Expedición en la Antártida: periodista peruana explora nuevos formatos para comunicar sobre el océano

Fotos: Denisse Sotomayor

  • Desde hace más de una década, la periodista Denisse Sotomayor ha dedicado su vida a contar historias a través de la fotografía submarina. Ahora se encuentra en el buque Carrasco, y desde ahí nos cuenta sobre sus nuevos proyectos y la necesidad de informar sobre ciencia en tiempos de crisis climática. 

Por: Ximena Meja / xmejia@spda.org.pe

 

Luego de 12 años, Denisse Sotomayor Gonzáles- Otoya regresó a la Antártida. Cambió su equipo de trabajo submarino y adquirió nuevos equipos para hacer fotografía en tierra. Desde diciembre se encuentra acompañando las expediciones de científicos en el  buque oceanográfico polar B.A.P. Carrasco de la Marina de Guerra del Perú. La nave está diseñada para realizar diferentes tareas de investigación, como estudios geológicos, exploración de recursos, mapeo del hábitat marino y estudios sobre el plancton. 

Durante estos meses, alrededor de la Estación Científica Antártica “Machu Picchu” (ECAMP), Denisse ha podido observar especies como pingüinos de Adelia (Pygoscelis adeliae), pingüino barbijo (Pygoscelis antarcticus), pingüino papúa​ (Pygoscelis papua) y, en el aire, el gaviotín antártico (Sterna vittata) y las escúas (Stercorarius antarcticus), aves depredadoras. También ha podido observar ballenas jorobadas, las mismas que migran al norte del Perú para aparearse y regresan a la Antártida para su alimentación. 

Como investigadora, Denisse le propuso a la Marina de Guerra una difusión de su trabajo en nuevos medios y ahora su objetivo es construir la Antártida en un videojuego. 

“Mi trabajo es generar ahora el material e información para incrustar las fotos en un videojuego y se va a trabajar en una exposición final. Todo esto estará acompañado de una campaña educativa. Busco llegar a jóvenes pero también a un público más académico interesado en la fotografía y la investigación”, nos comenta para Actualidad Ambiental. 

Pingüino papúa​ (Pygoscelis papua). Foto: Denisse Sotomayor

En su regreso a la Antártida, Denisse comprobó que el nivel de nieve no el mismo desde la primera vez que visitó esta parte del planeta.

“Al frente de la base Machu Picchu se encuentra el nevado Domeyko. Es una referencia natural para saber dónde está ubicada la base. Antes, solo tenía la punta descubierta de nieve, ahora no hay nieve hasta casi la mitad de la montaña. Es evidente que se está derritiendo”. 

“En esta visita he experimentado un sentimiento extraño. He visto más témpanos enormes y de diferentes formas. Como fotógrafa es algo hermoso, hasta que piensas: ¿de dónde vienen estos témpanos? La respuesta es por el calentamiento global, es raro porque sientes que la belleza está en la pérdida del hábitat”, añade. 

El hielo marino antártico se forma por la congelación de agua salada en el océano. En 2023, el observatorio europeo Copernicus señaló que la extensión del hielo marino en la Antártida alcanzó su mínimo histórico en el mes de febrero.  

A través de datos satelitales se identificó un déficit de 34 %, alcanzando una superficie total de 2.06 millones de km² de hielo antártico.

Domeyko, nevado frente a la Estación Científica Machu Picchu. Foto: Denisse Sotomayor

Una especie emblema de la Antártida: el krill

La Antártida es el hogar de una especie en particular, el krill antártico (Euphausia superba). Es un crustáceo parecido al camarón, que puede llegar a medir hasta cinco centímetros de largo representa un eslabón importante en la cadena alimentaria mundial. Muchas formas de vida oceánica dependen del krill, desde peces hasta aves y ballenas. 

“Esta es la especie que estudia el Perú en la península Antártida y es especie clave en el ecosistema antártico. Los científicos sacan distintas muestras, a través de unas redes, luego los contabilizan, los pesan y verifican el estado en que se encuentran. Es como el símil de la anchoveta para el Perú”, nos comenta Denisse. 

Esta especie puede vivir hasta diez años. Además, se cree que la especie participa en mecanismos que el océano tiene para transportar y retener el carbono en las profundidades del mar. Esto lo consigue mediante el consumo del fitoplancton, que a través de la fotosíntesis logra captar CO2. 

Comunicar sobre ciencia y el océano

“Es muy importante la difusión del desarrollo del conocimiento a través de la ciencia. Como periodistas es importante adecuarnos a nuevos formatos. Una investigación puede durar meses, pero al final la tienes que resumir en un video de TikTok para que más gente lo vea”, afirma la periodista. 

Denisse decidió dedicarse a un periodismo enfocado en la investigación del océano. Su pasión es el buceo y a través de el aprendió de especies emblemáticas como los tiburones. Aunque ahora el buceo no es una prioridad en la Antártida, siente que todo el conocimiento que ha adquirido es gratificante. 

“Hay que ser humilde con el conocimiento y la capacidad de sorpresa que te da el océano. Poder investigar, fotografiar y escribir sobre el mar es increíble y lo más gratificante es aprender y sorprenderte todo el tiempo”. 



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