Foto: Naciones Unidas

  • «Aunque los océanos cubren el 72 % de la superficie terrestre, solo el 8.3 % está protegido, y apenas el 2.8 % recibe una protección efectiva. Sin un cambio sustancial, es improbable que se cumpla esta meta en los próximos seis años».

Escribe: Jimpson Dávila / Gerente de Conservación y Planificación Marina de la SPDA

 

La Conferencia Mundial sobre Biodiversidad (COP16), que se realizó en Cali, Colombia, bajo el lema Paz con la Naturaleza, tuvo como objetivo fundamental instar a los países a presentar sus estrategias nacionales para revertir la pérdida de biodiversidad. Estas estrategias deben alinearse con el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal, que establece 23 metas dirigidas a reconciliar el desarrollo humano con el uso sostenible de la biodiversidad.

Este esfuerzo adquiere una importancia vital para los océanos, que albergan más de 2.2 millones de especies y representa el sustento de más de tres mil millones de personas a nivel mundial. Sin embargo, estos ecosistemas enfrentan amenazas como el cambio climático, la contaminación y la sobreexplotación de recursos marinos, que ponen en riesgo su capacidad de resiliencia.

Para contrarrestar esta situación, la meta 3 del Marco Global de Biodiversidad fija un objetivo esencial: lograr la protección del 30 % de los ecosistemas marinos para 2030, como medida para salvaguardar la salud de los océanos. Para lograr esto, las Estrategias Nacionales de Biodiversidad deben priorizar medidas para ampliar la cobertura de las Áreas Marinas Protegidas (AMP). Aunque los océanos cubren el 72 % de la superficie terrestre, solo el 8.3 % está protegido, y apenas el 2.8 % recibe una protección efectiva. Sin un cambio sustancial, es improbable que se cumpla esta meta en los próximos seis años.

Además, las estrategias nacionales deben incluir acciones específicas para proteger la rica biodiversidad de los ecosistemas de alta mar, la cual representa el 64 % de los océanos. Para abordar esta situación, los países deben ratificar el Acuerdo sobre Biodiversidad, más Allá de la jurisdicción nacional, lo que permitiría crear AMP en aguas internacionales. Hasta la fecha, solo 14 países han ratificado el acuerdo, lo que dificulta su entrada en vigor.

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Foto: Yuri Hooker

La protección del 30 % de los ecosistemas marinos no se limita a las AMP; también incluye las Otras Medidas de Conservación Basadas en Áreas (OMEC). Estas iniciativas contribuyen a la conservación marina sin comprometer sus objetivos productivos y económicos. Ejemplos de potenciales OMEC incluyen las zonas de reserva pesquera y las áreas de manejo de recursos bentónicos. A pesar de su valor, solo el 0.5 % de los ecosistemas marinos del mundo cuenta con el enfoque OMEC. Por ello, los Estados deben establecer mecanismos legales y técnicos para reconocer OMEC en entornos marinos.

Un tema clave es el financiamiento necesario para lograr la protección del 30 % de los ecosistemas marinos. Los países desarrollados se comprometieron a aportar al menos 20 mil millones de dólares anuales para 2025, pero hasta la fecha no se ha cumplido con esta meta. Además, los recursos recaudados hasta ahora se han centrado principalmente en atender las necesidades de los ecosistemas terrestres, mientras que los ecosistemas marinos siguen siendo subrepresentados en las prioridades de financiamiento.

Dado que solo quedan seis años para lograr la protección del 30 % de los océanos, es vital actuar con urgencia. Las Estrategias Nacionales de Diversidad Biológica deben plasmar una ambición clara, estableciendo medidas efectivas para proteger los ecosistemas marinos, así como asegurar mecanismos de financiamiento. Lograr «Paz con la Naturaleza» y con los océanos depende de decisiones firmes y un compromiso financiero sostenido.