Director de Repsol: “Quizás no fuimos conscientes de la magnitud del derrame de petróleo”

Foto: Jorge Pezantes / SPDA / Latina

  • El representante de la empresa en Perú asegura que “no hay nada que no se pueda corregir o arreglar medioambientalmente”.

 

En entrevista para el programa Punto Final, el director ejecutivo de Repsol Perú, Jaime Fernández-Cuesta, señaló que “quizás” la empresa no fue consciente de la magnitud del derrame de 6 mil barriles petróleo ocurrido el sábado 15 de enero en la refinería La Pampilla, en Ventanilla y que se ha contaminado, según el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), al menos, 1 739 000 m2 de territorio peruano.

“No fuimos conscientes de la magnitud de este evento hasta que llegaron hidrocarburos a las playas. […] Hasta el día siguiente, las dos de la tarde, quizás no fuimos conscientes de la magnitud de este evento. No habíamos detectado hidrocarburos en el mar”, manifestó el representante de la empresa e insistió en que el derrame se produjo debido a oleajes anómalos, pese a que la Marina ha negado esta versión.

“Seguro hemos cometido errores, el tema de la cantidad reportada en un informe preliminar, el no haber sido capaces de ver que habían manchas de petróleo en el mar hasta el día siguiente”, agregó el representante de Repsol.

Según Fernández-Cuesta, la empresa realiza todo lo posible para reparar el desastre ambiental originado por el derrame, “sin reparar en gastos, para remediar lo más pronto posible todo este desastre” y agregó que se han comprometido a tener las playas limpias a finales de febrero.

“Estamos asumiendo la responsabilidad de limpiar todas las playas, de limpiar todo el litoral, de atender la fauna marina y, por supuesto, de atender a todas las comunidades afectadas”, precisó el director ejecutivo de Repsol.

Sobre los restos tóxicos que se mantendrían en el mar, pese a la limpieza, el representante de la empresa sorprendió con la frase: “estamos orgullosos de que estén todas las playas manchadas y estamos trabajando para limpiar. Yo creo que no son metales y no hay nada que no se pueda corregir o arreglar medioambientalmente”.

Sobre el derrame

Según informó el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), el derrame afectó la vida silvestre de la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, Islotes de Pescadores y la Zona Reservada Ancón. Sin embargo, también afectó los recursos hidrobiológicos y la economía relacionada a su extracción.

Por ejemplo, en toda la bahía de Ancón, según cálculos de la organización The Nature Conservancy (TNC), trabajan alrededor de unos mil pescadores, que extraen mariscos y peces, otros que trabajan en el procesamiento y comercialización de productos marinos, e incluso quienes realizan actividades turísticas. Se trata de una cadena de producción y sostenibilidad que hoy es afectada por este desastre ambiental.

En declaraciones a la prensa, Miriam Alegría, presidenta del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), el sábado 15 de enero Repsol reportó “la presencia de un producto oleoso en un área de 2.5 metros cuadrados, generados a partir de un derrame de 0.16 barriles de hidrocarburo”; sin embargo, ayer 19 de enero, señaló que el área afectada hasta ese momento era de 1 739 000 m2 y podría extenderse aún más. Esta cifra no considera el ámbito marítimo afectado y los metros cúbicos de agua que han sido contaminados.

 

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