Por Yessenia Coronel

 

Desde hace años, las 25 mujeres que conforman la asociación Mujeres Ecosolidarias recorren las calles de Arequipa para recoger el reciclaje de las familias del distrito de Mariano Melgar, Hunter, José Bustamante y Paucarpata. Desde las 7 de la mañana, tocan las puertas de decenas de viviendas, recogen sus residuos y las llevan hasta un centro de acopio para luego trasladarlas hasta una planta de procesamiento, donde lo clasifican, mayoritariamente, por color. 

Petronila Charca, presidenta de Mujeres Ecosolidarias, cuenta que este trabajo inició aproximadamente el 2008. Desde esa fecha, la asociación no solo ha conseguido formalizarse, sino también construir un vínculo con las familias arequipeñas, a quienes capacitan sobre la importancia del reciclaje en el cuidado del ambiente. 

30 toneladas de residuos sólidos al mes

Uno de los principales logros que ha tenido la asociación es el incremento de cantidad de residuos sólidos que reciben de manera mensual. En los inicios, de acuerdo a Petronila, solo llegaban a media tonelada; sin embargo, en la actualidad, juntan hasta 30 toneladas. Este incremento no ha sido gratuito ni repentino. A lo largo de los años, han ido construyendo un lazo con las familias arequipeñas, a través de los talleres de capacitación que les brindan:

“Nosotros empezamos con media tonelada. Hay familias que no tenían conocimiento del reciclaje, por lo cual nosotras, ya capacitadas, les decimos por qué es importante reciclar. Hemos ido aumentando a las familias poco a poco. Y ahora mensualmente se llega a 30 toneladas. Además, ahora ya conocen qué es el reciclaje y sus beneficios con el ambiente”.

Para juntar las 30 toneladas de residuos sólidos, las 25 mujeres dejan una bolsa a cada familia para que, a lo largo de la semana, puedan juntar los residuos. Petronila recuerda que, antes, encontraban hasta basura; sin embargo, ahora recogen limpio el reciclaje:

“En la bolsa solo se puede colocar cosas que se reciclan, que pudieran tener una segunda oportunidad de uso. Por eso, para empezar, nosotros tenemos que sensibilizar a las personas, enseñarles lo que se recicla, y lo que no, porque al inicio colocaban pañales, basura. Ahora ya lo entregan limpio”.

La Transformación de residuos

Pero el trabajo de Mujeres Ecosolidarias no termina en la recolección. Gracias a que fueron aceptadas en Registro Autoritativos de Empresas Operadoras de residuos sólidos, ahora también pueden valorizar estos residuos y, por tanto, convertirlos en nuevos productos, como posavasos y maceteros. Este trabajo lo realizan dentro de su planta de procesamiento. 

“Los maceteros y posavasos son elaborados con tapitas de plástico. Estas tapitas las picamos, la pasamos por un inyectora en un molde y así salen los maceteros o los posavasos dependiendo del molde”, relata Petronila.

Con esta acción, la asociación promueve que los residuos tengan una nueva utilidad.  “Queríamos hacer esta valorización también porque estamos preocupadas por el medio ambiente, ya que vemos que la mayoría de las cosas solo están hechas para usarlas una sola vez. Nosotros queremos hacer que estos productos puedan tener una segunda vida”, agrega. 

El reciclaje como sustento económico

Petronila Charca tiene 64 años, es viuda y madre de un joven universitario. Para ella, el reciclaje también ha significado un sustento económico para su familia. Pero no es la única. Antes de organizarse como Mujeres Ecosolidarias, las 25 integrantes tenían diferentes oficios. Por ejemplo, muchas pertenecían a comedores populares. 

“Yo me dedicaba a tejer. Yo no tenía conocimiento de nada cuando inicié. Pero siempre me gustó trabajar con las familias, conocerlas. Por mi parte, como madre que soy, este trabajo me permite tener un ingreso mensual”, cuenta Petronila.

“Siempre hemos pensado que hay mujeres que necesitan trabajar, pensando en eso, también nos hemos reunido. Nos hemos formalizado. Así que serán bienvenidas aquellas mujeres que necesitan el trabajo”, agrega. 

Desafíos de los recicladores

En Perú, se cuenta con normas que reconocen el rol fundamental que cumplen los recicladores en el manejo de los residuos sólidos. Por ejemplo, la Ley 29419, “Ley que regula la actividad de los recicladores”, establece que los gobiernos locales son los encargados de regular las actividades de los recicladores, brinda pautas para promover su formalización y menciona la responsabilidad que tiene el Estado peruano en crear programas de educación y capacitación hacia estos trabajadores. 

Asimismo, en la Ley de Gestión integral de Residuos Sólidos, se menciona sobre la importancia que representa el reciclaje dentro del proceso de valorización de los desechos y, sobre todo, para contribuir a la protección del ambiente. De acuerdo con la asesora legal de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), Diana Suárez, estas normas “constituyen un avance importante para estos actores, ya que no solo reconoce su actividad, sino que promueve su formalización e integración a los sistemas de gestión de residuos sólidos”. 

“Como hemos advertido, nuestro país tiene normas destinadas al reconocimiento de su labor y al desarrollo social de estos actores que promueven su integración formal a los sistemas de gestión de residuos sólidos. No obstante, dadas las condiciones actuales de trabajo de muchos de ellos a lo largo de los años, se observa que están expuestos a múltiples riesgos a su salud y bienestar, que están relacionados en gran medida a la informalidad, falta de empleo digno, estigmatización social”, agrega la especialista. 

En ese sentido, Suárez precisa que, para hacer frente a esta problemática, es importante seguir fortaleciendo el monitoreo “de la implementación de la norma (Ley 29419) y del cumplimiento de roles que tienen actores estatales como el Ministerio del Ambiente, el Ministerio de Salud, las Municipalidades Provinciales, y las Municipalidades Distritales”.