- A la COP16 de diversidad biológica le seguirán dos eventos importantes para el planeta y la supervivencia.
Desde el 21 de octubre hasta 1 de noviembre se desarrollará la conferencia mundial más importante sobre diversidad biológica (COP16) en Cali, Colombia. Un evento de vital importancia donde se discute el futuro de la gestión y conservación de las especies vivas del planeta y sus ecosistemas. Sin embargo, no es el único evento ambiental importante de este año.
Después de la COP16 de biodiversidad, le seguirá la COP29 de cambio climático y la COP16 de desertificación, dos trascendentales conferencias que también reunirán a representantes de más de 190 países, para acordar medidas cruciales sobre el futuro del planeta y de la humanidad.
Cambio climático
La COP29 de cambio climático se realizará en Bakú (Azerbaiyán), del 11 al 22 de noviembre. Según el Programa De Las Naciones Unidas Para El Desarrollo (PNUD), esta conferencia “se celebra en un contexto de conflictos geopolíticos, preocupación por la seguridad energética e inestabilidad mundial”, por lo cual “es un hito fundamental en la lucha contra el cambio climático”.
En esta COP se espera la definición, por parte de los países, de los nuevos compromisos climáticos nacionales, también conocidos como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), previstos para 2025. Cabe resaltar que, en COP28, se acordó que los nuevos compromisos climáticos nacionales se deben alinear con el objetivo de mantener la temperatura media mundial por debajo de 1.5 °C. Asimismo, los países en desarrollo deben confiar en que dispondrán de financiación para implementar estos ambiciosos planes.
En la COP29 también se espera la continuidad de la implementación del Fondo de Respuesta ante Pérdidas y Daños, el avance en las herramientas de transparencia, el progreso del nuevo programa de trabajo de los Emiratos Árabes Unidos sobre la transición justa y la mejora del apoyo a los Planes Nacionales de Adaptación. Asimismo, se debe buscar nuevas soluciones fiscales y de financiación climática, como duplicar la financiación para la adaptación y ultimar la normativa para los mecanismos del mercado del carbono.
“El PNUD insta a que la comunidad internacional se una e invierta para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, a que todos los países den un paso adelante y presenten nuevas y ambiciosas NDC para 2025, y a que haya una mayor inclusión en el diseño y la ejecución de las NDC. El PNUD también aboga por un giro en la financiación pública y privada, y por la reforma de la arquitectura financiera mundial para mantener el objetivo de 1.5 °C a nuestro alcance”, añadió la organización.
Desertificación
Otro evento importante y muy próximo es la COP16 de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CLD), que se celebrará en Riad (Arabia Saudita), del 2 al 13 de diciembre de 2024.
En esta conferencia se espera la presencia de 197 países que conforman la CLD. Se prevé que sea un evento histórico para aumentar la ambición global y acelerar la acción en materia de restauración de tierras y resiliencia a la sequía a través de un enfoque centrado en las personas.
Concretamente, en la COP16 de la CLD, se espera que los países decidan acciones colectivas para:
- Acelerar la restauración de tierras degradadas entre ahora y 2030.
- Mejorar la preparación, la respuesta y la resiliencia ante la sequía.
- Garantizar que la tierra siga aportando soluciones al clima y a la biodiversidad.
- Aumentar la resiliencia ante las crecientes tormentas de arena y polvo.
- Aumentar la producción de alimentos que sean positivos para la naturaleza.
- Fortalecer los derechos de las mujeres sobre la tierra para avanzar en su restauración.
- Promover la participación de los jóvenes, incluidos trabajos decentes en tierra para ellos.
“La degradación de las tierras, la pérdida de biodiversidad y la inestabilidad climática son, en muchos sentidos, facetas diferentes de una crisis más amplia, y por lo tanto las soluciones están profundamente interconectadas. La protección y restauración de las tierras, la biodiversidad y los ecosistemas mejoran la resiliencia de los ecosistemas, lo que a su vez favorece la regulación del clima y la absorción de gases de efecto invernadero”, señala PNUD.
“La gobernanza responsable de la tierra será fundamental para proteger tierras saludables y productivas y recuperar ecosistemas biodiversos y ricos en carbono para evitar puntos de inflexión peligrosos. Los sectores de uso de la tierra, como la agricultura, deben transformarse para que sean sostenibles, regenerativos y positivos para la naturaleza. Lograr que nuestros sistemas alimentarios sean sostenibles y resilientes sería una contribución importante al éxito de las agendas mundiales sobre la tierra, la biodiversidad y el clima”, añade la organización.
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