- La Asociación de Pescadores Artesanales APA Puma Garza 1 en Loreto (Perú) está liderando el camino hacia la pesca sostenible y el desarrollo comunitario, gracias a su compromiso con la protección del ambiente.
- Solis Zambrano Fasabi, presidente de la APA Puma Garza 1, habla de la importancia de proteger los recursos naturales y evitar prácticas de pesca destructivas para garantizar la supervivencia de las especies de peces y asegurar la subsistencia de las comunidades locales.
Por Jean Pierre Orozco*
¿Alguna vez has probado pescado fresco y de calidad directamente del río? En la ciudad de Iquitos, conseguir pescado fresco puede ser costoso y difícil de conocer su origen. Pero gracias a la iniciativa “Del Tahuayo a tu mesa”, impulsada por innovadores empresarios, ahora es posible obtener productos confiables y de calidad del río Tahuayo.
La comunidad El Chino, ubicada en el distrito de Fernando Lores, provincia de Maynas (Loreto), está situada en el corazón de la selva amazónica, a unos 120 kilómetros (aproximadamente diez horas en bote colectivo y tres horas en rápido) desde la ciudad de Iquitos.
En el Área de Conservación Regional Comunal Tamshiyacu Tahuayo (ACRCTT), los pescadores artesanales organizados lideran emprendimientos que están revolucionando la forma de procesar los recursos naturales. Su enfoque se centra en mejorar la experiencia del cliente y generar un nuevo valor a los productos existentes, mientras se comprometen a ser responsables a largo plazo. Además, han establecido una alianza comercial con dos de los mejores restaurantes de la ciudad de Iquitos, Chef Paz e Ikiitu.
Hoy en día, el ACRCTT es un ejemplo de cómo se puede proteger la biodiversidad y, al mismo tiempo, crear oportunidades económicas para las comunidades locales. En particular, la comunidad El Chino destaca por haber desarrollado un emprendimiento competitivo que no solo ha contribuido a la preservación de la conectividad biológica de los bosques protegidos, sino también ha generado un impacto positivo en el mercado y en la calidad de vida de los ciudadanos de la región.
La Sociedad de Conservación de Vida Silvestre (WCS por su sigla en inglés) está comprometida en apoyar constantemente proyectos innovadores que beneficien a las familias y comunidades que se dedican a la gestión responsable de los recursos naturales, entre los proyectos que apoyan está el de la pesca sostenible en el ACRCTT.
“Para nosotros es importante no solo enfocarnos en la investigación científica y el monitoreo, sino también considerar la parte comercial, ya que entendemos que muchas personas dependen de los recursos naturales y es nuestra responsabilidad ofrecerles una alternativa responsable y sostenible”, señala Cinthya Rynaby, especialista en gestión participativa en áreas de conservación regional de WCS.
Del Tahuayo a tu mesa
“Nosotros como asociación estamos comprometidos, dándonos cuenta de que si nosotros no cuidamos, no hacemos vigilancia, las especies que hay ahora se van a exterminar”, dice Solis Zambrano Fasabi, presidente de la Asociación de Pescadores Artesanales (APA) Puma Garza 1, situada en la comunidad El Chino.
La asociación cuenta con un centro de faenas de pesca para la producción, procesamiento y transformación del pescado antes de su venta. Inicialmente, este espacio estaba destinado a ser utilizado como una oficina gubernamental, pero gracias a la dedicación y gestión de Jorge Soplin Ortiz, uno de los primeros presidentes de la asociación, el inmueble se les otorgó en cesión de uso.
Con el tiempo, gracias al apoyo técnico y financiero de organizaciones gubernamentales y privadas como la Gerencia Regional del Ambiente (GRAM, en aquella época conocida como ARA), Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR) y la Sociedad de Conservación de Vida Silvestre (WCS), la infraestructura del centro ha mejorado. Se ha implementado con energía solar fotovoltaica y se han fortalecido las capacidades en técnicas de pesca para mejorar la calidad y durabilidad de su proyecto productivo.
