[Video] Derrame de petróleo en Ventanilla afectó el trabajo de unos mil pescadores de Ancón

Imágenes registradas la mañana del martes 18 en la Bahía de Ancón. Foto: Mark Wust / SPDA

  • Pescadores artesanales exigen acciones inmediatas ante el derrame que está afectando la fauna y los recursos marinos de la bahía de Ancón.
  • Especialistas señalan la necesidad de mantener un monitoreo para analizar los cambios que se puedan generar en el mar por este hecho.

 

Cuando el pasado sábado 15 de enero ocurrió un derrame de petróleo en Ventanilla, pescadores como Avelino Ramírez, coordinador del Subcomité de Gestión de Islas y Puntas Guaneras de Ancón, calcularon que las corrientes del mar llevarían el crudo a las playas y zonas del norte más próximo. Entonces sucedió lo previsto: el lunes, la mancha ya había llegado a la bahía de Ancón, y tan solo un día después otros compañeros pescadores reportaron la extensión de la contaminación en la zona de Pasamayo.

“Es una situación que pone en alto riesgo las zonas donde extraemos nuestros productos para sustentar nuestra economía”, dice Héctor Samillán, presidente de la Asociación de Extractores de Mariscos y Pesca Submarina de Ancón (AEMAPSA), y agrega que este desastre ambiental perjudica todo el esfuerzo realizado para proteger estas zonas y realizar actividades sostenibles. Samillán, junto a los 56 socios que conforman su asociación, llevan más de nueve años extrayendo caracol y pulpo en las islas de Ancón bajo acuerdos de autogestión y cuidando el ambiente y los recursos.

En toda la bahía de Ancón, según cálculos de la organización The Nature Conservancy (TNC), trabajan alrededor de unos mil pescadores. Entre ellos se cuentan quienes pescan con pinta, red y los que extraen mariscos, además los que trabajan en el procesamiento y comercialización de productos marinos, y los que realizan actividades turísticas. Se trata de una cadena de producción y sostenibilidad que hoy es afectada por el derrame de petróleo de la refinería La Pampilla, a cargo de la empresa Repsol.

Durante la tarde del martes, los pescadores seguían reportando la llegada del petróleo a las orillas. Foto: Mark Wust / SPDA

Efectos difíciles de medir

Si bien el rastro más evidente en un derrame es el que deja el petróleo en la superficie del mar, hay efectos que son mucho más difíciles de medir y complejos de manejar. Como se ha visto, en los primeros días se reportó la muerte de especies por asfixia directa o por contacto con el crudo a través de sus tejidos o membranas. Pero, en el agua se genera básicamente una reacción en cadena.

Para Matias Caillaux, especialista pesquero de TNC, una vez que se abra el muelle, el problema inicial para los pescadores será la extracción de pescados o mariscos visiblemente contaminados. Sin embargo, “una vez que la mancha se haya ido -no sabemos cuántos días puede durar-, los recursos van a seguir conteniendo residuos de metales pesados, que es el gran problema del crudo en el mar”.

Según el especialista, las algas u otros organismos pueden comenzar a concentrar metales pesados en cantidades mínimas. Si estas son ingeridas por consumidores secundarios como peces, entre ambos concentrarán estos metales en cantidades mayores en un proceso conocido como bioacumulación. Por otro lado, cuando el petróleo se descomponga o se asiente en el fondo marino, donde peces como la lisa o la pintadilla obtienen su alimento o se acumulen en “carroñeros como cangrejos, caracoles, pulpos y otros invertebrados, harán que estos recursos no sean aptos para el consumo humano directo”.

Incertidumbre en el mar

El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) anunció que vienen coordinando salidas de campo con el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), la Fiscalía Especializada en materia Ambiental (FEMA) y la Dirección General de Capitanías y Guardacostas (Dicapi) de la Marina de Guerra, para evaluar la afectación en la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras – Islotes de Pescadores y en la Zona Reservada Ancón.

“Es la primera vez que ocurre algo así acá y está afectando a todos los buzos, pinteros, gente de a pie que pescan con pinta desde los cerros, mayormente a los marisqueros. Pedimos a las autoridades sanciones drásticas para la empresa responsable”, afirma Gregorio Pacheco, presidente de la Asociación de Pescadores de Ancón.

Tanto pescadores como extractores de mariscos no saben cuándo podrán volver al mar, y menos cómo encontrarán a los recursos marinos. “¿Qué podemos hacer nosotros frente a este desastre que se ha presentado y que nos va a dejar imposibilitados de extraer estos recursos? ¿Cómo van a quedar todos los eslabones que conforman la cadena de producción?”, se pregunta Samillán.

Los dirigentes coinciden en que, además de una sanción, se necesita que las empresas que hacen este tipo de trabajos en el mar tomen las medidas preventivas necesarias para no generar otro atentado similar. “Es un crimen a la fauna marina, sobre todo en estas épocas en que estamos sensibilizando a la gente en el cuidado al medio ambiente, no tengo palabras para demostrar lo que siento con lo que está pasando”, dice Ramírez.

Percy Grandez, especialista legal de Gobernanza Marina de la SPDA, señala que este caso “debe servir como precedente para que frente a una eventual sentencia por el delito de contaminación, los pescadores y comunidades locales afectadas por el derrame de petróleo obtengan una reparación civil, lográndose que las víctimas de la contaminación tengan el derecho de acceder a una justicia ambiental efectiva”.

Monitoreo permanente

Los especialistas señalan la necesidad de mantener un monitoreo en toda la zona, para las acciones más urgentes frente al derrame, pero también para cuando este se haya diluido. “OEFA debe de monitorear en campo que Repsol esté realizando una rápida y efectiva contención del derrame de petróleo y limpieza del medio marino. Mientras más demore la limpieza, más compleja será la reparación del daño ambiental y los impactos en el mar y en la fauna marina serán mayores e irreversibles”, sostiene Grandez.

Por su parte, Caillaux mantiene la alerta sobre los efectos invisibles que puede generar un derrame como este: “Si bien la mancha desaparecerá de la superficie, seguirás viéndola en el agua y en los recursos. Incluso, en la descendencia de los animales, en las crías de las aves que están gestando. Quizá no es un derrame gigantesco como el de Exxon Valdez o el de Golfo de México, pero localmente hay que analizar la magnitud del mismo”.

Foto: Mark Wust / SPDA

 

Datos:

  • El ministro del Ambiente, Rubén Ramírez, señaló que las estimaciones apuntan a que el derrame haya sido provocado por 6 mil barriles de petróleo, tras realizar un vuelo en la zona.

  • El Ministerio Público informó que la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA) de Lima Noroeste abrió una investigación por el presunto delito de contaminación ambiental contra los representantes legales y funcionarios de la Refinería La Pampilla y los que resulten responsables por afectar el litoral con el derrame de petróleo crudo.

Mira las tomas aéreas de la afectación del derrame en Ancón:



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