Gabriela Flores, Jhonny Salazar, Jimmy Carrillo
Jimmy Carrillo, Jhonny Salazar
Unidad de Comunicaciones. Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA)
Diego Pérez
Vico Méndez
Sergio Tenorio
Renzo Cortez
International Institute for Environment and Development (IIED), Alianza por la Minería Responsable (AMR), Fundação Amazonas Sustentável (FAS), Sociedad Peruana de Derecho
International Institute for Environment and Development (IIED), Alianza por la Minería Responsable (ARM), Fundação Amazonas Sustentável (Fundación Amazonía Sostenible - FAS), Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA)
ALIADOS
Un grupo de mineros de Colombia, Brasil y Perú se reunió en Madre de Dios, en agosto de 2018, para el encuentro ‘Minería artesanal y de pequeña escala: Construyendo un proceso de diálogo en la Cuenca Amazónica’. La meta: hablar de problemas comunes e intercambiar información sobre buenas prácticas en minería. En esta serie de conversaciones, la tan ansiada formalización fue el tema más discutido. “El principal problema de los mineros artesanales es la ausencia de legalización” destacó Enrique Castro (Colombia), uno de los mineros más experimentados que participó en el Encuentro. “Sin legalización apropiada no puede haber formalización”.
Castro tiene años trabajado con mineros artesanales en la región colombiana de Mitú (Vaupés). Por eso, conoce bien las implicancias de estas carencias: “Por la falta de formalización, somos considerados delincuentes por el Estado. En estas condiciones nos toca trabajar solo barequeo en forma precaria y clandestina, aunque esta actividad no se le debe negar a nadie ya que es manual y de simple subsistencia”.
Marcin Persiak (Colombia), de Alianza para la Minería Responsable (AMR) detalla: “El sentimiento común de todos los mineros que participaron en este encuentro es que la legislación está alejada de la realidad de los mineros”.
AMR, la organización de Persiak, lleva años acompañando a grupos de mineros en el camino hacia la sostenibilidad de su trabajo. En este sentido, la formalización puede suponer un acceso a mercados donde se comercialice oro de procedencia certificada. Para ello, las fuentes de oro deben ser “legales, formales, trazables, responsables y libres de conflicto”.
“Sientes que la legislación está hecha para que no pueda ser cumplida. Está hecha para empresas o personas en otra escala, y no necesariamente en pequeña escala”.
Cambiar esa percepción puede tomar tiempo. Pero es un paso necesario es el inicio de un diálogo abierto con los mineros que desean llevar una actividad sostenible, en el marco de la legalidad, donde el acceso a tecnología y conocimiento les signifique.
Gabriela Sampaio (Brasil) trabaja en la Fundação Amazonas Sustentável (Fundación Amazonía Sostenible - FAS), una organización no gubernamental brasileña que tiene como meta promover la mejora de la calidad de vida, la participación ciudadana y la conservación ambiental en el estado de Amazonas.
Para Sampaio, los casos de Colombia y Perú son bastante distintos a lo que se observa en su país: “Hay muchas diferencias con la minería en Brasil. Las diferencias básicas son de organización y tecnología”.
En la zona de Río Madeira, uno de los principales espacios donde se evidencia minería informal en Brasil, la minería a pequeña escala no se desarrolla durante todo el año. De hecho, muchos de los participantes del Encuentro trabajan en minería sólo durante contados meses del año. El resto del tiempo lo dedican a la agricultura (yuca, plátano).
Sampaio asevera: “la minería es pequeña, por lo general desarrollada por grupos chicos o incluso familias. Muchos de ellos buscan organizarse, no siempre con éxito, a través de cooperativas”.
En Brasil, las labores de campo son compartidas por hombres y mujeres. Sin embargo, en las embarcaciones destinadas a extraer mineral, la presencia de hombres es mayoritaria. La presencia de hombres en labores mineras está más extendida en países como Perú o Colombia, pese a que en este último sí hay casos de mujeres en cargos dirigenciales.
Marcos Lima Barros, uno de los mineros de Brasil pertenece a la Asociación de Mineros (ASOMIVA) la misma que “aunque es una organización legal, no tiene avances en cuanto a legalización de la actividad, porque no cuenta con licencia ambiental”.
“Por ello no se ha entrado al período de explotación. Es decir, aún no se puede trabajar legalmente en ella y por lo tanto no ha habido formalización propiamente dicha”.
Además, la actividad minera está vista con malos ojos. A los mineros que trabajan en el río se los denomina garimpeiros, que es, de acuerdo a Sampaio, “es un término despectivo que a ellos (los mineros) no les gusta, pero que igual está presente incluso en documentos oficiales”.