La comunidad ha sido testigo de la disminución de los recursos pesqueros debido a la falta de vigilancia y el aumento de la población, lo que ha motivado a la APA Puma Garza 1 ha actuar de manera decidida para preservar el ambiente y garantizar el acceso a alimentos suficientes y nutritivos para la comunidad.
“Nuestro negocio se llama ‘Del Tahuayo a tu mesa’, y nos encargamos de llevar productos frescos de pesca a grandes restaurantes de la ciudad de Iquitos. A diferencia de otras comunidades que traen sus pescados congelados desde zonas más alejadas como el Marañón o el Río Tigre, nosotros llevamos peces frescos y en óptimas condiciones”.
Solis Zambrano, presidente de APA Puma Garza 1.
Solis llegó por primera vez a la comunidad El Chino hace 24 años, en 1999, a la edad de 19 años, proveniente de la comunidad de El Gallito, donde nació. En la actualidad, explica que en las comunidades se tiene la costumbre de consumir pescado en todas las comidas del día, desde chilcano de pescado o pango en el desayuno, hasta pescado sudado con arroz en el almuerzo y cena, a diferencia de la ciudad, que ofrece una amplia variedad de opciones alimenticias.
“En el pasado, cuando veíamos una gran cantidad de peces, pensábamos que nunca se iban a acabar. Llegamos a agarrar toneladas de peces, pero ahora la situación ha cambiado. Solo se capturan peces pequeños de una pulgada, lo cual es un signo de exterminio. A diferencia de mi comunidad natal, aquí somos conscientes de la importancia de proteger los recursos pesqueros para asegurar su continuidad a largo plazo. Todavía se ven peces y tenemos suficiente para comer, gracias a nuestros esfuerzos de conservación”, menciona Zambrano.
¿Cómo se practica la pesca sostenible?
Ahora, los pescadores utilizan diferentes métodos de pesca adaptados a las épocas del año y las especies que deseen capturar. En lugar de redes, se han vuelto más selectivos con el uso de anzuelos para evitar la captura de especies no deseadas y daños en la carne del pescado, lo que se traduce en una mayor calidad del producto y mayores beneficios para los pescadores. Aunque las redes pueden ser efectivas para capturar una gran variedad de peces, el enfoque selectivo de los anzuelos ha demostrado ser más cuidadoso y rentable.
Otra buena práctica de pesca es la muerte amigable, ya que en el pasado, para capturar un ticunare, solían golpearlo en la cabeza con un trozo de palo, lo que hacía que el pez acumulara sangre y su carne se pusiera de un color poco atractivo para los restaurantes. Gracias a las capacitaciones, aprendieron a sacrificar adecuadamente al pez con un punzón y un golpe preciso en la sien, lo que permite ofrecer un producto de calidad en el mercado.
También se presta atención a la higiene en la manipulación y transporte de los peces durante la fase de procesamiento. Se considera minuciosamente la selección y enfriamiento del pescado para asegurarse de que se encuentre en buen estado. Posteriormente, se pesa y verifica si cumple con las medidas, se realiza el eviscerado y lavado, y se acondiciona con bastante hielo antes de ser transportado en cooler hasta la ciudad de Iquitos.
Según explicó Cinthya Rynaby, la asociación de pescadores ha comenzado con pilotos para la comercialización de sus productos y ya tienen establecido un calendario de atención a los clientes. Además, tienen como objetivo ampliar su oferta para incluir otros productos más elaborados, una vez que obtengan el permiso sanitario necesario.
Para ello, la asociación está trabajando en mejorar su infraestructura y equipos, han recibido capacitaciones en buenas prácticas de pesca, así como en técnicas de envasado y fileteado, por parte de WCS y el Centro de Innovación Productiva y Transferencia Tecnológica Productivo – CITE productivo Maynas.
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* Este reportaje fue realizado gracias al Fondo de Periodismo ambiental “Yo Conservo Loreto”, promovido por la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) y Conservación Internacional (CI).
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