Minería ilegal se expande a nueve regiones amazónicas y amenaza comunidades y ríos

  • Informe de Conservación Amazónica (ACCA) advierte que la actividad ilícita ha cobrado mayor fuerza en las fronteras con Ecuador, Colombia y Bolivia, y se expande desde Madre de Dios hasta Cajamarca y Pasco.

martes

26 de agosto, 2025

Foto: Aldair Mejía / Ojo Público

 

La minería ilegal de oro ya está presente en nueve regiones amazónicas, afectando hasta 73 comunidades nativas y a más de 250 cuerpos de agua, marcando una crisis ambiental y social de escala nacional, según destaca un informe de Conservación Amazónica (ACCA).

Según el documento, presentado ayer durante del evento “Minería de oro en la Amazonía Peruana, ¿cómo vamos? 2025”, en solo un año, la minería ilegal pasó de siete a nueve regiones, sumando a Cajamarca y Pasco, mientras Madre de Dios continúa siendo el epicentro, con más de 11 500 hectáreas deforestadas en el último año.

La zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata tuvo el mayor crecimiento, concentrando el 13 % de toda la minería ilegal de la región. Allí se ubica “La Pampa”, que en la actualidad se encuentra totalmente invadida. Solo en esta área se contabilizan más de 1600 dragas, un aumento del 21 % respecto a 2024.

En el caso de Loreto, el río Nanay alcanzó un récord histórico de 42 dragas activas, mientras que en Huánuco se reportaron 1763 hectáreas deforestadas en un solo año, incluso dentro del Área de Conservación Privada Panguana.

Además de revelar que nuevos frentes ilegales emergen en Ucayali, Cajamarca y Pasco, el informe advirtió sobre los potenciales conflictos que puede generar el sistema de concesiones mineras a cargo del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet), ya que de las 1036 nuevas solicitudes mineras, 136 se superponen con comunidades nativas, 48 con áreas protegidas y 3 con reservas indígenas. Asimismo, 693 coinciden con ríos y quebradas.

Como lo recuerda ACCA, la minería ilegal no solo provoca la pérdida de cobertura boscosa y biodiversidad, sino también está vinculada a problemáticas sociales y económicas como la trata de personas, el crimen organizado, el tráfico de tierras y la corrupción. Pese a que esto está documentado, por la experiencia de Madre de Dios, la minería ilegal se ha expandido hacia nuevas regiones amazónicas, incluyendo Amazonas, Loreto, Huánuco, Ucayali, Pasco, Cusco y Puno.

[Ver además►Huánuco: minería ilegal destruyó el cauce natural del río Yuyapichis]

Dragas se han incrementado en el río Nanay. Foto: FEMA

Peligro en las fronteras

El informe de ACCA también evidenció que la minería ilegal se ha consolidado en las zonas de frontera, con enclaves activos en la cuenca del Chinchipe y Condorcanqui (Ecuador), en la triple frontera del Putumayo (Colombia) y en el río Madre de Dios (Bolivia). Estas “fronteras calientes” confirman la urgencia de coordinar con los países vecinos, más allá de las acciones aisladas emprendidas dentro del Perú.

“Este panorama es un claro reflejo de cómo la situación política actual -incluyendo el abandono de los espacios rurales y de frontera- ha permitido la expansión de esta actividad ilícita. En muchos casos, la minería ilegal viene mutando de un problema socioeconómico hacia una estructura de crimen organizado que erosiona no solo los cauces de los ríos y los bosques de la Amazonía, sino también las estructuras sociales y los espacios de gobernanza”, señaló Sidney Novoa, director de SIG y Tecnologías para la Conservación de ACCA.

Datos:

  • Durante el evento también se presentaron otros dos estudios sobre el impacto de la minería ilegal en zonas prioritarias para la conservación en la Amazonía peruana, y sobre la valorización económica de los impactos de la minería ilegal de oro en la cuenca del río nanay.
  • Puedes acceder a los estudios aquí.

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