Alertan que expansión de trochas en la Amazonía atraen tala ilegal y narcotráfico

Foto referencial: MAAP

Un reciente informe de El Comercio resalta que en los últimos cuatro años se abrieron un total de 3300 kilómetros de caminos forestales en la Amazonía, principalmente en Madre de Dios, Ucayali y Loreto.

Según el cruce entre imágenes de Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP por sus siglas en inglés) con datos sobre concesiones y permisos forestales (títulos habilitantes) en las zonas donde están las vías forestales, el estudio advierte sobre cuatro áreas donde se presume que hay tala ilegal: en el límite de la Reserva Comunal Asháninka (entre Junín y Cusco); el interior de concesiones maderables caducadas en Ucayali y de concesiones caducadas de castaña en Madre de Dios, y en la zona adyacente a la Reserva Comunal El Sira (Ucayali), explicó el diario.

Para MAAP, estudiar estos caminos debido a que son los principales indicadores para detectar y monitorear la tala de madera en la Amazonía, actividad que, por ser de tipo selectiva, es difícil de ser descubierta.

“En estos casos, los caminos han sido detectados más allá de los límites de los permisos forestales otorgados por las autoridades regionales. Además, se adentran en lugares donde no existen títulos habilitantes”, agregó El Comercio.

Es necesario tomar acciones

Respecto a este caso, Daniel Castillo, coordinador responsable del área de asistencia técnica del Programa Nacional de Conservación de Bosques del Ministerio del Ambiente (Minam), manifestó que estas alertas tempranas deben servir para que las autoridades locales y regionales tomen acciones a tiempo.

“Es cierto que no se puede decir que todos estos caminos son ilegales. Pero, si se identifica que estos coinciden con zonas donde no existe ningún derecho asignado o ningún tipo de autorización, se tienen que tomar acciones inmediatamente para prevenir”, dijo a El Comercio.

El especialista detalló que, si bien en términos de índice de deforestación, estos caminos forestales representan un porcentaje mínimo en comparación con la deforestación generada por la agricultura migratoria o la minería ilegal, sí debe ser considerada un foco de atención para futuros problemas.

“Algunos de estos caminos que se adentran en tierra de nadie terminan por ser utilizados para actividades ilegales como narcotráfico o la tala ilegal y hasta el cultivo de hoja de coca. Al permitir el acceso a zonas alejadas se abren parcelas donde estas actividades ilícitas se instalan”, agregó.

DATOS:

  • 13 mil kilómetros de caminos forestales en la selva fueron construidos solo en el 2018, según el estudio de imágenes de satélite.
  • 10 metros de ancho es el grosor aproximado que deben tener los caminos para que puedan ser detectados por los satélites de alta resolución.

 



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