Conoce al zambullidor de Junín: un ave emblemática en peligro crítico
- Con apenas 300 ejemplares, esta especie sobrevive en un ecosistema gravemente afectado por la minería, aguas residuales y desechos sólidos.
miércoles
21 de mayo, 2025

Foto: Ross Gallardy
En el lago Junín, en la sierra central del Perú, se encuentra una de las aves más emblemáticas y vulnerables del país: el zambullidor de Junín (Podiceps taczanowskii), también conocido como somormujo peruano. A más de 4000 m s. n. m., esta especie nada en grupos pequeños entre los totorales del lago.
Este ejemplar es propio de la región y no se encuentra en ningún otro lugar del mundo. Lamentablemente, la alta contaminación del lago ha puesto a esta especie en peligro crítico. Actualmente su población está entre los 200 y 300 ejemplares según datos del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor).
Su lucha silenciosa contra la contaminación y la destrucción de hábitat requiere medidas urgentes de atención. Conocer esta especie es el primer paso para su protección.
Características principales
La población de esta ave está restringida a solo 100 km², lo que representa cerca del 50 % del lago Junín, donde despliega su comportamiento acuático característico y una singular elegancia que la distingue entre las especies de la zona.
Según el portal BioANP del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), los ejemplares miden aproximadamente 35 cm y tienen un plumaje gris opaco con zonas blancas en el cuello, garganta y pecho. Además, tienen unos ojos brillantes de color rojo que contrastan con su pelaje y pico.
Por otro lado, el pico es alargado, fino, poco profundo y presenta una leve curvatura, con una base ancha y una parte distal aplanada. Las patas muestran una tonalidad amarillo pálido en la parte interna, con sutiles tonos malva en los bordes y áreas cercanas a las articulaciones.
Al no poder volar, su vida transcurre entre zambullidas silenciosas en busca de peces para alimentarse, o creando nidos en los totorales del lago. Gracias a sus patas grises y fuertes, es capaz de sumergirse con destreza.

Foto: Knut Hansen
Un símbolo de conservación
En 2008, el Zambullidor de Junín fue designado como “ave regional símbolo de conservación”, en reconocimiento a su relevancia científica y cultural, de acuerdo a una nota publicada por la Agencia Andina. Esta designación fue resultado de una campaña promovida por el Instituto Nacional de Recursos Naturales (Inrena), hoy Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), a través de la Reserva Nacional de Junín, en conjunto con la municipalidad de la región.
Esta categoría se le dio con el objetivo de visibilizar y revalorizar su importancia a nivel local y nacional, dado a las amenazas que ponen en peligro esta especie. Además, se reconoce que el zambullidor posee un notable potencial para el ecoturismo, ya que su comportamiento confiado y su escasa tendencia a ocultarse en la vegetación facilitan su observación.
En peligro crítico frente a las amenazas
Desde hace décadas, el hábitat del zambullidor ha sido progresivamente degradado por actividades humanas. Las aguas del lago Junín están contaminadas por relaves mineros, aguas residuales y residuos sólidos, lo cual ha obligado a la especie a replegarse a las zonas menos impactadas del sur del lago. Por esta situación, esta ave se encuentra en el Libro rojo de la fauna silvestre amenazada del Perú del Serfor, bajo la clasificación de especie en Peligro Crítico (CR).
Como indica el libro, la contaminación ha provocado una disminución significativa de su población, principalmente, por la disponibilidad de alimento. Asimismo, la presencia de especies exóticas como la trucha, que compiten por la comida, agrava aún más la escasez de recursos alimenticios para la especie.
Además, según la ficha Conociendo Nuestras Aves del Ministerio del Ambiente, la reproducción del zambullidor enfrenta grandes obstáculos, ya que muchos de sus huevos no logran eclosionar a causa de los altos niveles de contaminación del lago. Esta situación dificulta aún más el crecimiento de su población.
Otra amenaza importante es la destrucción de los totorales o juncales, zonas claves para la reproducción del zambullidor, debido a quemas recurrentes realizadas por cazadores locales que buscan capturar cuyes silvestres refugiados en dichas áreas.
Pese a los esfuerzos impulsados por organizaciones como la Asociación Ecosistemas Andinos y American Bird Conservancy, en la Reserva Nacional de Junín, las medidas deben escalarse y fortalecerse. El futuro del zambullidor depende de una acción multisectorial que incluya el compromiso de empresas mineras, autoridades ambientales y comunidades locales.

Foto: Pete Morris
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