En entrevista con Actualidad Ambiental, Andrea Rodríguez, abogada senior del Programa de Cambio Climático de Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA), conversó sobre el financiamiento climático, un tema clave que se discutirá en la segunda semana de la conferencia mundial sobre cambio climático (COP20) que se realiza en la capital peruana.
Según la especialista, en Lima los negociadores deben desarrollar una hoja de ruta que trace por fin el modo en que los países desarrollados realizarán los aportes acordados con miras al 2020.
-¿Por qué es tan complicado ponerse de acuerdo en el tema de financiamiento climático?
-Lo que está pasando es que por un lado, ya existe un acuerdo de movilizar 100 mil millones de dólares a partir del año 2020. Esto ya es un acuerdo pasado, del 2010. Ese monto se ha establecido para un futuro muy cercano, pero no se sabe cuáles son los pasos. O sea, no hay claridad de quién va a movilizarlos. Sabemos que los países ricos son los que lo tienen que hacer, pero nadie lo quiere asumir.
O sea, ya se viene otro acuerdo que se firmará en París y hasta ahora (desde el 2010), casi entrando al 2015, ni siquiera podemos concretar algo tan básico como tener un mapa que nos indique quién lo va a dar.
-¿Lo recaudado hasta ahora por el Fondo Verde es considerado una buena cifra?
-Actualmente, el Fondo Verde para el Clima ha logrado compromisos por 10 mil millones de dólares. Es bueno pero no es suficiente. ¿Quién nos da la certeza que en el 2020 vamos a lograr los 100 mil millones?
Ese es el dilema. Por un lado ya existe una promesa, pero nadie nos está dando la certeza de visibilidad que se necesita para decir que el próximo 2015 voy a tener 20 mil o 30 mil millones al año para llegar a la meta.
Mientras tanto, los países en desarrollo dicen que “mientras no haya financiamiento yo no puedo tomar medidas de adaptación, yo no puedo hacer medios de mitigación porque todo me cuesta. Y sin tener esa certeza de cuánto hay, ¿qué es lo que yo puedo hacer?”.
-Ya se anunció que el próximo año deberían empezar los desembolsos del Fondo Verde. ¿Es una buena noticia?
-Hasta ahora no se sabe cuándo se van a recibir los aportes. EE.UU., por ejemplo, ha prometido 3 mil millones de dólares pero el Congreso hasta ahora no lo ha aprobado. O sea, ni siquiera se cuenta con el respaldo del Congreso estadounidense.
Los países desarrollados ya han dicho que realizarán los aportes, pero estos se darán en un período de cuatro años. Esos 10 mil millones se van a ir distribuyendo a los países en desarrollo. Esto quiere decir que por cada año tendríamos solo 2.5 mil millones para todos los países en desarrollo de todo el mundo. Hasta ahora el panorama muestra que si nos está costando tanto movilizar 10 mil, cómo vamos a llegar a la meta de 100 mil al año.
-¿Qué puede hacer la sociedad civil en este tema?
-Como sociedad civil podemos impulsar que de Lima salgamos con un mapa, con una ruta de trabajo que nos establezca qué es lo que va a pasar a partir de 2015 y 2020. Debemos tener la seguridad de que países como EE.UU. aportarán cada cierto tiempo. Entonces, mientras los países no den un poco la regla o un panorama de más claridad, yo creo que por lo menos los gobiernos del sur no van a lograr un acuerdo efectivo.
-¿Qué se espera para esta semana con la llega da de los líderes políticos?
-Para esta semana se espera que los ministros de alguna manera impulsen a que la COP20 salga con la definición de una hoja de ruta para el financiamiento pre 20. Queremos saber desde ahora hasta el 2020 cómo van a ser los siguientes pasos.
Tenemos que saber además qué pasará más allá del 2020, después de los 100 mil, ¿cómo podemos asegurar el Fondo Verde Climático cuente con un financiamiento constante? Además, si se quiere recibir aportes del sector privado, debemos responder ¿cómo va a jugar ese rol?, ¿cuánto dinero dará?, ¿bajo qué modalidades? Entonces, falta hacer un análisis más comprensible sobre qué va a pasar a partir desde el 2020 hacia adelante.
Yo creo que los ministros están en un buen rol de venir a impulsar un acuerdo inmediato porque, si no tenemos buenas bases de acá hacia el 2020, va a ser mucho más difícil que podamos consolidar cualquier cosa buena de acá para adelante. Perú, por lo menos para financiamiento, es la clave.
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