Toneladas de mercurio de México alimentan a la minería ilegal en Bolivia, Colombia y Perú
- Informe de la Agencia de Investigación Ambiental (EIA), revela cómo toneladas de mercurio extraído de minas mexicanas llegan a los países amazónicos para ser usadas en la minería ilegal, una actividad que está destruyendo la biodiversidad y afectando la salud de las personas.
miércoles
30 de julio, 2025

Fotos: Andina y EIA
Un reciente informe de la Agencia de Investigación Ambiental (EIA por sus siglas en inglés) revela el tráfico a gran escala de mercurio desde minas mexicanas hacia minas de oro en Bolivia, Colombia y Perú. Según los hallazgos, entre abril de 2019 y junio de 2025 se han traficado aproximadamente 200 toneladas de mercurio, lo que ha generado, según estimaciones conservadoras, la producción de al menos US$ 8 mil millones de dólares en oro ilegal, al precio actual.
La investigación, denominada «Traficantes no dejan piedra sin levantar», revela además cómo el tráfico de mercurio y oro se entrelaza con el crimen organizado. Asimismo, detalla cómo, gracias a la información proporcionada por EIA, Aduanas de Perú incautó aproximadamente 4 toneladas de mercurio mexicano en junio de 2025, la mayor jamás reportada por un país amazónico.
“Debido a una combinación de factores económicos, geopolíticos y del mercado, el precio del oro ha aumentado drásticamente desde 2023, alcanzando un récord histórico en abril de 2025 con un precio de US$ 3500 por onza. Este aumento se atribuye principalmente a las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, que han llevado a los inversionistas a buscar activos de refugio como el oro”, señala EIA.
A nivel global, agrega la organización, una parte significativa del oro producido cada año proviene de fuentes ilegales. En los países amazónicos, se estima que entre el 28 % y casi el 90 % del oro producido proviene de actividades ilegales, según el país. Esta minería ilegal se ha expandido rápidamente en los últimos años y es hoy uno de los principales impulsores de la deforestación en la región.
“Estudios recientes muestran que, para 2024, la huella acumulada de deforestación causada por la minería aurífera en la Amazonía superó los 2 millones de hectáreas, con un aumento de más del 50 % en los últimos seis años. Un tercio del impacto se encuentra en áreas protegidas y territorios indígenas, incluidos los territorios yanomami, munduruku y kayapó”, agrega el informe.
Mercurio y contaminación
Según EIA, el auge actual de la minería ilegal de oro en la Amazonía no sería posible sin el mercurio. “Los mineros utilizan mercurio para formar una amalgama con los sedimentos auríferos, la cual luego se calienta para evaporar el mercurio y dejar el oro. Este proceso, aunque rudimentario, es central en las operaciones mineras ilegales en toda la región y es la principal causa de contaminación por mercurio en la Amazonía”, explica la organización.
Asimismo, indica que este proceso también libera grandes cantidades de mercurio al ambiente, lo cual hace que la minería de oro sea la mayor fuente de contaminación atmosférica por mercurio a nivel mundial, liberando más de 800 toneladas al año. “El mercurio utilizado en estas operaciones contamina suelos, ríos y bosques. El mercurio, un neurotóxico altamente peligroso, ingresa a la cadena alimentaria, se bioacumula y provoca trastornos neurológicos severos y múltiples problemas de salud en las comunidades amazónicas”, detalla EIA.
Alexander von Bismarck, director ejecutivo de EIA explica que “el flujo tóxico de mercurio hacia las minas de oro ilegales en la Amazonía ha sido presentado y aceptado como inevitable durante demasiados años. Es hora de desafiar este statu quo que afecta a las comunidades amazónicas y beneficia a los criminales organizados”.

Mercurio se extrae dentro de reservas de biosfera. Foto: EIA
La ruta del mercurio
Entre abril de 2019 y junio de 2025, EIA investigó y documentó el contrabando de aproximadamente 200 toneladas de mercurio ilegal, lo que representa el mayor flujo de mercurio ilegal jamás reportado a nivel mundial. La ruta del mercurio inicia en el estado de Querétaro (México), donde unas pocas minas activas producen decenas de toneladas de mercurio cada año para abastecer la demanda minera del oro en la Amazonía.
Varias de estas minas, agrega la organización, están ubicadas dentro de la Reserva de la Biosfera Sierra Gorda. La evidencia recabada indica que algunas de estas minas están bajo control del Cártel Jalisco Nueva Generación. Para mayo de 2025, fuentes en las minas de Querétaro indicaron a los investigadores que una nueva “fiebre del mercurio” ha sacudido la región desde inicios del año, impulsada por precios récord (US$ 330 dólares por kilo de mercurio) ofrecidos por los traficantes, como consecuencia del alza del precio del oro.
Según la investigación, el mercurio mexicano fluye hacia minas de oro, muchas veces controladas por carteles, en Bolivia, Colombia y Perú, con algunos transbordos a través de Estados Unidos. Por ejemplo, los carteles de droga en Colombia controlan una parte importante de las rutas internas de tráfico de mercurio. De acuerdo con estimaciones conservadoras, el mercurio mexicano contrabandeado ha sido utilizado para extraer al menos US$ 8 mil millones de dólares en oro ilegal (al precio actual de US$ 3300 dólares por onza).

Incautación de mercurio se realizó en junio de este año, en Perú. Foto: EIA
Basándose en información proporcionada por EIA, la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) incautó un cargamento de aproximadamente cuatro toneladas de mercurio contrabandeado, que tenía como destino Bolivia pero estaba transbordando en Perú. El cargamento fue transportado por la naviera Ocean Network Express (ONE) en un buque de Hapag Lloyd. Esta incautación de mercurio representa la mayor jamás registrada por un país amazónico.
Alexander von Bismarck agregó: “Mientras las minas de mercurio sigan abiertas, en México o en cualquier otro lugar, los traficantes encontrarán el modo de operar. El problema debe abordarse desde la raíz”.
Los hallazgos de EIA también plantean dudas sobre la eficacia del Convenio de Minamata sobre el Mercurio y, en particular, sobre su implementación en México. En ese sentido, la organización señala que varios problemas críticos deben ser abordados con urgencia —especialmente durante la COP30—, por ejemplo: el periodo de gracia que permite a las minas de mercurio seguir operando y produciendo mercurio primario que alimenta minas de oro ilegales en todo el mundo; la falta de aplicación efectiva que permite que las minas sigan activas aunque sean formalmente ilegales o no autorizadas; y que la minería de oro artesanal y en pequeña escala (MAPE) sea considerada un uso “permitido” del mercurio bajo el Convenio de Minamata, lo cual representa -según EIA- una laguna legal que cada día daña a los ecosistemas y a cientos de familias en toda la Amazonía.
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