Foto: Joyce Vitorino / FZS Perú
- “La crianza de ganado vacuno en la parte altoandina del Manu, ha sido desarrollada por las comunidades del valle del Mapacho de manera tradicional; sin embargo, el sobrepastoreo en muchos sectores, está causando cambios en la composición de la vegetación y alterando los hábitats de los animales”.
Por Karol Mejía y José Antonio Ochoa / FZS Perú
El Parque Nacional del Manu es considerado el área natural protegida más biodiversa del Perú, alberga gran variedad de paisajes andinos y amazónicos. En la parte altoandina, por encima de los 3000 metros de altitud, se encuentran ecosistemas de puna, bosques montanos y una zona de transición (ecotono) entre ambos biomas donde se mezclan pastizales de ichu, zonas arbustivas, matorrales y zonas arbóreas llenos de musgos y epífitas.
Todo este sector comprende espacios donde habitan gran variedad de especies de fauna como el oso de anteojos, el puma, venado de cola blanca, entre otras; y tiene mucha importancia para el parque, porque es donde nacen los riachuelos y quebradas que finalmente forman la cuenca del río Manu. Por otro lado, contribuyen a regular el clima por su capacidad de almacenamiento de carbono, que, sumado a su capacidad de almacenamiento y suministro de agua, provee de servicios ecosistémicos que favorecen a las poblaciones aledañas que habitan el valle del Mapacho colindante a esta área natural protegida, especialmente para el desarrollo de la agricultura y ganadería local.
La crianza de ganado vacuno en la parte altoandina del Manu, ha sido desarrollada por las comunidades del valle del Mapacho de manera tradicional; sin embargo, el sobrepastoreo en muchos sectores, está causando cambios en la composición de la vegetación y alterando los hábitats de los animales. Ante esta situación, la FZS ha iniciado un estudio de investigación para evaluar los cambios en la dinámica de las comunidades de fauna en zonas con actividad pecuaria. Este proyecto forma parte de la Iniciativa Internacional sobre el Clima (IKI). El Ministerio Federal de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza y Seguridad Nuclear (BMU) apoya esta iniciativa en virtud de una resolución del Parlamento de la República Federal de Alemania.
El equipo de investigación estuvo conformado por especialistas en diferentes grupos de fauna: Joyce Vitorino, Nerio Chuspe, Jorge Aragón, When Sullca, Frank La Torre, Darwin Mamani, Karol Mejía y José Antonio Ochoa.
Los grupos de fauna que se han seleccionado son: mamíferos, aves y artrópodos, y las evaluaciones se realizarán por un periodo de tres años en el ámbito altoandino que comprende los puestos de control y vigilancia de Qurqurpamna y Acjanaco. A la fecha, ya se cuenta con algunos datos preliminares correspondientes a la primera evaluación en campo realizada en noviembre del 2021. Los resultados finales de este estudio ayudarán a generar información base que ayude a entender la magnitud del impacto de la actividad ganadera en estos biomas frágiles y además pasará a ser un insumo para la gestión del área natural protegida.
Foto: Karol Mejía / FZS Perú
Primeras evaluaciones de fauna
En la evaluación de mamíferos menores terrestres se utilizó la metodología de captura directa a través del uso de trampas. Los primeros datos incluyen el registro de seis especies de roedores de la familia Cricetidae, destacando el ratón campestre moreno (Akodon subfuscus) y el ratón campestre cobrizo (Akodon aerosus). Asimismo, se han dejado instaladas cámaras trampa para el registro de mamíferos mayores, los primeros resultados con esta metodología se obtendrán en los próximos cuatro meses.
El levantamiento de información para el grupo de las aves fue a través de observaciones directas y el uso de redes de neblina. Los datos muestran hasta el momento 80 especies agrupadas en 28 familias, siendo los registros más resaltantes tres especies endémicas peruanas: Grallaria occobambae, Asthenes virgata y Scytalopus urubambae.
Finalmente, para los artrópodos, al ser un grupo muy diverso, se ha seleccionados algunos taxa selectos de escarabajos, mariposas y arácnidos como representativos. Se han utilizado una combinación de metodologías desde el uso de trampas con cebo, trampas de caída, trampas para mariposas Van Someren-Ryndon, entre otras. Por el momento se vienen realizando las determinaciones taxonómicas de las especies, pero se estima superar las 200 especies de artrópodos.
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