Julio Cusurichi: “Defendemos no solo a los indígenas sino el planeta”

Presidente de FENAMAD resalta diversas amenazas que existen dentro del Paisaje Purús Manu que ponen en peligro especialmente a los pueblos indígenas en aislamiento.

El Paisaje Purús – Manu es un espacio con uno de los niveles más altos de biodiversidad del planeta, pero también es una zona donde habitan diversas comunidades indígenas desde tiempos ancestrales. Asimismo, este corredor de biodiversidad y cultura viva también es el hogar de pueblos indígenas en aislamiento y contacto inicial (PIACI), quienes después de la época del caucho –según indica el Ministerio de Cultura (Mincul)– decidieron huir al bosque para alejarse de los maltratos a los que fueron sometidos.

Un árbol de castaña es lo único que queda en pie en esta chacra al borde de la carretera Interoceánica.

Agosto y setiembre son los meses donde ocurre la mayor parte de las quemas por ser los meses más secos.

Pese a estas características, este paisaje aún mantiene amenazas que ponen en riesgo estos valores naturales y culturales. Algunas de estas están ligadas a actividades extractivas como la minería ilegal y la tala, pero también a otras como las carreteras no planificadas, la agricultura migratoria y también el narcotráfico.

Conversamos con Julio Cusurichi, presidente de la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (Fenamad), para conocer cómo los pueblos indígenas
están enfrentando las actividades ilegales y qué falta para mejorar la gestión de estas áreas.

Las máquinas trabajan sin parar frente a Boca Manu, la carretera conecta este pequeño pueblo con Cusco.

Julio Cusurichi concede una entrevista para la televisión europea debido a la visita del Papa Francisco en el 2018.

Desde el punto de vista de las organizaciones indígenas, ¿por qué es importante proteger el Paisaje Purús – Manu?

Es muy importante la protección de estos espacios porque no solo se encuentra una gran biodiversidad, sino también están los pueblos indígenas en aislamiento, quienes son hermanos altamente vulnerables. También existen pueblos indígenas circundantes como los yines, amahuaca, entre otros, que viven en esta zona que son sus territorios ancestrales.

¿Qué tipo de amenazas ponen en peligro a estos pueblos?

La Fenamad con algunos aliados hemos estado dando a conocer diversas amenazas. Una de ellas está relacionada con la pretensión de hacer carreteras por áreas naturales protegidas, pero también por territorios de esos pueblos indígenas. El Congreso de la República ha propuesto normas para promocionar estas carreteras por estas áreas protegidas como por ejemplo el Parque Nacional Alto Purús, y ello es una gran preocupación.

La Fenamad dirige sus acciones de protección de los pueblos indígenas desde Puerto Maldonado (Madre de Dios).

Por un lado, se pretende cuidar el medio ambiente a través del mismo Estado, pero por otro lado se pretende hace carreteras que llevarían a la pérdida de biodiversidad por los impactos que puede ocasionar, pero también podría llevar a un etnocidio.

Otra amenaza es el narcotráfico, del que casi nadie habla. También está la tala ilegal y las invasiones. Por eso, como Fenamad y con nuestros aliados estamos trabajando para la protección efectiva del territorio y la vida de estos pueblos indígenas que son altamente vulnerables.

Leyenda: paisaje del río Madre de Dios.

¿Qué acciones ha realizado la Fenamad para proteger estos espacios?

Nosotros, junto a nuestros aliados como la SPDA, ACCA, Rainforest, entre otros, trabajamos para nuestros hermanos indígenas porque, para nosotros, antes de la actividad económica está la vida de cualquier pueblo indígena, sobre todo de aquellos que viven en aislamiento.

Como no vimos una respuesta positiva a favor de la vida de estos pueblos en el país, nosotros somos peticionarios de una medida cautelar en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y con esa medida se está recomendando al Gobierno peruano que garantice el derecho de estos pueblos, pero vemos que la actividad económica es más fuerte que esas recomendaciones.

