[Fotos] Crece avistamiento de fauna en áreas protegidas debido a baja presencia humana

Vicuñas en la Reserva Nacional Pampas Galeras y oso de anteojos de el Santuario Histórico de Machu Picchu son solo algunas imágenes que comparten los guardaparques del Sernanp.

  • Funcionarios del Sernanp resaltan la presencia de estas especies pero también expresan su preocupación ya que el turismo ayuda a la conservación de estos espacios y favorece económicamente a las poblaciones aledañas.

A medida que pasaban los días después de la declaración del estado de emergencia para combatir la propagación del coronavirus (COVID-19), llamaron la atención diversas imágenes y videos que mostraban una mejora en la calidad del aire en la capital y otras ciudades del mundo, la limpieza natural del río Rímac y hasta el avistamiento de fauna donde antes solo se veía a seres humanos.

Este fenómeno también se está produciendo en las áreas naturales protegidas: lugares que antes solo eran frecuentados por turistas o por la población cercana, ahora son transitados por ejemplares de fauna silvestre, algunos incluso declarados en peligro de extinción, según imágenes compartidas por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidos por el Estado (Sernanp) en sus redes sociales.

[Ver además ► ¿Qué tanto sabemos sobre el oso andino u ‘oso de anteojos’?]

Las imágenes más recientes presentan a unas de las 4 mil vicuñas que resguarda la Reserva Nacional Pampa Galeras-Bárbara D’Achille, ubicada en Ayacucho, transitando libremente en la carretera debido a la poca afluencia de vehículos y de visitantes. En otras imágenes, se pueden observar a osos de anteojos –uno de los ocho tipos de osos en el mundo– en el Santuario Histórico de Machu Picchu (Cusco) que actualmente se encuentra cerrado al público.

Otros lugares que los animales están ocupando nuevamente se encuentran en la Reserva Nacional Tambopata (Madre de Dios), donde se encontraron huellas de jaguar cerca del lago Sandoval; la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cocha (Lima-Junín), donde se pueden observar a los venados, tarucas y vicuñas; o el Parque Nacional del Manu, donde se pudo observar a tímidas comadrejas.

En conversación con El Comercio, funcionarios del Sernanp señalaron que la presencia de animales en estos lugares evidencian la “buena salud” de los ecosistemas. Sin embargo, destacaron que pese a este buen semblante que presentan las áreas protegidas, el cierre de estos lugares ha golpeado la fuente de ingresos para protegerlos, ya que el turismo ayuda a la conservación y también favorece económicamente a las poblaciones aledañas.



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