#COP20: Género en el nuevo acuerdo global de cambio climático

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Foto: Andina.

Por Isabel Felandro.
Programa de Política y Gestión Ambiental de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA)

Un estudio realizado por la London School of Economics (LSE) sobre desastres en 141 países encontró que en sociedades donde las mujeres tienen un limitado acceso a derechos económicos y sociales, prevalecen en las tasas de mortalidad las mujeres y niñas. En tanto que en aquellas donde mujeres y hombres gozan de igualdad de derechos, las tasas de mortalidad son más equitativas.[1]

Durante la emergencia asociada al Huracán Katrina en los Estados Unidos, la mayor parte de víctimas atrapadas en Nueva Orleans fueron mujeres afroamericanas con sus hijos e hijas: el grupo demográfico más pobre en esa parte del país. (Gault et al., 2005; Williams et al., 2006). En 1991, durante los desastres por ciclones en Bangladesh, de las 140 000 personas que murieron, el 90% fueron mujeres (Ikeda, 1995).

La importancia de transversalizar el enfoque género en el debate mundial sobre el cambio climático se sustenta en diversos hechos, como los descritos, alrededor del mundo que demuestran que los impactos del cambio climático afectan de manera diferenciada a hombres y mujeres; y que sus efectos tienden a profundizar y perpetuar la desigualdad social y especialmente la desigualdad de género.

Este impacto diferenciado ha sido reconocido por el IPCC que en su Quinto Informe señala que las desigualdades, pobreza, discriminación de género y la falta de instituciones aumentan la vulnerabilidad ante los peligros climáticos” (Quinto Informe IPCC, 2014).

Los estudios y evidencias demuestran que la mayor afectación que sufren las mujeres frente al cambio climático se debe principalmente a:

  • Brechas de género: En casi todo el mundo, debido a desventajas históricas, las mujeres representan el mayor porcentaje de personas en condición de pobreza (constituyen el 70% de los 1,3 millones de personas en todo el mundo que viven en pobreza extrema, es decir, con menos de 1 dólar al día), tienen limitado acceso a educación, presentan mayores niveles de analfabetismo, son víctimas de violencia familiar, existe desigual distribución de la carga global de trabajo en su perjuicio, tienen limitada participación en espacios de decisión, entre otros.
  • Limitado acceso a recursos y activos: En la mayoría de países las mujeres tienen acceso restringido a recursos, a propiedad sobre la tierra, a crédito, información, acceso a tecnología, etc., lo que limita su capacidad de adaptación frente a la mayor frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos como inundaciones, sequías, heladas o granizadas.
  • Roles tradicionales: Debido a sus roles reproductivos son las responsables del cuidado de niños y niñas, ancianos y enfermos, lo que limita su movilidad y opciones durante y después de los desastres. Asimismo, son las responsables de las tareas domésticas en el hogar, de proveer recursos como agua, alimentos, combustible (leña/bosta), cuya disponibilidad y calidad se ven amenazados por los efectos del cambio climático.

Pese a la posición de mayor vulnerabilidad de las mujeres frente a desastres, sus necesidades particulares son a menudo ignoradas, y no tienen mayor voz y voto en las decisiones de política que influyen en sus condiciones de vida.

Sin embargo, las mujeres también representan agentes activos de cambio, con habilidades y conocimientos que las vuelven aliadas estratégicas en los procesos de adaptación y mitigación al cambio climático. En muchos pueblos indígenas, las mujeres son los guardianes y transmisores intergeneracionales de los conocimientos tradicionales, que constituyen prácticas importantes para los procesos de adaptación. Asimismo, debido a sus roles reproductivos, en zonas urbanas y rurales son responsables de casi todas las decisiones relacionadas con el consumo en el hogar, por lo que son agentes clave en las decisiones para reducir las emisiones de GEI.

Frente a esta realidad, es importante entender que más allá del debate técnico/científico, el cambio climático requiere un abordaje integral, incorporando consideraciones de equidad y justicia social desde un enfoque de derechos humanos, género e interculturalidad.

Género en el acuerdo global sobre cambio climático

Desde la COP7, celebrada en Marruecos el 2001, se han dado avances en la incorporación del tema de género en las negociaciones sobre cambio climático. A continuación algunas decisiones y conclusiones clave en las Conferencia de las Partes (COP) en temas de igualdad de género:

  • La Decisión 36/CP.7: Insta a las Partes a adoptar medidas para el logro de una participación plena de las mujeres en todos los niveles de adopción de decisiones relativas al cambio climático.
  • Decisión 1/CP.16: “Acuerdos de Cancún”, en el preámbulo se “reconoce (…) que la paridad entre los sexos y la participación efectiva de las mujeres (…) son importantes para una labor eficaz en todos los aspectos del cambio climático.
  • Las decisiones resultantes de la COP17 incluyen referencias explícitas a los temas de género en los instrumentos de gestión del Fondo Verde para el Clima, en los Planes Nacionales para la Adaptación, entre otros.
  • La Decisión 23/CP.18 tiene como finalidad “Promover el equilibrio entre los géneros y mejorar la participación de las mujeres en las negociaciones de la CMNUCC y en la representación de las Partes en los órganos establecidos en virtud de la Convención o del Protocolo de Kioto”.

Desde la adopción de la Decisión 36/CP.7 la participación de las mujeres en los organismos bajo la CMNUCC se ha incrementado. Sin embargo, hacer un balance del enfoque de género en la política global del cambio climático implica más que una representación de las mujeres en los organismos e instancias de negociación internacional.

En la COP20 se vienen dando muestras claras desde el Perú, como presidencia de la COP, en avanzar hacia la incorporación del enfoque de género en las negociaciones climáticas, Se espera que en esta COP se asegure la incorporación de la igualdad de género en el nuevo acuerdo climático, y que se avance hacia objetivos de justicia climática desde un enfoque de derechos humanos, género e interculturalidad.

[1] Neumayer. E and Plumpert T. The gendered nature of natural disasters: the impact of Catastrophic events on the gender gap in life expentancy, 1981-2002. London School of Economics, pp.561.

 



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