COP 16: cómo destrabar Cancún

Alain Muñoz (Eco Com y Miembro de la Plataforma Climática Latinoamericana) escribe sobre la participación, debate y compromiso que deben tener los asistentes de la XVI Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático para llegar a una acuerdo concreto en bien del medioambiente.

Hay cinco puntos que podrían destrabar las negociaciones mundiales de cambio climático, pero no existen condiciones nacionales en los países más influyentes para cumplirlos. Además, la sociedad también es altamente responsable, afirma un especialista, que repasa las opciones hacia las que pueden orientarse las conversaciones.

Para lograr un acuerdo climático se necesita cinco condiciones que deben darse simultáneamente, según Gerardo Honty, analista de información con amplia experiencia en las negociaciones mundiales sobre el cambio climático.

La primera es que los países desarrollados asuman mayores compromisos de los que han aceptado hasta ahora, en cuanto a sus emisiones. La segunda condición es mayor aporte de recursos económicos. La tercera es que los países en desarrollo acepten algún tipo de compromiso, lo que han rechazado hasta ahora.

La cuarta es que haya una diferenciación entre los países en cuanto a montos que aportar, y a emisiones que reducir; mientras que la quinta es que todo lo anterior sea medible y demostrable, en forma transparente, para crear un clima de confianza internacional.

“Todos deben ceder algo para que se den, al mismo tiempo, las cinco condiciones; pero no veo las condiciones políticas, en su marco interno”, afirma Honty, al explicar la situación desfavorable, en las situaciones políticas nacionales, de los países con mayor incidencia para lograr un acuerdo.

“Los congresos de Estados Unidos, Canadá, y Japón, han rechazado leyes climáticas, presentadas por sus gobiernos este año”, explica Honty. Esa sería la causa por la que no pueden comprometerse internacionalmente: no serían respaldados en sus naciones.

Otros países que influyen mucho en las negociaciones son los más críticos, como China, los países árabes y del ALBA. Tienen posiciones muy duras desde hace tiempo, y políticamente se sienten obligados a mantenerlas, ante su población, explicó.

Considera que los gobiernos tienen su cuota parte de responsabilidad, pero la población tampoco presionó. “El congreso de Estados Unidos no va a votar a favor, porque los republicanos ganaron, debido a que no tienen en su agenda el cambio climático. Es a los ciudadanos a los que no les interesa”, puntualizó.

“Ese es el problema más grande”, afirma Honty al presentar una comparación: “¿Alguien ganaría una elección proponiendo ´explotar a los niños´?” No las ganaría, porque la sociedad lo condena, cree que no debería existir la explotación infantil. Se ha convertido en un valor social, al que hay que proteger.

No ha sucedido lo mismo con el cambio climático. No hay un valor en la protección de la naturaleza. Si alguien se hace rico explotando niños, todos nos indignaríamos, e impediríamos que continúe. “Pero no sucede lo mismo con la naturaleza, y las negociaciones reflejan eso. El movimiento ambientalista ha fracasado con eso, no ha logrado que haga carne en la ciudadanía”, enfatizó.

Lo más probable es que no haya acuerdo en Cancún, porque no hay nada nuevo en los grupos de negociación, de los que al menos hay treinta, pues cada capítulo tiene uno, correspondiente a dos textos: el del Protocolo de Kyoto, por un lado; y el de la Cooperación a Largo Plazo, por otro. Se han escuchado las viejas discusiones conocidas, que tienen trabadas las negociaciones desde hace cinco años atrás.

Sin embargo, para el especialista, no todo está perdido si no hay acuerdo. Hay políticas nacionales lanzadas que no volverán atrás, como planes energéticos por ejemplo. Otra opción es que se acuerde una extensión del protocolo de Kyoto, por dos o tres años más, dado que vence en el 2012.

Sin embargo, para entrar en vigor inmediatamente después, además de acordarse en una cumbre, debe ser ratificado por los congresos de todos los países, para luego desarrollar la reglamentación del mismo. El proceso dura varios años, como lo demostró el hecho que el Protocolo de Kyoto fue acordado en 1997, pero entró en vigor en el 2005.

Honty también considera que el segmento de alto nivel, como se denomina a la fase ministerial y de jefes de Estado, al no tener un texto acordado para firmar, encuadre la negociación futura, dando un mandato para que los grupos de negociación trabajen el próximo año, generando condiciones más favorables a un acuerdo, en la cumbre de Sudáfrica.

El abanico de opciones se completa con un acuerdo, que incluya compromisos diferenciados de todos los países, en contraposición al Protocolo de Kyoto, donde los países desarrollados asumieron compromisos, pero no las naciones en desarrollo.



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1 comentario · Dejar un comentario

  • maria sabina dijo:

    INDIGNANTE: CANCÚN-16 para ricos y CANCÚN-16 para pobres.

    La mayoría de delegados del Norte se alojan en un búnker de superlujo llamado Moon Palace (Palacio de la Luna). La mayoría de delegados del Sur; de África, Asia, América Latina están en hoteles modestos y necesitan horas para desplazarse a la sede de la Cumbre del Cambio Climático CANCÚN-16. Además de quedar agotados, parece ser víctimas de un intento para frenar que llegue a la conferencia las protestas de la gente víctima del calentamiento planetario.

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    Cancún: de la tierra a la luna

    Silvia Ribeiro La Jornada

    Desde hace una semana, representantes de gobiernos de todo el mundo están reunidos en un búnker de superlujo llamado Moon Palace (Palacio de la Luna), supuestamente para discutir el cambio climático.

