Conservación Internacional lanza campaña en búsqueda de los anfibios perdidos

Científicos de todo el mundo han iniciado una búsqueda sin precedentes en 14 países de los cinco continentes, con la esperanza de redescubrir más de 100 especies de anfibios “perdidos”.

Se trata de la primera iniciativa coordinada para buscar una cantidad tan grande de criaturas “perdidas”. Esta acción se realiza en un momentos que las poblaciones de anfibios del planeta sufre un considerable declive; más del 30% de todas las especies están en peligro de extinción.

Muchos de los anfibios que los equipos de científicos buscan no se han observado en varias décadas, y definir si las poblaciones han sobrevivido o no, es esencial para aquellos científicos que desean comprender su reciente crisis de extinción.

El doctor Robin Moore, de Conservation International, quien ha organizado la búsqueda del Grupo de Especialistas en Anfibios de la UICN, afirmó que “los grandes y rápidos cambios producidos en el medio ambiente a nivel mundial, que se han desarrollado en el transcurso de los últimos cincuenta años, (en particular el cambio climático y la pérdida de hábitat), han tenido un impacto devastador sobre estos increíbles animales”.

Moore y su equipo han elaborado una lista de las diez principales especies dentro de las 100 que se buscan que según su opinión serían especialmente emocionante encontrar. “Si bien es muy desafiante clasificar la importancia de una especie contra otra, hemos creado esta lista porque creemos que estos animales en particular tienen un valor científico o estético especial”.

En esa lista figuran: el sapo dorado de Costa Rica, visto por última vez el año 1989 (quizás es el más famoso de los anfibios perdidos, pasó de tener una población abundante a su extinción en poco más de un año a finales de la década de los ochenta); el gastric brooding frog, de Australia, que tenían un método de reproducción único: las hembras tragaban los huevos, criaban los renacuajos en el estómago y daban a luz a los renacuajos a través de la boca; y el pescado de río “atelopus balios” de Ecuador, visto por última vez en abril de 1995.

Claude Gascon, co-presidente del Grupo Especialista en Anfibios de la UICN y Vicepresidente Ejecutivo de Conservation International señaló “Esto es algo que no se ha hecho antes y es inmensamente importante, no sólo debido a las amenazas a las que se enfrentan los anfibios, sino también por nuestra necesidad de entender mejor qué les ha estado sucediendo y la increíble oportunidad que esto representa para los científicos especializados en anfibios de todo el mundo para que puedan volver a descubrir especies que han estado perdidas por tan largo tiempo”.

“La búsqueda de estos animales perdidos puede aportar información esencial en nuestros intentos por detener la crisis de extinción de los anfibios, como también información que ayudará a la humanidad a comprender mejor el impacto que tenemos sobre el planeta”.

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Foto: Sapo dorado de Costa Rica, cortesía de Conservación Internacional



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