Con los aliados también hemos presentado una queja ante la Secretaría para las Solicitudes sobre Asuntos de Cumplimiento Ambiental del Acuerdo de Promoción Comercial Perú (TLC) – Estados Unidos porque el Estado peruano no aplicó de manera efectiva su propia legislación ambiental cuando promulgó la Ley 30723 (Ley que declara de prioridad e interés nacional la construcción de carreteras en zonas de frontera y el mantenimiento de trochas carrozables en el departamento de Ucayali). Dicha Secretaría nos ha dado la razón y ha emitido un informe en donde hace un llamado al Gobierno para tomar acciones
porque se está trasgrediendo el derecho a la consulta previa y el Convenio 169 de la OIT.

En camino, también tenemos una demanda de acción ambiental justamente para garantizar la vida de esos pueblos, pero eso ya se conocerá en su momento.

Oficina de Fenamad en Puerto Maldonado (Madre de Dios).

“Por un lado, se pretende cuidar el medio ambiente a través del mismo Estado, pero por otro lado se pretende hace carreteras que llevarían a la pérdida de biodiversidad por los impactos que puede ocasionar, pero también podría llevar a un etnocidio”.

Deforestación al borde de la carretera que va de Shintuya hasta Boca Manu.

¿Cuál es el trabajo que realizan con los organismos del Estado como el Ministerio de Cultura? ¿Reciben el apoyo que necesitan?

Nosotros hemos cuestionado la acción del Ministerio de Cultura (Mincul), junto con Aidesep y Conap. Hemos dicho que el Mincul debe hacer una recomposición porque los funcionarios no están al nivel para resolver los problemas que tenemos, por ejemplo en el caso la categorización de las reservas territoriales.
El Mincul propone categorizar las reservas territoriales dentro de las concesiones madereras, y en ninguna parte del mundo y el Perú se puede categorizar una reserva territorial con concesiones madereras dentro porque se estaría yendo contra el principio de no contacto, y el otro es el tema de la intangibilidad. Entonces, ahí hay una contradicción del Gobierno peruano, en este caso liderado por el Mincul, y por esa acción se conllevaría a un exterminio de los pueblos indígenas, y por eso hemos dicho que debe haber una reestructuración del Mincul.

¿Qué problemas son comunes en las comunidades y necesitan ser visibilizados?

Por ejemplo el tema de la superposición de derechos mineros, la invasión de territorios, la falta de capacitación de autoridades al momento de atender estos problemas. Por ello es importante formar a comunicadores dentro de nuestra organización que den a conocer estos asuntos. Otro tema es la salud, carecemos de este servicio y eso se ha evidenciado más en la pandemia.

¿Cuál es la importancia de los aliados en la agenda indígena?

Sin el aporte de los aliados no tendríamos técnicos, el apoyo logístico, y por ello la Fenamad sigue requiriendo el este apoyo porque creo que juntos podemos resolver los problemas que por muchos años no se ha resuelto en las comunidades.

¿La Fenamad y otras organizaciones indígenas insistirán en que se cree un Ministerio de Pueblos Indígenas?

Nosotros hemos dicho que un Ministerio de Pueblos Indígenas resolvería muchos problemas de las comunidades. Por ejemplo, en el tema de territorio tenemos que tocar las puertas al Midagri (Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego) y al gobierno regional; para el tema de saneamiento, por ejemplo, no hay presupuesto, pero creo que un ministerio que tiene decisión podría ir resolviendo estos problemas. Ahora, con el Viceministerio de Interculturalidad no se tiene el poder de decisión y por eso es importante un ministerio, para que vea los temas de manera transversal, desde la educación, salud, territorio, de los PIACI, de los problemas sociales.  Creo que ese ministerio ayudaría mucho.

¿Qué temas pendientes aún se encuentran en cuanto a los defensores ambientales?

En los últimos años estamos trabajando bastante para que al menos sean reconocidos. Hay muchos defensores ambientales que han perdido la vida. Por eso es importante que el mismo Gobierno los reconozca y garantice su seguridad, porque nosotros defendemos no solo a los indígenas sino estamos defendiendo el planeta. Por eso, queremos también que los diferentes defensores sean reconocidos y defendidos cuanto antes porque, de lo contrario, vamos a seguir viendo la muerte de más compatriotas.

Izquierda: Julio Cusurichi entrega regalo al Papa Francisco durante su visita a Puerto Maldonado en el 2018.

«En ninguna parte del mundo y el Perú se puede categorizar una reserva territorial con concesiones madereras dentro porque se estaría yendo contra el principio de no contacto, y el otro es el tema de la intangibilidad».