Foto: Agencia Andina

• Obra será financiada por la Municipalidad de Lima y tendrá una inversión de S/. 19.8 millones. Ministerio del Ambiente (Minam) señala que proyecto es poco claro y por ello no se ha podido determinar si necesitará una certificación ambiental.

Por Ximena Mejía / xmejia@spda.org.pe

La futura remodelación del Campo de Marte, en Jesús María, ha ocasionado una controversia entre los vecinos del distrito y el público en general debido al posible daño que generaría a uno de los principales pulmones de Lima Metropolitana.

El parque, de 68 850 m² de espacio con vegetación, fue declarado área verde intangible en 1968 bajo la Ley 16979. La norma señala lo siguiente: “Queda excluido el Campo de Marte como lugar de toda clase de juegos recreativos, de exposiciones y ventas de productos comerciales e industriales, así como de toda construcción que reduzca o afecte su área y la perspectiva de su belleza urbana”.

Sin embargo, a través de la Resolución Directoral 099-2020-DGPC/MC, publicada el 1 de diciembre del 2020, el Ministerio de Cultura (Mincul) aprobó la ejecución del proyecto de intervención arquitectónica denominado “Rehabilitación y Acondicionamiento del Campo de Marte”. Dicha obra será ejecutada por la Municipalidad Metropolitana de Lima a través del Fondo Metropolitano de Inversiones (INVERMET).

Dentro de las intervenciones están contempladas: acondicionamiento de una zona de juegos para niños, construcción de tres baterías de servicios higiénicos públicos, instalación de mobiliario urbano (banquetas, basureros, estacionamientos para bicicletas), acondicionamiento de 120 plazas de estacionamiento, entre otros.

En conversación con Actualidad Ambiental, Clara Chiesa Barboza, vecina de Jesús María, dijo que cuando se solicitó formalmente información con copias del expediente técnico, las autoridades no respondieron.

“Esta situación genera un sin sabor. La norma establece claramente que no se puede afectar ni reducir el espacio de Campo de Marte. La obra busca cambiar totalmente el paisaje y alterar el ecosistema”, recalcó.

La propuesta ha sido modificada en varias ocasiones. En un primer momento, por ejemplo, el burgomaestre de Jesús María, Jorge Quintana, anunció que se incrementará más de 2000 m² de áreas verdes y que el parque ya no tendrá rejas.

¿Qué pueden hacer los vecinos? 

Jean Pierre Araujo, director de la iniciativa de Justicia Ambiental de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), explicó qué acciones legales puede presentar la ciudadanía sobre este caso.

“Pueden presentar una acción de amparo por afectar su derecho a gozar de un ambiente sano y saludable. Ello en caso se advierta que no se habrían cumplido todos los procedimientos y procesos para obtener la certificación ambiental del proyecto de remodelación”, detalló.

Los vecinos podrían presentar este recurso, ya que el parque -que es escenario de manifestaciones culturales, políticas y deportivas- sería modificado sin la necesidad de contar con un estudio de impacto ambiental.

El Ministerio del Ambiente (Minam) respondió una consulta administrativa de la SPDA, donde señala que existe “falta de claridad sobre la versión final de diseño técnico del proyecto”. Por esta razón, no se ha podido determinar la exigibilidad de un instrumento de gestión ambiental. Sin embargo, están a la espera de que la Municipalidad de Jesús María aclare el diseño final de la obra, así como las características del proyecto de inversión.

Asimismo, la entidad resalta que se deben cumplir con las normas generales emitidas para el manejo de residuos sólidos, suelos, conservación del patrimonio natural y cultural, entre otros.

Pámela Ramírez, abogada del Programa de Política y Gobernanza Ambiental de la SPDA, agrega que, debido a esta falta de información en los expedientes, no queda claro si el estudio de impacto ambiental sería necesario o no.

“Todos los proyectos de inversión deberían contar con una certificación ambiental, pero la información remitida por la comuna no es suficiente y se ha modificado en dos expedientes diferentes. Es importante aclarar si los espacios verdes serán alterados o no”, señaló la especialista.