    El lugar es lejos de los hoteles y más lejos de la ciudad de Cancún, lo que sumado a abundantes retenes policiales, significa invertir 2-3 horas diarias en pocos kilómetros de ida y vuelta. Exceptuando a los delegados de países ricos, que como si fuera otra forma de mostrar la injusticia climática, se alojan en el Moon Palace a precios exorbitantes. La mayoría de delegados de África, Asia, América Latina están en hoteles fuera del complejo lunático y necesitan horas para desplazarse. Además de dejar a los delegados del Sur agotados, parece ser un intento para frenar que llegue a la conferencia las protestas de la gente víctima del cambio climático.

    Miles de activistas y afectados por la crisis climática, social y ambiental de todo el mundo, llegaron a Cancún en seis caravanas desde varios puntos de México, atravesando el país desde sus raíces, para conocer y mostrar la verdadera política ambiental del país, sus causas y la relación con la crisis climática aquí y en otras partes del mundo. Los testimonios locales convergieron con los de activistas, campesinos e indígenas, hermanos de luchas de base en Estados Unidos, Europa, Sudamérica, Centroamérica, India.

    Partieron de San Luis Potosí, Acapulco, Guadalajara, Oaxaca, Chiapas, convocadas por la Vía Campesina, la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales, el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y el Movimiento de Liberación Nacional, a los que se sumaron redes de justicia climática de las Américas y de Europa, la red Oilwatch y otras. Las tres primeras caravanas convergieron en la ciudad de México, donde realizaron un Foro Internacional en el auditorio del SME, con más de mil asistentes y una marcha en el centro de la ciudad.

    Las caravanas se detuvieron en varios puntos, donde activistas y organizaciones locales los recibieron con gran entusiasmo y solidaridad para compartir sus luchas y sumarse. Dieron a conocer, entre muchos otros, los casos de ríos con enorme contaminación industrial, agrícola y urbana como el Río Santiago en El Salto, Jalisco, donde un niño murió sencillamente por caer en él; proyectos mineros en San Luis, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, que en todas partes se hacen devastando territorios, contra la voluntad de las comunidades y para ganancia de transnacionales; proyectos de mega represas como Zapotillo y La Parota, que pese a la sostenida oposición de los comuneros el gobierno insiste en imponer; zonas de altísima contaminación de suelos, aire y aguas que provocan altas tasas de enfermedad, cáncer y deformaciones genéticas a los vecinos, como enormes basureros en Morelos, Tlaxcala, Edomex y México, mega granjas porcícolas industriales, como Granjas Carroll en Veracruz y Puebla donde se originó la epidemia de gripe porcina y otras se gestan; contaminación petrolera e industrial, tala de bosques y sustitución con grandes monocultivos y plantaciones para agrocombustibles en varios estados; contaminación transgénica del maíz nativo…

    La devastación ambiental y social es enorme y muestra la verdadera política “ambiental” en México, muy distinta de las fotos que se muestran en Cancún. Quizá lo más cínico es que el gobierno de México está usando esta devastación masiva para generar ganancias adicionales a las transnacionales responsables de los desastres, como parte de su política sobre cambio climático, avalando esos desarrollos en proyectos presentados al “Mecanismo de Desarrollo Limpio” (MDL) de la Convención de Cambio Climático.

    México es uno de los países que más usa este perverso mecanismo que se basa en incentivos para que desarrollos sucios recuperen -supuestamente- parte de los gases de efecto invernadero que producen o que emitan menor cantidad. Obtienen “certificados de reducción” que se pueden negociar en los mercados de carbono. Ni México ni el MDL toma en cuenta que si estos proyectos no existieran, obviamente no emitirían ningún gas.

    La mitad de los proyectos presentados por el gobierno de México en el MDL son granjas porcícolas industriales, como Granjas Carroll donde el estiércol del millón de cerdos que crecen hacinados es una fuente de contaminación sin fin. La transnacional Smithfield, dueña de Granjas Carroll, junto con la gigante de agronegocios Cargill y el broker de carbono Ecosecurities, presentaron un proyecto para convertir una mínima parte del metano que emiten las inmensas lagunas de estiércol en biogás para electricidad. La otra mitad de los proyectos avalados por México son a partir de enormes basureros como Alpuyeca, Morelos, grandes represas en Jalisco y Guerrero, desarrollos petroleros y cementeros con enormes impactos.

    O sea, la política que el gobierno presenta como baja en carbono es en realidad alta devastación ambiental, muerte y enfermedad para cientos de comunidades en esos territorios. Pero ni aunque se reúnan en la luna pueden parar las denuncias de organizaciones y comunidades en lucha. Desde el sábado 4, se instala en la Unidad Deportiva Jacinto Canek del centro de Cancún, el campamento y Foro global por la vida, la justicia social y ambiental, donde llegarán las caravanas y más organizaciones internacionales a dar testimonios y compartir reflexiones, denuncias, estrategias. El 7 de diciembre, la Vía Campesina convoca a realizar “Miles de Cancún”, con manifestaciones en todo el mundo. Aquí en la tierra, sí se discuten las causas reales de la crisis climática y por cierto, también las soluciones.

    domingo, 5 de dezembro de 2010

    Cancún: de la tierra a la luna | Cancún | Pueblos a Cancún …
    6 Dic 2010 … http://www.pueblosacancun.org/?p=270 – En caché

    mariasabinachaman@gmail.com