Informe del IPCC 2022 ratifica la importancia de adoptar medidas inmediatas contra el cambio climático

Foto: Pixabay

  • Como han manifestado otros informes, el bienestar de la humanidad y la salud del planeta viven en constante amenaza debido al cambio climático y, de no tomarse ciertas medidas, el futuro sería desolador, sobre todo, en las regiones más pobres.

 

El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, concluye que el cambio climático causado por el ser humano está provocando una disrupción peligrosa y generalizada en la naturaleza, lo que viene afectando a miles de millones de personas en todo el mundo.

El documento denominado Cambio climático 2022: Impactos, adaptación y vulnerabilidad, y que fue aprobado por los 195 Estados miembros del IPCC, enfatiza en que tanto las personas como los ecosistemas con menor capacidad de respuesta son los más afectados.

“Este informe entraña una seria advertencia sobre las consecuencias de la inacción […]. En el informe se demuestra que el cambio climático constituye una amenaza cada vez más grave para nuestro bienestar y la salud del planeta. Las medidas que se adopten en el presente determinarán la forma en que las personas se adaptarán y cómo la naturaleza responderá a los crecientes riesgos climáticos”, manifestó Hoesung Lee, presidente del IPCC.

Ante un inminente peligro climático por el calentamiento global 1.5 °C (2.7 °F) en las próximas dos décadas, el informe menciona impactos irreversibles que incluyen temas como la infraestructura y los asentamientos costeros de baja altitud.

La urgencia de adoptar medidas para frenar los riesgos

El aumento de olas de calor, sequías e inundaciones, superando los umbrales de tolerancia de las plantas y los animales, han ocasionado la mortalidad en masa de diversas especies como árboles y corales. Sin duda, estos fenómenos meteorológicos extremos generan otros impactos en cascada difíciles de controlar. Tal es el caso de millones de personas expuestas a inseguridad alimentaria e hídrica aguda, sobre todo en territorio de África, Asia, América Central y del Sur, así como en islas pequeñas y el Ártico.

Por ello es necesaria la urgencia para tomar medidas ambiciosas de adaptación al cambio climático y lograr reducciones rápidas y pronunciadas de las emisiones de gases de efecto invernadero, que eviten una mayor pérdida de vidas, biodiversidad e infraestructura. Según el documento, los avances en materia de adaptación son dispares y las brechas entre las medidas adoptadas y lo necesario para frenar los riesgos crecientes son profundas, siendo mayores en poblaciones de menores ingresos.

“En este informe se reconoce la interdependencia del clima, la biodiversidad y las personas, y se integran las ciencias naturales, sociales y económicas más eficazmente que en las evaluaciones anteriores del IPCC. […] Se hace hincapié en la necesidad urgente de adoptar medidas inmediatas y más ambiciosas para hacer frente a los riesgos climáticos. Ya no es posible continuar con medias tintas”, manifestó Hoesung Lee.

Protección y fortalecimiento de la naturaleza para asegurar un futuro digno

Hans-Otto Pörtner, copresidente del Grupo de Trabajo II del IPCC, destaca en el informe la importancia de los ecosistemas sanos, pues “son más resilientes al cambio climático y prestan servicios indispensables para la vida, como el suministro de alimentos y agua limpia”.

“Al restaurar los ecosistemas degradados y conservar, con eficacia y equidad, entre el 30 % y el 50 % de los hábitats terrestres, marinos y de agua dulce, la sociedad puede beneficiarse de la capacidad de la naturaleza para absorber y almacenar carbono, y podemos acelerar los avances en la consecución del desarrollo sostenible, pero es fundamental contar con el apoyo financiero y político adecuado”, explica el experto.

Otros científicos consideran que el cambio climático interactúa con distintas tendencias mundiales, como el consumo no sostenible de los recursos naturales, la creciente urbanización, las desigualdades sociales, las pérdidas y daños provocados por los fenómenos extremos y la pandemia, lo que pone en peligro el desarrollo futuro.

“Nuestra evaluación indica claramente que, a fin de dar respuesta a estos diferentes desafíos, es necesario que todos —los Gobiernos, el sector privado y la sociedad civil— colaboren para priorizar la reducción de riesgos, así como la igualdad y la justicia en la adopción de decisiones y las inversiones”, precisó Debra Roberts, copresidenta del Grupo de Trabajo II del IPCC.

“De este modo, se pueden conciliar diferentes intereses, valores y formas de ver el mundo. Al aunar los conocimientos científicos y tecnológicos especializados y los conocimientos indígenas y locales, las soluciones serán más eficaces. Si no logramos un desarrollo sostenible y resiliente al clima, tendremos un futuro para las personas y la naturaleza que dista mucho de ser óptimo”, agregó Roberts.

Las ciudades como parte esencial 

Si bien el informe incluye información detallada de los impactos y los riesgos del cambio climático, también se refiere a la adaptación de las ciudades, donde se encuentra más de la mitad de la población mundial. Sin duda, las olas de calor, las tormentas, las sequías e inundaciones cada vez perjudican la salud, la vida y los bienes e infraestructuras esenciales, incluyendo el transporte.

“La creciente urbanización y el cambio climático, en conjunto, crean riesgos complejos, especialmente en aquellas ciudades que ya tienen un crecimiento urbano mal planificado, altos niveles de pobreza y desempleo, y una falta de servicios básicos. […] No obstante, las ciudades también brindan oportunidades para la acción climática: los edificios verdes, el suministro fiable de agua limpia y energías renovables, así como los sistemas de transporte sostenibles que conectan las zonas urbanas y rurales pueden contribuir a una sociedad más inclusiva y justa”, considera Roberts.

El informe también precisa que existe mucha evidencia sobre cómo ciertas medidas de adaptación han causado consecuencias imprevistas que han destruido la naturaleza, poniendo en riesgo la vida e incrementando las emisiones de gases de efectos invernadero. ¿Cómo evitar esto? Con la participación de todas las partes interesadas, incluyendo conocimientos indígenas y locales.

Se reduce cada vez más el margen de acción

Al ser un desafío mundial, el cambio climático requiere de soluciones locales como la que propone el Grupo de Trabajo II al Sexto Informe de Evaluación del IPCC para facilitar el desarrollo resiliente al clima a fin de evitar que el calentamiento global supere los 1.5 °C y que van ligadas con una correcta financiación, transferencia de tecnologías, además del compromiso político.

“La evidencia científica es inequívoca: el cambio climático constituye una amenaza para el bienestar de la humanidad y la salud del planeta. Si se sigue retrasando la puesta en marcha de una acción concertada a nivel mundial, se agotará el plazo breve y en rápida disminución del que disponemos para asegurar un futuro digno”, concluyó Hans-Otto Pörtner.

 



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