Proponen corredor biológico del oso de anteojos para su protección y conservación y de su hábitat
- Este mamífero está categorizado como «Vulnerable» por la UICN y la legislación peruana. Entre sus amenazas figuran la caza, contaminación y la destrucción de su hábitat.
viernes
3 de octubre, 2025

Foto: Sernanp
Con el fin de asegurar la supervivencia del oso de anteojos (Tremarctos ornatus) en nuestro territorio, la congresista Ruth Luque presentó un proyecto de ley que busca establecer el corredor biológico de esta especie cuyo hábitat está distribuido en diversos ecosistemas a lo largo de la Cordillera de los Andes, desde los bosques secos y los bosques húmedos tropicales hasta las punas.
El Proyecto de Ley 11767/2024-CR, presentado en la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, Ambiente y Ecología del Congreso, es el resultado de una serie de reuniones de la legisladora con Comunidad Campesina de Muchik Santa Catalina de Chongoyape (Lambayeque), uno de los lugares donde se puede encontrar al oso de anteojos.
Según el despacho de la congresista, durante estos encuentros, la población compartió su experiencia de años respecto a la convivencia y aprendizaje en la conservación del hábitat de esta especie. Asimismo, manifestó las dificultades que enfrentan para su protección, debido a factores como las actividades antrópicas, la contaminación, la caza furtiva y los incendios forestales, entre otros, los cuales debilitan sus esfuerzos.
El oso de anteojos, también conocido como oso andino, es un mamífero omnívoro, que habita en América del Sur. Se trata de una especie emblemática de la biodiversidad sudamericana. En el Perú, ocupa una gran diversidad de ecosistemas, incluyendo desiertos, bosques secos, pajonales andinos, páramos, bosques montanos, entre otros.
Está clasificado como una especie «Vulnerable» por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Asimismo, se encuentra incluido en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), lo que le otorga el más alto nivel de protección frente al comercio internacional. Y, en la legislación peruana, conforme a la lista oficial de clasificación y categorización de especies de fauna silvestre amenazada, está categorizado como «Vulnerable».
Según el Plan Nacional de Conservación del Oso Andino en el Perú, del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), la población de esta especie se ha estimado en alrededor de 5750 individuos. Esta cifra pone al Perú como el país que probablemente ostente la mayor cantidad de individuos a nivel de Sudamérica.
[Ver además ►¿Qué tanto sabemos sobre el oso andino u ‘oso de anteojos’?]

Oso de anteojos captado en el Parque Nacional Yanachaga Chemillén. Foto: Sernanp
Medidas de conservación
Según el proyecto de ley, para la protección del oso de anteojos y su hábitat, diversos organismos deberán mantener un trabajo coordinado. Entre estos figuran el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), el Serfor, los gobiernos regionales y provinciales, entre otros.
Uno de los principales objetivos es proteger y gestionar los territorios por donde habita este mamífero. Para ello se deberá asegurar el mantenimiento de las dinámicas y procesos naturales que garanticen la conservación de la diversidad biológica en sus tres niveles: ecosistemas, especies y diversidad genética.
Además, se desarrollarán instrumentos para la identificación, gestión articulada y monitoreo de corredores ecológicos en ecosistemas de montaña, en cuyos territorios habita esta especie.
La propuesta legislativa también indica que el Serfor, Sernanp y los gobiernos regionales deben elaborar un Plan Específico de Acción para la Conservación de esta especie, por el plazo de cinco años, dentro de los noventa días calendario de publicada la ley. El plan debe contener como mínimo el diagnóstico con estudios recientes, objetivos, indicadores, metas y responsables de la entidad pública competente, así como los mecanismos de monitoreo y evaluación a cargo de cada una de las entidades responsables.
Otras medidas tienen que ver con la conformación de comités de vigilancia y monitoreo, la promoción de investigación a fin de contar con información científica que contribuya a su conservación, el fomento de turismo responsable, educación ambiental, entre otras.
Finalmente, se busca declarar a la tercera semana de febrero, de cada año, como la «Semana de la Conservación del oso de anteojos o andino (Tremarctos ornatus) y su hábitat«. Para ello, el Ministerio del Ambiente (Minam), en coordinación con Serfor, el Ministerio de Educación y los gobiernos regionales en cuyos territorios habite esta especie deberán desarrollar actividades de educación y sensibilización sobre los valores ambientales y culturales relacionados a este mamífero.
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