Bienvenido a Actualidad Ambiental: 23 de noviembre de 2025
ONU advierte que incendios forestales masivos podrían ser la “nueva normalidad”
martes
8 de octubre, 2024
Foto: Presidencia de la República
“Lo que estamos viendo es impactante y triste. […] Pero se puede evitar”, dijo Juan Bello, director regional de PNUMA.
En las últimas semanas, diversos países de Sudamérica, especialmente amazónicos, reportaron una cantidad alta de incendios forestales. Si bien estos siniestros se registran durante todo el año, desde mayo se activó la alarma por la crecida exponencial de estos eventos que arrasaron con bosques, zonas de cultivo y hogares, afectando a miles de especies flora y fauna, así como a cientos de familias.
Según Naciones Unidas (ONU), “es probable que los incendios forestales récord que arrasan América del Sur se conviertan en la nueva normalidad”, si es que los países de la región no invierten en la prevención de estos desastres y trabajen para limitar la agricultura de tala y quema.
Riesgos de incendio han aumentado
La ONU también indicó que la sequía ha creado condiciones altamente propicias para incendios, incluso en el humedal tropical más grande del mundo, el Pantanal (Bolivia, Brasil y Paraguay).
Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), señala que, a nivel mundial, el riesgo de incendios forestales extremos podría aumentar un 30 % antes de 2050 como consecuencia del cambio climático y los cambios en el uso de la tierra, el cual incluye la quema con fines agropecuarios.
“Lo que estamos viendo es impactante y triste. […] Pero se puede evitar”, dijo Juan Bello, director regional de PNUMA y representante para América Latina y el Caribe.
Naciones Unidas también citó un informe de World Weather Attribution, el cual advierte que se está secando diversas zonas de América del Sur, entre ellas bosques, humedales y sabanas vulnerables a los megaincendios. Asimismo, indica que la Amazonía “está experimentando su peor sequía en los últimos 45 años”.
El director regional de PNUMA hace hincapié en la importancia de invertir en la prevención y la planificación del paisaje. Asimismo, en la inversión en servicios de información climática, tales como los sistemas modernos de alerta temprana.
Por otro lado, resalta la necesidad de restaurar los ecosistemas que han sido deteriorados a causa de la intervención humana o incendios. Por ejemplo, canalizar el agua de regreso a los humedales puede reducir la probabilidad de estos eventos. Lo mismo ocurre cuando se desarrolla el paisajismo inteligente contra incendios, que incluye espaciar los árboles para que sea menos probable la transmisión de llamas.
Otra opción para luchar contra los incendios, agrega la ONU, es “incorporar en la legislación los conceptos clave de la gestión integrada de incendios, un enfoque holístico para prevenir grandes incendios que puede incluir el uso de quemas controladas. Al respecto, es posible aprender de las lecciones aprendidas de los pueblos indígenas, quienes en muchos lugares han desarrollado a lo largo de generaciones estrategias de manejo de la tierra que reducen las posibilidades de incendios forestales”.
Cabe recordar que el mencionado informe del PNUMA, pedía un cambio «radical» en la forma en que los gobiernos gastan recursos para luchar contra las llamas. Además, recomendó que dos tercios de todo el gasto relacionado con los incendios forestales se destine a la planificación, la prevención y la recuperación. En la actualidad, señala PNUMA, la mayor parte de los recursos económicos se dedica a la extinción de incendios.
“Una vez que los incendios estallan, son difíciles de contener. […] Los países de todo el mundo, no solo de América del Sur, deben invertir más en la eliminación de las condiciones que están causando la ignición y propagación de los incendios. Es la única forma en que vamos a salvarnos a nosotros mismos y a la vida silvestre de las consecuencias [de los incendios], a menudo mortales”, concluyó Juan Bello.
Asimismo, se espera revisar el avance de la meta diseñada para hacer que la biodiversidad sea más resiliente al cambio climático mediante la reducción de los riesgos de desastres, como los incendios forestales en América del Sur, a través de soluciones basadas en la naturaleza. Esta meta forma parte de la implementación del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, un pacto histórico diseñado para proteger y restaurar el mundo natural.
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