Conoce al gecko de Lima: el reptil de las huacas que está en grave peligro

  • Este pequeño reptil enfrenta múltiples amenazas como la pérdida de su hábitat por el crecimiento urbano, la presencia de especies invasoras y la endogamia. 

miércoles

18 de junio, 2025

Foto: Proyecto Gecko de Lima

Hace miles de años, una lagartija de ojos destellantes y hábitos nocturnos habitaba las regiones áridas y desérticas de la costa peruana. Se trata del gecko de Lima (Phyllodactylus sentosus), una especie endémica del país que, al día de hoy, sigue siendo un importante controlador biológico, pues se alimenta de insectos, arañas y ácaros.

Sin embargo, la expansión humana y el crecimiento urbano redujeron significativamente su hábitat, amenazando su supervivencia. Como consecuencia, en la actualidad solo se le encuentra en sitios arqueológicos de la capital. De acuerdo con el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), su área de distribución es muy limitada y abarca alrededor de 750 km². 

Esta especie ha sido registrada en ocho localidades de Lima, siete de ellas ubicadas en complejos arqueológicos como Mateo Salado, Pucllana, Pachacamac, San Marcos, Puruchuco y el Parque de Las Leyendas. También existe un reporte aislado en la Reserva Nacional de San Fernando, en Ica.

Debido a las múltiples amenazas que enfrenta esta nocturna lagartija, ha sido catalogada como especie En Peligro Crítico en el Libro Rojo de la Fauna Silvestre Amenazada del Perú de Serfor y en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Características principales

El gecko de Lima puede llegar a medir como máximo 5.5 centímetros desde el hocico hasta la cloaca, según un artículo de José Pérez Zúñiga,  biólogo y director del Proyecto Gecko de Lima. La cola no se incluye en la medición, ya que puede desprenderse y regenerarse, lo que hace difícil tener un tamaño preciso.

Los ejemplares más jóvenes son de color amarillo, naranja y negro; coloración que se pierde al llegar a etapas adultas, donde presentan colores típicos de Geckos como negro, plomo y crema.

Cada dedo termina en una almohadilla adhesiva con forma de hoja, una característica distintiva del género Phyllodactylus. A diferencia de otros geckos, esta especie tiene dificultades para escalar superficies verticales, lo que se relaciona con su adaptación histórica a hábitats planos y secos.

Según un artículo elaborado por biólogos de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, estos reptiles ponen huevos en primavera y verano, y las crías rompen el cascarón a fines del verano o inicios del otoño. Las crías nacen completamente independientes y comienzan a alimentarse alrededor del sexto día tras la eclosión. 

Foto: Universidad Peruana Cayetano Heredia

Amenazas

La amenaza más grave que enfrenta el gecko limeño es la pérdida y fragmentación de su hábitat debido al crecimiento urbano descontrolado de la capital. A esto se le suma la introducción de especies como ratas y gatos, las cuales representan una seria amenaza para esta lagartija, ya que depredan a los individuos o compiten por los recursos. 

Otra amenaza poco conocida pero igual de preocupante es la creencia errónea de que el gecko es venenoso, lo que ha llevado a algunas personas a eliminar ejemplares de manera injustificada. En su artículo José Pérez destaca que no existe ninguna lagartija venenosa, y esta especia en particular no posee ni uñas, ni dientes afilados, y ningún tipo de veneno.

El aislamiento genético es otro factor crítico, ya que al encontrarse confinados a pequeños espacios y sin posibilidad de migración entre poblaciones, los individuos tienden a reproducirse con parientes cercanos. Esta alta tasa de endogamia reduce la viabilidad reproductiva y aumenta el riesgo de enfermedades genéticas.

Foto: Bernardo Roca-Rey

Conservación

En 2017 se elaboró el “Plan Nacional de Conservación del gecko de Lima”, donde se propuso la crianza en cautiverio como una medida para garantizar una población viable que, de ser necesario, pueda ser reintroducida o reforzada en su hábitat natural. Un año después, surgió el Proyecto Gecko de Lima que reunió a biólogos y arqueólogos con el objetivo de evitar la extinción del reptil. 

Según el veterinario Roberto Elías, integrante del proyecto, la mayoría de las poblaciones apenas superan los 20 individuos, con excepciones en sitios arqueológicos como Mateo Salado o Huaca Pucllana, donde pueden alcanzar más de cien. El especialista subraya la necesidad de campañas de concientización ciudadana, la importancia de no capturar estos animales y de mantener a los gatos domésticos dentro de casa para disminuir el riesgo que representan.

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