam

«Este recorrido turístico articulará espacios estratégicos en Lambayeque, Piura y Cajamarca; y pondrá en valor cerca de 39 mil hectáreas de bosque seco, donde la conservación se une al desarrollo sostenible y contribuye a generar oportunidades económicas responsables, impulsando el turismo y valorizando los servicios ecosistémicos», declaró el ministro de ambiente, Castro Vargas, durante el lanzamiento de la iniciativa en el distrito de Incahuasi, provincia de Ferreñafe, Lambayeque.

A la par de esta iniciativa, se desarrollaron pasantías en centros de rescate y una campaña de educación ambiental que resalta la relevancia de proteger a la pava aliblanca a temprana edad y promueve la responsabilidad de cuidar a esta especie tan singular. La campaña alcanzó a cerca de 3 mil escolares durante la ejecución.

Foto: Minam

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