Semana del Clima: la Amazonía y los pueblos indígenas en el centro de la acción climática

  • Expertos de Perú, Brasil y Colombia dialogaron sobre fortalecer la protección de los  territorios indígenas y las áreas protegidas en cumplimiento de los compromisos internacionales contra el cambio climático

jueves

25 de septiembre, 2025

Foto: Diego Pérez

Las áreas naturales protegidas y los territorios indígenas cubren más del 45 % de la Amazonía y son reservas críticas de carbono y biodiversidad. Sin embargo, hoy enfrentan amenazas sin precedentes que ponen en riesgo los compromisos climáticos internacionales.

En la Semana del Clima de Nueva York, la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) organizó el evento oficial “Territorios indígenas, áreas protegidas y fronteras extractivas en la Amazonía”, junto a Amazon Conservation Team, el Ejecutor del Contrato de Administración de la Reserva Comunal Amarakaeri (ECA Amarakaeri) y Amazon Underworld. El encuentro reunió experiencias de Perú, Colombia y Brasil para analizar cómo fortalecer la protección de estos espacios en línea con los compromisos internacionales.

La Semana del Clima es un evento paralelo a la Asamblea General de las Naciones Unidas, que convoca a gobiernos, empresas, academia, sociedad civil y pueblos indígenas con un propósito común: acelerar la acción climática y reforzar los compromisos globales frente al cambio climático.

Un lugar sagrado en riesgo 

En Perú, solo el 23 % de la Amazonía cuenta con algún tipo de protección. Una de las más relevantes son las reservas comunales, espacios gestionados entre el Estado y los pueblos indígenas. 

La Reserva Comunal Amarakaeri, en Madre de Dios, fue protagonista en la Semana del Clima con la presentación del gemelo digital del Rostro Harakbut, una experiencia que permitió a los asistentes conocer este sitio sagrado a través de lentes de realidad virtual.

“El Rostro Harakbut es un ícono de peregrinación y conexión con la naturaleza. Conservarlo es conservar nuestra sabiduría”, aseguró Walter Quertehuari, presidente del ECA Amarakaeri durante el panel. “Estamos compartiendo al mundo esta experiencia de realidad virtual y cómo conservamos más de 400 mil hectáreas de bosque”.

Sin embargo, Quertehuari también advirtió sobre los riesgos que enfrenta esta área natural protegida, cuyo reconocimiento tomó más de 18 años de esfuerzo de los pueblos indígenas. “Tenemos grandes drivers de deforestación, como la minería ilegal y el impulso de proyectos extractivos de gran envergadura, que ejercen más presión sobre la vida de las personas que apuestan por el desarrollo sostenible”, aseguró. “Estas situaciones han cobrado la vida de dos personas en 2024”.

Al respecto, Silvana Baldovino, directora del Programa de Biodiversidad y Pueblos Indígenas de la SPDA, abordó el debilitamiento institucional y los riesgos que implica para las áreas naturales protegidas. “No se trata de conservar para no tocar, sino de gestionar con visión intercultural”, aseguró la experta. “Si debilitamos el sistema de áreas protegidas, perdemos todos: desde Amarakaeri hasta Machupicchu”.

Proteger a los pueblos en aislamiento 

El panel también puso sobre la mesa la situación de los pueblos indígenas en aislamiento y contacto inicial (PIACI) en toda la Amazonía. “Son los únicos pueblos en el mundo que han resistido al capitalismo y la globalización durante 500 años y viven en los bosques de la región”, señaló Daniel Aristizábal, de Amazon Conservation Team. 

Sin embargo, el desafío que enfrentan los países amazónicos es cómo garantizar derechos y desarrollar un sistema de conservación donde habitan estos pueblos que han decidido permanecer aislados. “Esa es la gran pregunta que enfrentamos en Sudamérica”, apuntó. “Es un reto que contradice todas las recetas de desarrollo que conocemos”. 

Además, comparó los marcos legales en la región. Mientras Perú y Brasil cuentan con leyes que permiten establecer reservas indígenas exclusivas para estos pueblos, Colombia solo tiene decretos que otorgan protección temporal, hasta que eventualmente se produzca contacto. “Las herramientas legales existen, pero todo depende de la voluntad política y de cómo se implementan los detalles en el territorio”, afirmó.

Violencia sin fronteras

Otra de las amenazas para conservar la Amazonía es el crimen organizado. El panel resaltó la situación de la triple frontera de Perú, Colombia y Brasil donde el narcotráfico y la minería ilegal de oro se entrelazan, alimentando redes criminales. 

“El crimen organizado limita la vida cotidiana de las comunidades, les impide desplazarse libremente, pescar, cazar o circular en sus propios territorios. En muchos casos, incluso es más fuerte que el propio Estado en el control del territorio”, advirtió Julia Almeida, de Amazon Underworld.

La experta insistió en que no se puede hablar de compromisos climáticos sin enfrentar esta amenaza. “Si no protegemos a quienes viven en los territorios, será imposible detener el punto de no retorno. La Amazonía no es solo bosque, es también la gente que la habita y la protege”.

Al respecto, Baldovino destacó que para combatir esta amenaza se debe pensar más allá de las fronteras. “Tenemos que dejar de ver la Amazonía como la Amazonía peruana, la Amazonía colombiana o la Amazonía brasileña. La ilegalidad y el crimen organizado no tienen fronteras”.

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