Debido a la minería ilegal: mercurio en Loreto podría alcanzar niveles como en Minamata

  • Claudia Vega, investigadora del Centro de Innovación Científica Amazónica (Cincia), advierte que las personas que viven en comunidades ribereñas de los ríos Nanay y Pintuyacu, influenciadas por su dieta alimentaria, presentan altos niveles de mercurio en el organismo. 
  • En Madre de Dios, el mercurio liberado por la minería ilegal ya se encuentra en el aire, árboles y la fauna silvestre.

jueves

28 de agosto, 2025

Foto: Cincia

Por Wuilmar Briceño / wbriceno@spda.org.pe

 

Los impactos de la minería ilegal de oro no solo implican la deforestación de bosques, destrucción de quebradas, aguajales y delitos conexos como la trata de personas. Una reciente investigación del Centro de Innovación Científica Amazónica (Cincia) ha revelado que hay niveles de mercurio de riesgo alto en personas que viven en comunidades ribereñas de la cuenca del Nanay (Loreto). 

Si no se actúa pronto para frenar la expansión de la minería ilegal en esta región –todavía menor en comparación de Madre de Dios–, Loreto podría llegar a niveles como los del caso Minamata (Japón), advierte la científica Claudia Vega, coordinadora del programa Mercurio de Cincia.

Vega, en entrevista con Actualidad Ambiental, explica los resultados de la investigación Evaluación de la exposición a mercurio en peces y en pobladores de comunidades ribereñas de la cuenca de los ríos Nanay y Pintuyacu (Loreto, Perú), que duró más de nueve meses y permitió tomar muestras a 273 personas, 284 peces, en seis comunidades con exposición a este metal líquido.

El estudio reveló que el 79 % de las personas evaluadas tenía niveles de mercurio en el cabello por encima del límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es 2.2 mg/kg. Un 37 % de la población analizada fue clasificada en el nivel de riesgo “Alto”, con concentraciones superiores a 10 mg/kg, mientras que el 42 % estaba en riesgo “Medio”, con niveles entre 6 y 10 mg/kg. Solo el 21 % se mantuvo dentro de los valores aceptables para la OMS, y apenas un 3 % registró niveles bajos de exposición.

¿Qué motivó a Cincia realizar una investigación científica en Loreto, considerando que su ámbito de acción siempre fue Madre de Dios? 

En 2022, con los programas Mercurio y Educación de Cincia migramos para Iquitos. Esto ocurrió porque, tras la operación Mercurio en La Pampa, la actividad minera en Madre de Dios se redujo un poco, pero empezó a migrar hacia otras partes de la Amazonía peruana.

Uno de los primeros pasos al llegar fue darnos cuenta de que no había datos disponibles, pese a que la actividad minera estaba creciendo en varias cuencas, incluyendo la del Nanay. Los pocos estudios existentes estaban aislados: algunos sobre agua, otros sobre sedimentos o peces, y además eran antiguos, de hace más de diez años, y no eran concluyentes.

Como la minería todavía no está tan desarrollada en Loreto como en Madre de Dios, consideramos importante tener una foto del momento, un diagnóstico que nos diga cómo está la situación actual y qué se puede hacer. Además, el río Nanay abastece de agua a la ciudad de Iquitos, así que no se trata de una contaminación distante. Hay una conexión directa con la población. Por eso nos pareció urgente y pertinente diseñar este estudio. 

Una de las razones de por qué medimos en cabello, es para que haya más interés. En Madre de Dios nosotros tenemos más estudios en biodiversidad, en ambiente, pero en Iquitos queríamos hacer el enlace con humanos porque, desgraciadamente, muchas veces a las personas no les importa lo que ocurre en el ambiente si no sienten que les afecta directamente. La idea era hacer un diagnóstico ambiental y de humanos para saber cuál es la situación en el río Nanay.

En los últimos años, la minería ilegal se ha incrementado en el río Nanay (Loreto). Foto: FEMA

¿Cómo analizas la situación actual en Loreto, considerando tu experiencia en Madre de Dios?

Actualmente, la situación que vemos en Loreto —y como lo dice el estudio— es que hay niveles altos de exposición de mercurio en personas. Sin embargo, los niveles en peces no son muy altos. Lo que apunta el estudio es al hábito alimenticio: las personas comen bastante peces, y además hay una preferencia grande por peces carnívoros.