Meraldo Umiña (Perú) es presidente de la Asociación de Pequeños Mineros y Artesanales de Bajo Pukiri (APMABAPU), uno de los grupos que busca la formalización en la conflictiva región de Madre de Dios. Para él, el proceso ha tenido diversos problemas desde su diseño.
“Además, el proceso se ha politizado. Ahora tenemos hasta a presidentes regionales metidos en el tema. Eso no nos ayuda en nada”. Dentro de esos retos, mineros como Umiña son conscientes que dejar de lado el uso del mercurio es una prioridad.
“Es necesario un cambio. Es necesario conversar para ver cuál es la mejor manera de solucionar este problema”.
Según el Ministerio del Ambiente del Perú, “la exposición al mercurio representa un grave problema a la salud pública y al ambiente, pues este elemento contaminante puede afectar a niños (desde la etapa de gestación, inclusive) y adultos, alterando los sistemas nervioso e inmunitario así como los riñones, pulmones y el aparato digestivo, entre otros”.
En este sentido, tanto Colombia, como Brasil y Perú han suscrito el Acuerdo de Minamata, un compromiso que tiene entre sus objetivos reducir de manera progresiva el uso de mercurio, con el fin de proteger la salud humana y el ambiente de las emisiones de este metal líquido usado en la minería, cosmetología, iluminación, entre otras actividades.
Desde hace más de cinco años, Luisa Ríos (Perú) es directora de la Oficina de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) en Madre de Dios, la principal zona de conflicto entre mineros ilegales y el Estado. Ríos destacó que, pese al avance de la informalidad, existe un grupo deseoso de encontrar en la legalidad un mecanismos para el cambio. “Existe una preocupación legítima porque la actividad (minera) sea sostenible, no sólo económicamente, sino ambientalmente”.
En este sentido, la sostenibilidad está ligada al desarrollo tecnológico: uso de herramientas que hagan la actividad sostenible ambiental y económicamente. “Hablamos de acceso a tecnología limpia, que no contamine los espacios y los ríos de las zonas donde se desarrolla la minería”.
Alerta Ambiental (www.alertaambiental.pe) , plataforma que apoya la SPDA para evidencia acciones delictivas en Madre de Dios
“Es una preocupación presente. Tal vez no han implementado la tecnología más limpia, pero sí están preocupados por obtener la información para poder adecuar sus actividades”.
Durante los últimos años, la SPDA ha desarrollado un trabajo en defensa del interés ciudadano en Madre de Dios, donde el Consultorio Jurídico de esta organización ha sido un organismo de ayuda para ciudadanos que han sido afectados no sólo por mineros ilegales, sino además por taladores y usurpadores de tierras.
Para Luisa Ríos, el legítimo deseo de apostar por la formalización, evidenciado en muchos de los mineros que participaron en el Encuentro, supone una oportunidad importante para construir soluciones distintas frente al problema de la informalidad.
Gabriela Sampaio destacó que “uno de los puntos importantes del Encuentro es ver cómo los pequeños mineros se están organizando en nuestros distintos países”.
“A raíz del Encuentro, muchos mineros están analizando buenas prácticas que se podrían utilizar, sobre todo relacionadas a tecnologías”.
Marcin Persiak también cree en esta oportunidad: “Lo bonito de estos encuentros es que genera motivaciones. Uno ve que hay caminos. El minero comienza a pensar en su futuro sostenible. Esto implica muchos temas. Esto implica pensar en muchos factores de mercado, pero también en capacitación”.
“Empezar a explorar o a hacerse preguntas. Ese es el primer paso hacia el cambio”
Este encuentro de mineros de la cuenca amazónica fue organizado por el International Institute for Environment and Development (IIED), en alianza con la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), la Alianza por la Minería Responsable (ARM) y Fundação Amazonas Sustentável (FAS) . Su objetivo fue explorar y entender mejor las perspectivas de mineros que operan en la Amazonía y que tratan de desarrollar su trabajo de manera responsable.
Gabriela Flores, Jhonny Salazar, Jimmy Carrillo
Jimmy Carrillo, Jhonny Salazar
Unidad de Comunicaciones. Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA)
Diego Pérez
Vico Méndez
Sergio Tenorio
Renzo Cortez
International Institute for Environment and Development (IIED), Alianza por la Minería Responsable (ARM), Fundação Amazonas Sustentável (Fundación Amazonía Sostenible - FAS), Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA)