Loreto: invasiones, desbosque y tráfico de tierras en la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana

lunes 24 de junio, 2013

tráfico alpahuallo mishana

martin cabreraPor Martín Cabrera / Consultorio Jurídico Gratuito – Loreto de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental

La Reserva Nacional Allpahuayo Mishana (RNAM), creada mediante Decreto Supremo 002-2004-AG, está ubicada en la provincia de Maynas (Loreto), a 23 kilómetros al sur de la ciudad de Iquitos y tiene una extensión de 57,667.43 hectáreas. Sus bosques son famosos por su heterogeneidad de hábitat donde se albergan especies únicas de plantas y animales. Su objetivo principal es conservar la diversidad biológica y el hábitat de los bosques de varillal y chamizal sobre arena blanca, que pertenecen a la ecorregión del Napo, así como la de los bosques inundables por aguas negras aledaños a la cuenca media del río Nanay.

En sus casi 60 mil hectáreas, alberga 522 especies de mariposas, 1729 especies de plantas (en una hectárea se hallan 289), 83 especies anfibias (dos son endémicas), 475 especies de aves (más de media docena de ellas solo se encuentra en los bosques de arena blanca), 120 especies de reptiles (todo un récord mundial) y 145 de mamíferos (la Reserva Nacional Pacaya-Samiria tiene 138), entre otras especies. A esto se suma las cerca de 300 especies de árboles mayores de 10 centímetros de diámetro, y las más de 500 especies mayores de 2.5 centímetros. Sin embargo, estas cifras aumentan constantemente con el hallazgo de nuevas especies en la zona.

La RNAM se encuentra influenciada por la ciudad de Iquitos y por la población de la zona, quienes llegan a través el río Nanay y la carretera a Iquitos-Nauta. En el interior de la reserva habitan aproximadamente 1,305 familias; en la zona del Nanay existen 15 centros poblados (6 al interior del área: San Martín, Mishana, Yuto, El Porvenir, 15 de Abril, Anguilla; y, 9 en el área de influencia: Llanchama, Libertad, Shiriara, Ayacucho, Yarina, Maravilla, Lagunas, Samito, Santa María). En el eje de la Carretera Iquitos–Nauta existen 10 centros poblados (San José, Nueva Esperanza, El Dorado, 13 de Febrero, Agua Blanca, El Paujil II y III zonas (parcialmente), Yaranayuto Nuevo Horizonte II zona (parcialmente), El Huambé.

Esta población se dedica a la agricultura a pequeña escala, con uso intensivo de mano de obra y sistema tradicional de tumba-rozo-quema con rotación de cultivos; crianza de animales menores y piscigranjas; caza y pesca para autoconsumo, pesca de peces ornamentales y carbón, leña, aguardiente, fariña.

Todo ello conlleva a que cierto sector de esa población utilice en forma desmedida estos recursos naturales, olvidando que la finalidad del área es la de conservar el hábitat. Además de ello ha comenzado a generarse un problema mayor: tráfico de tierras por parte de personas foráneas que ingresan a la reserva; se posicionan en la zona y comienzan a conformar pequeños asentamientos humanos (pese a que estos están prohibidos por la legislación nacional sobre áreas naturales protegidas), para luego invadir predios privados, cuyos propietarios conscientes de los fines del área han decido conservar.

INVASIÓN DE PREDIOS

Rosa Emilia Tapayuri Acubino, propietaria de 9 hectáreas de terreno al interior de la RNAM, cuyo padre fue el propietario original desde antes de crearse la mencionada reserva, sufrió la invasión de su terreno.

El 14 de Diciembre del 2012, varias personas ingresaron a su predio y procedieron a hacer desbosque a un área que ella estaba conservando, usando hachas y motosierras. Estas personas alegan haber recibido el predio en posesión, previo pago de una “cuota” de parte de las autoridades del caserío “Nueva Esperanza”, alegando que sus dueños no han trabajado esos terrenos y que habían sido abandonados.

En diciembre del 2012 se presentó una denuncia penal ante la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental de Maynas contra estos ilegales por los delitos de Tala Ilegal, Destrucción de Bosque, Tráfico ilegal de productos forestales maderables y Alteración de Paisaje. Luego, en el mes febrero del 2013, se denunció ante la Cuarta Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Maynas por el delito de Usurpación; ambos procesos judiciales hasta la fecha no han sido resueltos por ambos despachos fiscales, pese a tramitarse bajo el nuevo proceso penal vigente en Loreto desde el octubre del 2012.

Esta indefensión y demora de las autoridades encargadas de administrar justicia a favor de Rosa Emilia Tapayuri Acubino, permite la vulneración del derecho a un debido proceso y, además, deja sin sanción a los ilegales que destruyen bosques, no solo en estos predios privados al interior del área sino también en la propia reserva. Estos taladores extraen la madera para venderla como leña y carbón; asimismo, realizan la quema de grandes extensiones de terreno para realizar agricultura en suelos que ni siquiera son aptos para ello ya que gran parte de esa zona está conformada por arena blanca. Al final se termina construyendo viviendas y creando nuevos asentamientos humanos, lo cual no debe permitirse por contravenir la Ley.

Este problema no solo afecta a Rosa Tapayuri, sino también a más de 30 propietarios de lotes de terreno al interior de la RNAM dedicados a la conservación, quienes están siendo víctimas de estos mismos hechos y que, por la poca celeridad en la administración de justicia, se sienten burlados e indefensos ante esta serie de atropellos hasta hoy impunes.

Por ello, el Consultorio Jurídico Gratuito de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) en Loreto brinda apoyo legal a estas personas, a fin de que puedan hacer valer sus derechos, no solo ambientales sino también civiles (propiedad) buscando y aplicando los mecanismos legales necesarios para que puedan sentirse escuchados y poder recuperar sus predios ilegalmente despojados. Esperamos que las autoridades den pronta solución a este problema.

La SPDA, considera importante la protección de estos terrenos, sobre todo cuando estas personas han apostado por la conservación de sus bosques que se encuentran al interior del área protegida. Esto ayuda a conservar los ecosistemas del área, manteniendo de esta manera intactos los hábitats de muchas especies, así como bosques únicos en la región.