Día Mundial de las Aves Playeras: 4 especies que puedes encontrar en áreas protegidas

viernes 6 de septiembre, 2024

Foto: Revista OK

  • En el censo de aves playeras realizado en 2014, los ecosistemas frágiles y las áreas naturales protegidas que conservan estos espacios fueron los lugares donde más aves se pudo contabilizar.

 

Según el Atlas de las aves playeras del Perú, el Perú es un lugar privilegiado para el avistamiento de aves playeras, pues, al ubicarse al centro del sur, es una zona donde se cruzan varias rutas migratorias para estas especies. En el Día Mundial de las Aves Playeras, que se recuerda cada 6 de setiembre, presentamos cuatro especies que habitan en áreas naturales protegidas del Perú.

Chorlos de pico grueso

Foto: Naturalist Ecuador

Según el Atlas, se estima que en nuestro hemisferio hay 7500 chorlos de pico grueso (Charadrius wilsonia) y Perú cuenta con la mitad de la población. Esta especie es de tamaño mediano, tiene el pico más grueso y la banda del pecho más ancha. Se cree que pertenecen a la subespecie beldingi, la cual no es migratoria y se distribuye en las costas centro y sudamericanas.

En nuestro país, pueden ser encontradas en las orillas arenosas de humedales costeros del norte del país. El lugar con mayor abundancia de esta ave playera es el Santuario Nacional Los Manglares de Tumbes, que protege el ecosistema de manglar, el cual provee nutrientes a la playa y al océano, lo que permite el desarrollo de múltiples especies marinas, costeras y migratorias.

Chorlo dorado

Foto: Ian Barker

Los chorlos dorados (Pluvialis dominica) son grandes en comparación a otras especies de chorlo, tienen patas largas y reciben su nombre común, pues su plumaje es de color marrón dorado. Permanecen en grupos pequeños de hasta 12 individuos y prefieren zonas húmedas cubiertas de hierba, donde aprovechan su velocidad para atrapar insectos y lagartijas.

Se encuentran en humedales poco profundos y con vegetación emergente. Lejos de la costa, se encuentran en pajonales cercanos a lagunas, bofedales o campos agrícolas. Pueden ser avistados en los Humedales de Pisco, parte de la Reserva Nacional de Paracas (Ica) y en el Santuario Nacional Lagunas de Mejía (Arequipa), áreas naturales protegidas donde se conservan ecosistemas frágiles.

Cigüeñuela de Cuello Negro

Foto: Melisa James


En Perú, existen dos subespecies de cigüeñuela de cuello negro. La primera, Himantopus mexicanus, se ubica al norte y centro del país y sus ejemplares se caracterizan por tener la espalda, cuello y cabezas completamente negros. En el sur, se puede avistar la subespecie Himantopus melanurus, que solo tiene la espalda y cuello de color negro.

Se les encuentra en humedales de aguas poco profundas, marismas intermareales y pozas y estanques naturales; por ello, los lugares con mayor presencia de esta ave son Humedal El Tubo (La Libertad) y el Santuario Nacional Manglares de Tumbes. Sin embargo, pueden ser encontradas en ambientes creados por humanos como campos de arroz, pastizales inundados y zanjas de drenaje.

Aguja Moteada

Foto: John C. Abise

Las agujas moteadas (Limosa fedoa) son el ave playera más grande de la costa peruana, de color canela, patas negras y un pico muy largo en proporción con su cuerpo. Son aves raras, su presencia es regular hasta el norte de Perú y disminuye a medida que se va hacia el sur.

Ellas se alimentan en la línea de marea a lo largo del borde costero o sumergen la mitad de su cuerpo y pico en busca de mariscos pequeños. Debido a su dieta, se encuentran en aguas intermareales y humedales poco profundos.

En Perú, la mayor población de agujas moteadas puede ser encontradas en el Estuario de Virrilá (Piura), un humedal de importancia internacional por su valor ecológico e importancia para la conservación de biodiversidad. El estuario se ubica en una zona de transición entre las corrientes frías y cálidas del mar peruano y fue reconocido como sitio Ramsar en 2021.

Las aves playeras en el Perú son un recordatorio de que la protección de los ecosistemas frágiles, como manglares y humedales, así como de las áreas naturales protegidas permite preservar ecosistemas vitales para las aves tanto migratorias como sedentarias.