Foto: Roberto Elías Piperis

• Se trata del gecko de Lima, una especie endémica de la capital que ha sufrido una disminución crítica debido a la pérdida de su hábitat.

Es netamente limeño, su cuerpo está preparado para los climas áridos, de adulto mide apenas 6 centímetros, es nocturno y un importante controlador biológico. Se trata del gecko de Lima (Phyllodactylus sentosus), un reptil que hoy atraviesa su peor momento debido a la pérdida de su hábitat.

El gecko de Lima puede ser hallado en las huacas y algunas lomas de la capital. Sus características físicas (la punta de sus dedos y sus fosas nasales) han hecho que se adapte muy bien al desierto limeño.

Según el biólogo y director el Proyecto Gecko de Lima, José Pérez, este reptil “también puede vivir en las partes mas altas de los cerros de Lima, donde no hay vegetación o muchas casas. No es un buen trepador como las especies más conocidas de geckos en el mundo”.

“Casi todas las poblaciones que se han encontrado han sido en huacas de la ciudad, porque en la actualidad estos lugares aún conservan este tipo de hábitat”, nos dice por su parte Roberto Elías Piperis, médico veterinario e integrante del mismo proyecto.

Actualmente, este gecko figura como especie En Peligro Crítico de extinción en el Libro Rojo de la Fauna Silvestre Amenazada del Perú y en la Lista Roja de la Unión Internacional para Conservación de la Naturaleza (UICN).

“La especie está categorizada como En Peligro Crítico por el Estado peruano, lo que significa que legalmente existe una norma que la protege pero no es suficiente, por ello el Proyecto Gecko de Lima viene trabajando en generar información para conocer más a la especie, con investigaciones en ecología, genética y reproducción en cautiverio, para poder recuperar y conservar sus poblaciones”, explica el especialista del proyecto.

Las principales amenazas son los depredadores como los gatos y las ratas; además, el desconocimiento de las personas que suelen matarlas al pensar que pueden ser venenosas cuando no lo son; y, finalmente, la expansión urbana que está destruyendo su hábitat.

“El gecko de Lima no es venenoso. Algunas personas nos han comentado esta creencia errónea (no existen geckos o lagartijas venenosas en Perú)”, aclara el biólogo José Pérez.

Por otro lado, el especialista alerta que actualmente se cuenta con “investigaciones que nos indican que, debido a la gran fragmentación de su hábitat natural, por la urbanización de Lima, su reproducción se esta limitando, y algunas poblaciones se podrían extinguir en menos de una década”.

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Foto: Roberto Elías Piperis

¿Qué falta para su protección?

Roberto Elías comenta que el proyecto “ha venido monitoreando las poblaciones de esta especie, desde hace unos años, y han determinado que en la mayoría de sitios donde se han reportado poblaciones de la especie apenas llegan a 20 individuos, salvo excepciones, como Mateo Salado o Pucllana, donde pueden llegar a más de un centenar”.

Para ayudar a salvar a esta especie, agrega el especialista, “falta más campañas de difusión y concientización de la ciudadanía para que conozcan lo amenazada que está y la necesidad de protegerla y conservarla”.

“Debemos evitar capturar a estos individuos porque son animales silvestres. Se necesita de cada individuo en la naturaleza para que la especie siga existiendo. Además, no debemos permitir que los gatos salgan de las casas porque la mayoría de estos aún conservan su instinto de caza y los geckos suelen ser presas muy fáciles porque no están adaptadas a enfrentar a depredadores introducidos”, agrega el médico veterinario.