Día Mundial de la Bicicleta: ¿cuáles son los principales retos que enfrenta su uso en Lima Metropolitana?
- 59 ciclistas fallecieron en Lima Metropolitana entre 2020 y febrero de 2024, lo que refleja el peligro de la ciudad para este medio de transporte.
- Solo el 0.61 % de los viajes diarios en Lima se realizan en bicicleta, debido a la falta de infraestructura y cultura ciclista en comparación con otras ciudades como Bogotá.
martes
3 de junio, 2025
Por Daniel Contreras Zuloaga / dcontreras@spda.org.pe
En marzo de este año, Japhet Neil Zúñiga Aranda iba en bicicleta rumbo a su trabajo, como todos los días, pero fue embestido por un camión en la Panamericana Norte, y falleció en el acto. Su caso es uno más en la cifra de accidentes fatales que involucran a ciclistas en Lima Metropolitana, una ciudad hostil para quienes andan en bicicleta.
Solo entre 2020 y febrero de 2024, 59 ciclistas fallecieron en Lima Metropolitana en accidentes de tránsito. Además, según el Informe del Estado Situacional de los Ciclistas en el Perú 2021-2022 del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, entre 2020 y 2022 se registraron 2665 accidentes de tránsito involucrando a ciclistas a nivel nacional.
Ciclistas en peligro
De acuerdo con Jérémy Robert, investigador en movilidad sostenible de la PUCP, factores como la falta de infraestructura, la inseguridad y mudarse a zonas alejadas de la periferia generan que, incluso aquellos que solían transportarse en bicicleta, abandonen esta forma de transporte.
«Pueden haberla usado como ocio en un parque, pero no piensa usarla para trabajar. Entonces, hay un real desafío en la calidad del entorno urbano para que la bicicleta sea factible”, señala el especialista. “Vemos que todavía el uso de la bicicleta en Lima es muy exclusivo, no es muy accesible y no hay las condiciones para que una persona sin mucha experiencia manejando la bicicleta se vaya a animar», añade.
Para el experto, uno de los principales retos que enfrenta el uso de la bicicleta en la ciudad es la falta de una “masa crítica de ciclistas”; es decir, una cantidad considerable de usuarios organizados que sean visibles y que impulsen a las autoridades a implementar infraestructura, y a los conductores a reconocerlos y respetarlos.
“En Lima, como nunca hubo esto, hay una falta de consideración por parte de los vehículos motorizados, sea carro privado, taxis o transporte público”, explica Robert. “Eso hace muy difícil que alguien se anime a usar la bicicleta sin infraestructura, porque realmente puede ser muy peligroso”.
Según el investigador, esto causa un círculo vicioso donde el uso de la bicicleta se ha quedado estancado, impidiendo que se genere la masa crítica necesaria para normalizar el uso de la bicicleta como medio de transporte seguro.

Foto: Andina
Ciclovías desconectadas
La falta de ciclovías e interconectividad entre las que ya existen es uno de los principales desafíos respecto a la viabilidad de la bicicleta como medio de transporte, explica Jérémy Robert.
“Como usuario, hay que escoger bien las rutas. Cada vez hay más espacios accesibles para las bicicletas, pero las ciclovías no están conectadas y hay tramos peligrosos sin infraestructura”, resalta.
Según una encuesta del Plan de Movilidad Urbana para el área Metropolitana de Lima y Callao del 2023, de un total de 24.6 millones de viajes diarios realizados en la ciudad, tan solo el 0.61 % se realizó en bicicleta, ocupando el décimo séptimo lugar, muy por debajo del automóvil particular (16.85 %) o el micro (14.14 %).
“Otro tema es que la mayoría de ciclistas están en zonas con infraestructura consolidada. Pero apenas vamos un poco más a la periferia, no existe o tiene poco éxito. Tampoco atrae a tanta gente como en Bogotá, donde el 10 % de los viajes son en bicicleta y es una actividad masiva”, subraya el experto. “En contraste, en Lima históricamente ha habido pocos ciclistas y los que van subiendo en las cifras son más de clase media o media alta”.
Para el especialista, invertir en infraestructura ciclista es el primer paso para cambiar esta realidad.
“Hasta que no se den condiciones mínimas de seguridad, nunca tendremos gente que se atreva en gran cantidad a usar la bici para desplazarse en la cotidianidad”, afirma. “En la pandemia se implementaron ciclovías temporales, pero por el conflicto con los autos, muchas se removieron. Un buen diseño urbano debería ayudar a que se mantengan esas infraestructuras”.

Foto: Andina
Asimismo, el experto recomienda que las autoridades promuevan campañas de sensibilización y respeto vial hacia ciclistas.
“Es necesario abordar el tema de forma integral. También hace falta fiscalización para que se respete la infraestructura que ya existe por parte de los vehículos privados, y reforzar la cultura vial”, enfatiza.
Otro reto clave es mejorar la interconectividad de las ciclovías existentes para integrarlas en una sola red. “Algo que puede tener que ver con la falta de una red de ciclovías bien integrada es que tenemos muchos distritos en Lima y Callao, y estas municipalidades no necesariamente están coordinando entre sí”, subraya Robert.
Según el investigador, si bien la Autoridad del Transporte Urbano (ATU) debería supervisar proyectos integrados de ciclovías, actualmente enfrenta crisis por conflictos con la Municipalidad de Lima y gobiernos locales, además de problemas en la reforma del transporte.
“El esquema normativo, que establece que un proyecto de ciclovía tiene que pasar por la ATU y que la ATU dé el visto bueno, tendría que ir funcionando. Pero hay que acelerar el proceso burocrático para que las cosas avancen más rápido”, señala. “Ahí hay necesidad de buena voluntad y agilizar la inversión pública”.

Foto: Andina
Lima, lejos de Bogotá
En Lima Metropolitana, existen actualmente 323.43 kilómetros de ciclovías, según Datos Abiertos del Gobierno peruano, aunque algunos expertos cuestionan estas cifras. Aun así, esto es menos de la mitad de la red de ciclovías de Bogotá, que cuenta con 661 kilómetros.
De acuerdo con Robert, la ventaja de la capital colombiana frente a Lima, además de una cultura consolidada de la bicicleta, es que ha tenido continuidad en sus políticas.
“Esto permitió ir sumando poco a poco discursos políticos fuertes que pusieron el tema en la agenda, y contribuyó a que se lleven a cabo los proyectos”, explica. “Además, está el factor de la industria local de producción de bicicletas, que junto al apoyo de los gobiernos locales incentivó su uso como parte de programas de movilidad, algo que nunca ha habido realmente en Lima”.
Para el especialista, el ciclismo es un tema poco presente en la agenda pública de la capital. “Hablamos de ello solo cuando hay un ciclista atropellado, o cuando la cooperación quiere retirar los fondos para las ciclovías propuestas. En Lima, el tema de la movilidad sostenible va y viene”, concluye.
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