Las comunidades te dicen que esos peces son los mejores, algunos tienen menos espinas, etc. Entonces, en Loreto, la actividad minera existe, pero es incipiente, y si con eso ya hay riesgo significativo por el tipo de alimentación, si entra la actividad minera el impacto en la población humana sería muchísimo mayor que en Puerto Maldonado [Madre de Dios], porque la gente no come tanto pescado como en Iquitos. 

Tenemos datos que comprueban que la minería aumenta la concentración de mercurio en peces, aves, murciélagos, en varias matrices. Si ahorita sin tanta actividad minera hay niveles que son de riesgo significativo, si pones la actividad minera, esos niveles van a aumentar en niveles bastante fuertes. La probabilidad de síntomas y afectaciones en la salud es bien alta. Se podrían llegar a niveles Minamata, que es el primer caso documentado de intoxicación por mercurio por consumo de pescado en Japón. En la literatura y en lo que vemos en Madre de Dios, las concentraciones pueden subir de 3 a 5 veces. Entonces, multiplicamos lo que tenemos ahorita en Nanay de 3 a 5, en algunos casos podemos llegar a centenas. Esos sí son niveles preocupantes..

¿Cómo ha sido la reacción de las autoridades en Loreto frente a los hallazgos?

Para el de Loreto nos llamaron después de que las comunidades les dieron los datos a los medios. Nos llamaron de varias instituciones y fuimos a entregar y explicar los estudios. Y sí, he tenido bastantes reuniones de seguimiento de parte de las autoridades de Loreto, del gobierno regional, de la Mesa de Concertación para la Pobreza, y de la Comisión de Lucha contra la Minería. Hubo varias instancias que se han interesado.

«El mercurio, como es un elemento, no lo destruimos, y tiene transporte atmosférico. No solo está presente donde se usa, sino que también puede viajar. Por eso hay un convenio global. Por ejemplo, el estudio en aire muestra concentraciones altas en zonas donde hay quema, como las tiendas de oro en los centros urbanos».
Claudia Vega, investigadora de Cincia.

Claudia Vega. Foto: Wake Forest University

Madre de Dios y las altas concentraciones de mercurio en el aire

Otro de los recientes estudios de Cincia es Contaminación por mercurio de la minería de oro artesanal y en pequeña escala (MAPE) en Madre de Dios, un reporte que recopila las investigaciones desarrolladas en la región madrediosense sobre este elemento químico. 

Vega explica que el reporte tuvo como objetivo evidenciar que sí hay contaminación causada por la minería ilegal. 

¿De qué manera se identificó que la minería es la principal fuente de mercurio en el aire de Madre de Dios?

La investigación demuestra que Madre de Dios tiene emisiones significativas de mercurio a nivel de la región. De hecho, un estudio que fue aplicado hace dos meses, nos dice cómo en áreas que están cerca de las tiendas de oro, la concentración de mercurio está en el aire. Del 70 % a 98 %, viene de la actividad minera, de la quema de oro. Y esto no es una estimación, sino que está medido. 

En ese estudio se usaron unas técnicas que puedes diferenciar si el mercurio viene de emisiones naturales o de actividad minera. Los estudios que hemos hecho han sido en lugares sin control, que son generalmente lugares que son río arriba de la actividad minera, y en lugares impactados. Medimos en los dos lugares y se ve que hay concentraciones significativas en las aves, en los murciélagos, en los peces, de las áreas que tienen minería. 

Acerca de la salud de las personas, en Madre de Dios son pocos los estudios, pero estos evidencian que puede haber efectos. Hay un estudio en Huepetuhe [distrito donde se ubica el corredor minero], donde el autor reporta ciertos síntomas que podían ser atribuidos a la manipulación del mercurio. También hay un estudio un poco más extenso de la Universidad de Duke en poblaciones, donde se ve que ser minero y consumir pescado son dos factores que te influencian en tener posibilidad más alta de mercurio, y que puede haber afectaciones también por esa exposición de mercurio.

¿Cómo se explica que también haya mercurio en zonas donde no hay actividad minera directa?

Eso es bien importante. El mercurio, como es un elemento, no lo destruimos, y tiene transporte atmosférico. No solo está presente donde se usa, sino que también puede viajar. Por eso hay un convenio global. Por ejemplo, el estudio en aire muestra concentraciones altas en zonas donde hay quema, como las tiendas de oro en los centros urbanos.

