La plataforma RAMI también registró 27 957 alertas por pérdida de bosques vinculadas a la extracción ilícita de oro, afectando zonas de amortiguamiento, áreas naturales protegidas y comunidades indígenas que dependen directamente de los recursos del bosque para su subsistencia.

Respeto al río Nanay, es la principal fuente de suministro de agua potable de la ciudad de Iquitos, ya que abastece a medio millón de personas. Por ello, la presencia de mineros ilegales genera preocupación por el daño a la biodiversidad, y especialmente a la salud de las personas.

En ese contexto, el Centro de Innovación Científica Amazónica (CINCIA), en colaboración con la Sociedad Zoológica de Frankfurt Perú (FZS Perú), realizaron un primer estudio para determinar cómo las comunidades aledañas a los centros de minería ilegal están siendo afectadas.

De acuerdo a la evaluación realizada a 273 personas, 284 peces, y en seis comunidades, existen altos niveles de exposición a mercurio en comunidades asentadas en las cuencas de los ríos Nanay y Pintuyacu.

El estudio determinó que un 79 % de personas evaluadas presentó niveles de mercurio en cabello que superan el umbral recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de 2.2 mg/kg. Asimismo, el 37 % de las personas fue clasificada en el nivel de riesgo “Alto” (>10 mg/kg), mientras un 42 % estaba en nivel de riesgo “Medio” (6–10 mg/kg). Solo el 21 % presentó niveles considerados dentro del rango de referencia de la OMS o aceptable (<6 mg/kg), con apenas un 3 % de personas en el nivel “Bajo” (<2 mg/kg).

Personas con mayor riesgo

El riesgo se encuentra principalmente en poblaciones vulnerables, donde el valor medio de los resultados en niños de 0 a 4 años fue de 12.99 mg/kg, con un rango de 6.31 a 20.70 mg/kg. En el caso de mujeres en edad fértil, las concentraciones se encontraron entre 1.99 y 20.19 mg/kg, con un promedio de 8.31 mg/kg. En este último caso, según la investigación, «es particularmente preocupante, dado que el metilmercurio, especie más tóxica del mercurio, atraviesa la placenta y puede afectar el desarrollo neurológico del feto, así como la salud neurológica y cardiovascular en poblaciones adultas expuestas».

Los investigadores aclaran que «si bien los niveles actuales de exposición parecen estar determinados principalmente por factores dietéticos y posiblemente naturales, la expansión desordenada de la actividad minera en la cuenca plantea un riesgo real de agravación de la contaminación ambiental y de la exposición humana en los próximos años». Asimismo, indican que este estudio «puede servir como referencia para la implementación de acciones inmediatas de salud pública, así como para orientar la planificación territorial, las estrategias de prevención sanitaria y los esfuerzos de control y contención frente a la expansión de actividades ilegales que podrían agravar la exposición a mercurio en la región».

Las comunidades estudiadas fueron Mishana y Anguilla en el bajo Nanay; Santa María de Nanay y Diamante Azul en el Alto Nanay; y San Juan de Raya y San Antonio en el río Pintuyacu.

 

Peces contaminados

El estudio también analizó a peces recolectados en cochas y ríos del Nanay y Pintuyacu, debido a que son la principal fuente de proteína para las poblaciones. Los peces, según el estudio, «son bioindicadores clave de la contaminación por mercurio, ya que este metal se bioacumula en sus tejidos y se biomagnifica en la cadena alimenticia, alcanzando concentraciones más altas en los niveles tróficos superiores. Las especies carnívoras y longevas tienden a acumular mayores concentraciones de mercurio debido a su dieta basada en otros peces que a su vez acumulan mercurio. En los peces, el mercurio se encuentra predominantemente en su forma orgánica, el metilmercurio (MeHg), que es altamente tóxico».

Los resultados del estudio revelaron que un 14 % de los peces analizados en las cuencas del Nanay y Pintuyacu superaron el valor recomendado para consumo humano según la OMS (0.5 mg/Kg). Este valor se basa en un supuesto de consumo semanal de 200 g de pescado, cifra que es ampliamente superada por las comunidades ribereñas de Loreto. Por lo tanto, el estudio concluye que incluso peces con concentraciones inferiores a 0.5 mg/kg pueden contribuir significativamente a la exposición crónica al mercurio en estas poblaciones.

Recomendaciones

El estudio también plantea seis recomendaciones para reducir el impacto del mercurio en la salud de las poblaciones: promover una alimentación segura, alineada a la realidad de las poblaciones amazónicas; implementar un sistema integral de monitoreo ambiental y sanitario; fortalecer los programas y sistemas de salud pública, con enfoque preventivo, de tamizaje y monitoreo y de atención a personas afectadas; reforzar el control y vigilancia territorial frente a la minería ilegal; fortalecer la gestión territorial en Loreto para prevenir la expansión de la minería ilegal; y, finalmente, impulsar una agenda amazónica de cooperación frente a la contaminación por mercurio.

Efectos del mercurio 

La contaminación por mercurio puede causar diversos efectos en la salud humana. La OMS considera al mercurio como una sustancia química preocupante para la salud pública debido a sus efectos tóxicos, especialmente en el desarrollo infantil. La exposición al mercurio, incluso en pequeñas cantidades, puede causar graves problemas de salud, afectando los sistemas nervioso, inmunitario, digestivo, la piel, pulmones, riñones y ojos.

El mercurio causa numerosos daños en la salud, por ejemplo en los riñones, el sistema nervioso y la piel. Además, la exposición al metilmercurio es peligrosa para el feto. Las sales inorgánicas de mercurio son corrosivas para la piel, los ojos y el tubo digestivo y, al ser ingeridas, pueden resultar tóxicas para los riñones.

Según la OMS, la inhalación o la ingestión de distintos compuestos de mercurio o tras la exposición cutánea a ellos puede provocar trastornos neurológicos y del comportamiento, causando síntomas como temblores, insomnio, pérdida de memoria, efectos neuromusculares, cefalea y disfunciones cognitivas y motoras.