La quema de amalgama también ocurre en la minería a cielo abierto, lo que lo diluye. Pero son emisiones constantes. Y el mercurio se va moviendo. No hay forma de decir ‘ya no hay’, es un elemento. Así como no destruimos el oxígeno o el nitrógeno, con el mercurio pasa lo mismo.

[Ver además►Huánuco: minería ilegal destruyó el cauce natural del río Yuyapichis]

Minería ilegal en el río Madre de Dios. Foto: Diego Pérez / SPDA

¿Has visto alguna reacción de las autoridades de Madre de Dios, luego de publicarse este reporte?

No. Y se vio una diferencia con Loreto, donde reaccionaron súper rápido. En Madre de Dios tú sacas las investigaciones y, bueno, me imagino que la cultura es diferente. Ahí la gente está acostumbrada a la minería, también las autoridades son mineras. Entonces, el impacto es diferente. Y creo que hay una diferencia entre los dos lugares. Vas a Iquitos, caminas en las calles y venden pescado en brasas por todas partes, tú eso no lo ves en Madre de Dios.

En ese aspecto de la alimentación, al final no es tomado con la importancia que debería, por lo menos para los pueblos indígenas que sí tienen incluida en su dieta el consumo de peces.

En Loreto no necesitas ser indígena para consumir tanto pescado, porque todo el mundo lo come. En Madre de Dios, los que comen más pescado son los indígenas. Entonces ahí sí, la afectación es más para pueblos indígenas. En Loreto las comunidades ribereñas comen pescado mañana, tarde y noche.

¿En qué áreas relacionadas con la contaminación por mercurio consideras que todavía falta investigación en Madre de Dios?

Todo el mundo hace leyes, hace sistemas, pero nadie mide la eficiencia. Es importante establecer sistemas de monitoreo a través del tiempo. No hay estudios que midan la contaminación desde hace 20 años para ver tendencias. Si dicen que tienen una metodología eficiente de formalización, midámosla. Veamos si está funcionando. Sin datos, no se puede saber si lo que se hace está bien.

Dentro de las recomendaciones que ustedes mencionan en el reporte se encuentra el de fortalecer el proceso de formalización minera. ¿Cuánto ayudaría que exista una política real y contundente en este proceso?

Mira, yo creo que, si realmente existiera una política contundente y responsable de formalización, el minero tendría que cuidar a sus trabajadores, garantizar su protección, operar con medidas de seguridad adecuadas, y tratar adecuadamente los pasivos ambientales, entre otras cosas. Eso podría disminuir la contaminación. Además, debería promoverse el uso de tecnologías limpias.

Si todo eso se hiciera como realmente se debe hacer —en un mundo ideal—, la contaminación sí debería disminuir. ¿Cuánto exactamente? Eso tendría que medirse con estudios, porque el mercurio no solo proviene de su uso en minería. También se libera cuando se deforesta. Al remover el suelo, el mercurio almacenado se libera al aire y entra en el ciclo ambiental. Pero al menos se eliminaría el mercurio que se introduce directamente por la minería, como en el proceso de amalgamación.

¿Y por qué enfatizamos tanto el tema de la formalización? Porque seamos sinceros: el oro lo usa todo el mundo, e infelizmente no se va a dejar de usar. Además, la minería, para bien o para mal, representa el sustento de muchas personas. Nosotros no decimos ‘paren la actividad minera’, porque eso es casi imposible, pero si se va a hacer, que se haga bien, de forma responsable. Todas las actividades generan impacto. Lo que debemos hacer es aprender a gestionar ese impacto.

 

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Sobre Claudia Vega
Es médica veterinaria, con Maestría en Salud Pública y Doctorado en Química Analítica. Su trabajo se centra en la salud ambiental y la evaluación de riesgos asociados a la contaminación en ecosistemas sensibles. Ha desarrollado investigaciones en diversas regiones del país, incluyendo estudios sobre la exposición a contaminantes en comunidades indígenas y ribereñas de la Amazonía peruana, así como en fauna marina, como el pingüino de Magallanes.
Uno de sus principales enfoques ha sido analizar los efectos del mercurio en la salud humana y animal, con especial atención al rol del selenio como posible agente protector frente a la toxicidad de este metal. En marzo de este año fue invitada como experta al Grupo Científico Abierto del Convenio de Minamata, en Japón, espacios en que expertos de todo el mundo analizaron estrategias para controlar este metal tóxico.

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